Rumores van rodando
como piedras cuesta abajo,
siempre hay rumores
que salen de bocas
desocupadas, vivarachas,
cotillas, ávidas de lo ajeno.
Rumores que lleva el aire,
que se convierten
en medias verdades,
bolas de nieve que chocan
y se deshacen,
bolas de nieve que dañan
si te arrastran.
Rumores siempre hubo,
hay y habrá siempre,
porque la gente metiche
también existirá siempre.
Más les valiera cuidar
lo que tienen de puerta
para adentro,
entonces verían
que es más prudente
callar y no inventar
lo que imaginan:
rumores,
bolas de nieve,
palabras dañinas.
©María José Gómez Fernández
Publicado originalmente en El Doblao del Arte.
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