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lunes, 31 de marzo de 2025

Sueño del agua

Tras los cristales, bajo la ropa de cama, acurrucando sueños a punto de cuajar, el sonido del continuo repiqueteo del agua le llegaba a los oídos como música celestial. Tras varios meses de pertinaz sequía, quién no ansiaba con desesperación que llegaran las lluvias para aliviar las gargantas propias y de la tierra. El suelo resquebrajado, la vegetación reseca, el aire con peso de plomo y sabor polvoriento, la gente sudorosa y agotada, con el ritmo del sueño roto. Agua, tan preciada e imprescindible, valorada como el oro, sobre todo en aquellos parajes donde era un equivalente a vida, algo necesario para que los cultivos no se perdieran ni los animales perecieran ni nada se marchitara por su ausencia.
Ya eran varios días lloviendo sin parar, como quien dice, pero a Aurelio solo se le venía a la mente la imagen de los días anteriores a la borrasca, cuando le pesaba en el alma contar con los dedos que ya eran casi cinco años sin llover como debía. Sabía que los tiempos de sequía alternaban con las temporadas más húmedas, pero los primeros siempre eran más cruentos que las segundas, y se repetía una y otra vez, que no recordaba nada igual que lo de esos últimos años, cuando miraba al horizonte con la sensación de que iba a perderse todo, mientras entre sus labios resecos sostenía una brizna de paja también reseca, y de sus ojos sentía caer unas lágrimas; en aquellos momentos llegó a lamentar que no fueran lluvia. Qué tremenda angustia le producía aquel recuerdo que para nada le provocaba nostalgia. Notó entonces que algo humedecía la almohada y comprendió que era una emoción incontenible hecha llanto sereno, silencioso, lágrimas de alegría que ahora para nada deseaba que fueran lluvia. Se durmió poco después, con una sonrisa dibujada en su boca, con el son rítmico del golpeteo del agua, música para un sueño, sueño hecho realidad.


©María José Gómez Fernández

Con esta aportación de #relatosLluvia participo en la convocatoria de marzo de @divagacionistas.bsky.social



Imagen tomada de la convocatoria de Divagacionistas



lunes, 24 de febrero de 2025

Portadora de anhelos

Tiene los ojos verdes, como su abuelo; según les de la luz, cristalinos, como el mar cuando está verdoso, o verde esperanza, igual que su nombre, heredado de, al menos, hasta cinco generaciones.

A la más antigua de sus antepasadas sus padres la llamaron así por personificar el deseo ferviente de que su amor fuera eterno. A la madre de su tatarabuela la bautizaron con ese nombre como una evocación de buenos augurios para el bienestar familiar, que nunca les faltara nada. A su tatarabuela la llamaron Esperanza simplemente porque a sus padres les gustaba todo lo que esa palabra significaba. Su abuela también heredó el nombre, elegido como un deseo de libertad para la España que les estaba tocando vivir -a su tía abuela la llamaron República, aunque más tarde acabaron llamándola María Dolores-. Su madre heredó el nombre y con él un sentimiento de que en ella se cumplieran las expectativas igualmente heredadas de las anteriores generaciones. Y luego está ella, también Esperanza, a la que llamaron así para consolidar y pasar el testigo de todo el compendio de anhelos de sus predecesoras.
 
Es una gran responsabilidad llevar ese nombre porque parece otorgar a quien lo lleve el poder y la obligación de conseguir que lo que se anhela se vea hecho realidad. Pero no, obligación ninguna, porque decidir y conseguir es cosa de cada cual, no depende de estar cerca de una persona u objeto talismán, aunque esto pueda condicionar a alguien. Nadie es un amuleto de la suerte, de fin de privaciones, un "conseguidor" de buenos deseos, de sentimientos positivos y bienestar ansiados.
Esperanza, desde sus ojos verdes, irradia frescor, alegría y optimismo, con su presencia y actitud; sin pretenderlo, desde su positividad y sus dificultades, transmite ilusión, anhelo.
Nunca le ha faltado una buena compañía, y alguna no tan buena, movida por el interés de obtener un beneficio o la intriga de si su "amistad" contribuiría a materializar algún deseo.
Ninguno de sus dos hijos lleva su nombre, pero sí ha depositado en ellos las bases para que trabajen para hacer del mundo un lugar mejor: educación para tener conocimientos, aplicar y rebatir criterios, tener opinión y defenderla; valores desde los que construir los cimientos que posibiliten consolidar los avances y conseguir otros, convertir en hechos las ilusiones; fortaleza para no perder la motivación, que es lo último que se pierde después de la esperanza.


©Aji ~ ©María José Gómez Fernández

Mi contribución para la convocatoria de @divagacionistas de febrero 2025 #relatosEsperanza 



Imagen tomada de la convocatoria de Divagacionistas
                    

sábado, 15 de febrero de 2025

Eleonora Viezzer, tan cerca, tan sabia: Retrato alfabético de Eleonora Viezzer

Con la energía de las estrellas. Revista NeXUS. Consejo Social de la Universidad de Sevilla
                                      Imagen tomada de Revista NeXUS. Consejo Social, US.
 

Alto impacto y acceso abierto: así están consideradas, por su índice de impacto y vía de publicación, las revistas científicas que recogen la mayor parte de los resultados de su investigación, en torno a las 400 publicaciones.  

BBVA es la Fundación por la que obtuvo una beca Leonardo en 2020.

Co-directora del grupo Plasma Science and Fusion Technology (www.psft.eu) e IP de una ERC Starting Grant (2019-2024), prestigiosa beca del Consejo Europeo de Investigación dotada con un millón y medio de euros, con la que, al frente de su equipo, investigan en la Universidad de Sevilla, para tratar de entender el transporte de partículas energéticas del viento solar, procedentes de erupciones solares, dentro de un plasma.

Diciembre 2023: se conoce que obtiene su segundo proyecto del Consejo Europeo de Investigación ERC, esta vez, ERC Consolidator Grant, dotado con más de dos millones de euros. 

EYRA Young Researchers Award de la Unión “Euroscience”, galardón obtenido en 2018.

Falling Walls Audience Prize de la Fundación Falling Walls, premio obtenido en 2018.

Graduada en Física y Matemáticas en la Universidad de Innsbruk (Austria). 

Hijos: tiene un hijo, nacido en julio de 2023, y para ella es su mayor premio (entre los citados y no citados en este retrato alfabético). 

Instituciones de prestigio han contado con su colaboración, así como su liderazgo de numerosos equipos de trabajo internacionales: Instituto Max Planck de Física de Plasma, Princeton Plasma Physics Laboratory, General Atomics en san Diego, Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) en Boston, Universidad de Oxford, Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (CIEMAT) en Madrid, National Institute for Fusion Science (NIFS) en Japón, y como no, la Universidad de Sevilla.

Juan de la Cierva y Marie Sklodowska Curie, becas de las que disfrutó en 2016-2017 y 2017-2019, y que le permitieron continuar con su carrera universitaria y docente en el departamento de Física Atómica, Molecular y Nuclear de la Facultad de Física de la Universidad de Sevilla.

Kallenbach, A., coautor del artículo Impurity seeding for takamak power exhaust: From present devices via ITER to DEMO, publicado en 2013, en: Plasma Physics and Controlled Fusion 55 (12), 124041, junto con Bernert, M.; Dux, R.; Casali, L.; Eich, T.; Giannone, L.; Herrmann, A.; McDermott, R.; Mlynek, A.; Müller, H.W.; Reimold, F.; Schweinzer, J.; Sertoli, M.; Tardini, G.; Treutterer, W.; Viezzer, E.; Wenninger, R., Wischmeier, M.

Ludwig-Maximilians-Universität - LMU de Munich, donde en 2013 se alza, con mención magna cum laude, en su doctorado en Física, para posteriormente desarrollarlo en el Instituto Max Planck, de Física del Plasma, donde también consigue un contrato posdoctoral entre 2013-2015 con la beca europea “EUROfusion Research Fellowship”.  

Manuel Losada Villasante, Premio a la Excelencia en Investigación en Andalucía, concedido en 2021.

Nacionalidad italiana. 

Optimización del confinamiento de partículas y energía en un reactor de fusión por confinamiento magnético controlando la estabilidad del borde del plasma, su campo de estudio, así como en el diseño y operación de un tokamak esférico compacto, actual línea de investigación que desarrolla en la Universidad de Sevilla. 

Premio de la Fundación Princesa de Girona 2022 en la Categoría Investigación Científica por su contribución a la problemática energética mundial con la fusión nuclear.

Qualification and implementation of line ratio spectroscopy on helium as plasma edge diagnostic at ASDEX Upgrade. Artículo publicado en: Plasma Physics and Controlled Fusion, 60 (2), 025008, escrito en colaboración entre Griener, M.; Muñoz Burgos, J.M.; Cavedon, M.; Birkenmeier, G.; Dux, R.; Kurzan, B.; Schmitz, O.; Sieglin, B.; Stroth, U., Viezzer, E.; Wolfrum, E.

Referente para iguales en investigación, en comunicación de los resultados a través de publicaciones, en estudio para nuevas generaciones de estudiantes, en dedicación y constancia para la sociedad, a la que hace llegar su trabajo incansable, y su amor por la física.

Su figura es ejemplo de dedicación, y, a la vez, de motivación para jóvenes estudiantes, lo que la ha impulsado a colaborar con el programa "Mujeres y Ciencia: STEM", del Consejo Social de la Universidad de Sevilla.

Tokamak SMART de la Universidad de Sevilla: la fábrica de estrellas en la Tierra. 

Universidad de Sevilla, Facultad de Física, es la institución donde desarrolla desde 2016 su actividad investigadora en la física del plasma y física nuclear, y docente como Profesora Titular de Universidad, formando parte, además, del actual equipo de gobierno del centro, como Secretaria.

Viena, Austria, 1986, son el lugar y año de nacimiento de Eleonora Viezzer.

Wenninger, R.P., corresponding author y primer colaborador, entre quienes se encuentra Viezzer, del artículo Solitary magnetic perturbations at the ELM onset, publicado en 2012 en: Nuclear Fusion 52 (11), 114025.

X Litaudon y más de 30 colaboradores más junto con Viezzer, constan en la coautoría del artículo Overview of the JET results in support to ITER, publicado en 2017 en: Nuclear Fusion 57 (10), 102001

Young Scientist Prize de la International Union of Pure and Applied Physics, premio obtenido en 2018. 

Zohm, Hartmut (Prof. Dr.), primer revisor de su tesis doctoral defendida el 21 de febrero de 2013 con el título: "Radial electric field studies in the plama edge of ASDEX". En acceso abierto en el repositorio institucional de la Biblioteca de la LMN München: DOI: 10.5282/edoc.16157 


©María José Gómez Fernández

Con esta aportación me uno a los #polivulgadores de @hypatiacafe 15 de febrero, 


PRISMA. Portal de Investigación de la Universidad de Sevilla. Unidad de Bibliometría
Talento a bordo. Iberia
Wikipedia.

Con toda mi admiración por aquellas mujeres tan sabias, tan cercanas, con las que nos cruzamos casi a diario, que hacen  ciencia desde la sencilla máxima de que su mayor pasión les permite desarrollar una labor de docencia,  investigación y divulgación: Tan cerca, tan sabia...

lunes, 27 de enero de 2025

Eternos momentos

El cuello le empezaba ya a molestar. Hacía un buen rato que mantenía el teléfono apoyado en el hombro sin separarlo de la oreja mientras continuaba reordenando los papeles de la mesa, buscando una anotación que no terminaba de aparecer. ¡Por Dios, qué barbaridad! ¿Cuánto tiempo más tendría que esperar para que la siguieran atendiendo? Se estaba empezando a aburrir de escuchar la musiquilla de fondo que se repetía en bucle hasta que respondiera alguien del departamento de facturación. ¡Nada, imposible!, decía en voz alta, a pesar de que eso no sirviera para nada. Manténgase a la espera... ¡Oiga, oiga!, reclamaba con ansia para hacerse oír aunque estaba claro que le hablaba a una máquina. Todos nuestros agentes están ocupados... ¡Y yo me acuerdo de toda tu parentela! ¡Que no puedo estar aquí toda la vida, caramba!. ¿Y dónde habré puesto el número de incidencia que me dieron hace diez días? Dando un tironcillo a un trozo de papel de cuadros respiró con alivio, como si por haber encontrado el número referente ya estuviera todo solucionado. Algo es algo, pensó, ¡venga, ahora a ver si se pone alguien de facturación!, y la música continuaba sonando entre su desesperación y su propia sorpresa por tararearla inconscientemente. ¡Seré boba, claro, también me puedo poner a bailar! Por favor, manténgase a la espera, le atenderemos lo antes posible... El cuello dolorido, la oreja echando humo, la desesperación subida por las paredes, ya no sabía ni qué era lo que tenía que reclamar; el teléfono sobre la mesa con el altavoz activado, el papel con el número de incidencia al lado, otro trozo de papel en blanco junto a él y en su mano derecha un bolígrafo preparado para escribir. Buenas tardes. No se lo creía. Buenas, respondió. Y de nuevo, buenas tardes, disculpe la demora. Por favor, si es tan amable, para poder localizar su expediente, me puede indicar su nombre completo y apellidos. Pero, oiga, ya he dado este dato cuatro veces a otras personas que me han ido atendiendo... Sí, mire, yo entiendo, pero es que necesito comprobar sus datos... El nombre y los apellidos, el DNI, el domicilio, el nombre del banco, y los sudores bajándole por la sien. ¡Oiga! ¿Sigue ahí? Sí, disculpe, ya enseguida tomo nota de su problema, estoy terminando de comprobar todos sus datos, un momento, por favor...

©Aji ~ ©María José Gómez Fernández

Mi contribución para la convocatoria de @divagacionistas de enero 2025 #relatosMomento 

Imagen tomada de la convocatoria de Divagacionistas

Publicado en recopilación de Divagacionistas, enero 2025.



lunes, 25 de noviembre de 2024

Esos seres de luz

Hace unos años visité una exposición de fotografía, dibujo y pintura sobre faros. Recuerdo que, mientras observaba las imponentes imágenes que se mostraban ante mis ojos, nada pudo impedir que mi imaginación volara hacia los lugares donde aparecían esos solitarios ingenios, pero también, que mi recuerdo, ineludiblemente, también volara hacia una figura en especial, que para mí continúa siendo un referente, y en los momentos favorables contemplo y admiro, pero en los adversos me ayuda a no perderme.

Hasta su particular olor a madera y dulce, me viene a la memoria,  entremezclado con el del barro, la piedra y, también con el de la sal del mar. Nunca tuve duda de que su figura irradiaba un aura de protección y positividad.

Mi querido pirata, mi padre...

Hay muchos seres que, a pesar de no existir ya, siguen estando ahí, emitiendo sus destellos para otras muchas personas, como avisos para navegantes, como los faros de los puertos y de las costas, delimitando y dibujando con el parpadeo de su luz los contornos del camino a seguir o a evitar.

Como esas construcciones son iconos de los parajes que habitan, así esos seres de luz son también iconos para las personas en las que siguen siendo una esencia. Su existencia y sus historias son referentes para quien las quiera tener en cuenta y, como ellos, llevarlas a cuestas, tenerlas en la memoria, para no olvidarlas, para imitarlas en lo bueno y obviarlas en lo malo; nos guían por la travesía de la vida, permanente e intermitentemente, iluminando el escollo, el mar embravecido por el viento y la tempestad, alertando de los límites con su luz que irrumpe en nuestra penumbra.

Gruesos o delgados, altos o bajos, redondos o cuadrados, con sus recovecos interiores comunicados por escaleras sinuosas que algunos pudimos subir y bajar, conocer en su intimidad. Faros como personas, personas que siempre serán como faros, anclados en las costas de nuestras vidas para evitar que vayamos a la deriva.

©Aji ~ ©María José Gómez Fernández

Mi contribución para la convocatoria de @divagacionistas de noviembre  2024 #relatosFaro 

lunes, 29 de enero de 2024

Ni videncia, ni psicoterapia

Sabe que el cielo y la tierra, las personas, las poblaciones, el mar, los ríos, los bosques y las montañas se extienden más allá de lo que su vista alcanza; lo sabe de sobra, es más, ha podido constatarlo cuando ha ido a algún lugar diferente, cuando ha visto a otras personas, o cuando parte de ello ha sido retransmitido en televisión, pero no es capaz de vislumbrar aquello que nunca ha conocido, lo puede imaginar, pero solo eso, y con márgenes de error.
Le ocurre lo mismo con su existencia; sabe que su pasado guarda lo vivido, y eso lo conoce bien, lo recuerda incluso con nostalgia, y también conoce su presente, que se diluye en segundos porque es tan efímero que se sucede con cada latido, pero, por mucho que lo intenta es incapaz de vislumbrar su futuro, ni el más lejano, ni a medio plazo, ni siquiera el más inmediato.
Le produce cierta incertidumbre no controlar lo próximo que vendrá, o cómo será todo aquello que aún no ha conocido pero irá conociendo, qué le deparará el destino, cuál será la siguiente piedra con la que tropezará. La incertidumbre se torna, incluso, en angustia cuando intuye que algo importante está pendiente de ocurrir, o cuando espera un resultado determinante y se devana los sesos situándose en las diferentes soluciones, sabiendo que hay otras que no está contemplando porque no es capaz de luchar con la incógnita de lo desconocido, de ver más allá, traspasando la esencia de lo que está por venir, y la incertidumbre, la angustia y un temor irracional le hacen volver una y otra vez a un lugar seguro, a una zona de confort, desde donde solo es posible dejarse llevar por cada segundo que marca el reloj, cada instante fugaz del momento, esencia del presente. Por eso no se atreve a acudir a psicoterapia, por no hurgar en el pasado ni en su entorno, cuyo conocimiento y dominio es lo único que le otorga cierta estabilidad, o así lo cree fervientemente. Y por eso mismo, aún menos, tampoco se atreve a acudir a una consulta de videncia, porque prefiere la angustia de la incertidumbre ante lo que está por suceder que enfrentarse a conocer un pronóstico aún más incierto realizado por azar. Mejor dejar que todo vaya sucediendo con cada paso que dé, con cada segundo que avance en el tiempo.

©Aji ~ ©María José Gómez Fernández

Mi contribución para la convocatoria de @divagacionistas de enero 2024 #relatosEsencia 

lunes, 1 de enero de 2024

Deambulando

 El pasado día 22 de diciembre, Diversidad Literaria me comunicó por escrito que mi relato "Deambulando" se encontraba entre los seleccionados del "II Concurso de microrrelatos Crónicas Microvampíricas", y que junto al resto de seleccionados, los finalistas y el ganador aparecería en la antología que se ha publicado con el mismo título.



Si deseas leer mi relato puedes hacerlo bajo esta línea:

DEAMBULANDO

Comenzó su sufrimiento cuando empezó a sentir ansiedad, el pulso acelerado, mariposas en el estómago al verla, estar cerca o percibir su olor. Cualquier hombre lobo, vampiro o híbrido sabía que el enamoramiento iba contra natura. Pero ocurrió. Él, fuerte, astuto, feroz, veloz y despiadado había caído rendido ante aquella mujer delgada, cual junco, de tez pálida que sonreía hierática desde sus labios salvajemente rojos. En las noches de luna llena solo ella lograba aplacar su instinto de licántropo.

©Aji ~ ©María José Gómez Fernández

lunes, 27 de noviembre de 2023

Cosas que pasan

---No me lo explico, últimamente está fallando muchísimo, todo lo ralentiza como si le costara traspasar cada segundo, cada minuto...

Mi amigo me hablaba con auténtica angustia, pero yo andaba metido en mis cosas, le hacía ver que tenía toda mi atención cuando en realidad solo escuchaba palabras sueltas de lo que me decía.

---Creo que le sobran cosas pero no sabría descartar las más importantes; tal vez así todo iría mejor... 

Lo miraba de soslayo, y en algún instante fijaba la mirada en la suya para que viera que le estaba escuchando como era debido, y es que yo estaba muy enfrascado en revisar el móvil y las notificaciones recibidas durante esa mañana. Él continuaba con su discurso, casi monólogo. Incluso comencé a sentir un cierto cargo de conciencia pensando que el pobre me estaba contando algo realmente importante para él y, sin embargo, yo no estaba a la altura de lo que estaba necesitando de mí, que era solo escuchar, escuchar y responder para constatar que estaba siendo atendido.

---Para mí que es algo de la memoria...

Por naturaleza somos tan egoístas que solo nos miramos y vemos a nosotros mismos hasta que das con el quid de la cuestión: ¿cómo me sentiría yo si me hicieran lo mismo que estoy haciendo ahora? Meditarlo un par de segundos te devuelve la respuesta: mal. Entonces reaccionas y te entregas por entero a las cuitas de tu amigo. ¿Y si es algo muy importante, incluso vital? Con la excusa de empatizar con él, le respondes formulándole una pregunta, aunque la razón verdadera es enterarte de qué narices te está hablando porque te niegas a admitir que no le estabas prestando casi ninguna atención:

---¿Me has dicho que se trataba de tu abuelo, verdad? ---sueltas como para ir atando cabos---.

---¿Pero qué dices, hombre? ¿Mi abuelo, qué tiene que ver mi abuelo con esto? ---responde perplejo, también preguntando---.

---Que piensas que a tu abuelo le está fallando la memoria, ¿no me estabas contando eso? ---me justifico con verdadero apuro---.

---¡Desde luego, estás para que te aten! Claro, como no quitas el ojo del teléfono pues no me estás escuchando. Te estoy hablando de mi móvil, que es nuevo y me está fallando como si tuviera problemas de memoria. Anda, déjalo, sigue enviando tu relato a Divagacionistas...

---Perdona, hombre, no tengo disculpas ---le contesto---.

Cuando levanto la vista se ha marchado.

©Aji ~ ©María José Gómez Fernández

Con este relato participo en la convocatoria #relatosMemoria de Divagacionistas (noviembre, 2023).

Publicado.


jueves, 26 de octubre de 2023

Echo de menos tanto...

Hace dos días recibí un WhatsApp de Diversidad Literaria comunicándome que mi relato se encontraba entre los seleccionados dentro del IX Concurso de Microrrelatos románticos “Porciones del alma”, y que junto con los relatos finalistas y el ganador aparecerá en una antología que han publicado.



Si quieres leer mi relato, puedes hacerlo bajo esta línea:

ECHO DE MENOS TANTO…

Esos momentos robados para nosotros, para un beso, hacer el amor a deshora, momentos robados a la rutina, al silencio, al sueño, al trabajo, mágicos e inolvidables, en los que el alrededor podía flotar e incluso no existir, porque solo éramos tú y yo. Momentos de miradas cómplices, conversaciones, proyectos, planes, debates, ilusión, paseos tomados por la cintura, cogidos de la mano, viendo la luna de noche desde la playa; bailando, extrañando ausencias, comiéndonos de deseo; tanto echo de menos…

©Aji ~ ©María José Gómez Fernández

domingo, 16 de julio de 2023

Los pasos en silencio

Hace dos o tres días, recibí un WhatsApp de Diversidad Literaria comunicándome que mi relato había sido seleccionado en el VIII Concurso de Microrrelatos sobre la mujer "ELLAS" (Temática: la mujer/es), y que junto con el relato ganador y los 10 finalistas forma parte de la antología que han publicado. 

Quien desee leer mi relato puede hacerlo bajo esta línea.

LOS PASOS EN SILENCIO


La abuela solía contarme su frugal historia de amor con aquel muchacho que nunca volvió de la Guerra del Rif y tampoco olvidó. Después la casaron y su existencia, como tantas, se redujo al anonimato. No te cases, le dijo a mi madre, que abnegada, fue una buena esposa. También me lo dijo a mí, que trabajo, soy madre, pareja, alzo mi voz por la igualdad, decido por mí. Hoy saboreo victoriosa el espacio que nos separa, oigo sus voces ancestrales y creo verlas sonreír con orgullo y gratitud: “¡sigue adelante!”


©Aji ~ ©María José Gómez Fernández



jueves, 29 de junio de 2023

De amor y rutina

 El pasado lunes, 26 de junio, Diversidad Literaria me comunicó a través de un WhatsApp que había sido seleccionada como finalista en el VII Concurso Internacional de microrrelatos «Escritores al alba». Se trata de un micro de cinco líneas, pero me hizo mucha ilusión. Ha sido publicado en una obra junto con el micro ganador, los otros nueve finalistas y el resto de seleccionados.

Para quien desee leerlo, pongo aquí el microrrelato.

DE AMOR Y RUTINA

Cuando la oscuridad va siendo devorada por pinceladas que devuelven tonalidades azules, rojizas, hermosamente mágicas; cuando los campos y el mar se van iluminando, ofreciendo sus vivos colores, su inmensidad eterna; cuando la vida parece volver en sí, y las pisadas, las ruedas, el ruido, el trasiego comienzan a tomar las aceras y el asfalto… En ese momento único, su cafetera programada hace un café mientras ella se arregla para salir al paso del nuevo día, y sus sábanas quedan húmedas de amor y deseo.

©Aji ~ ©María José Gómez Fernández

jueves, 15 de junio de 2023

El gato

 Dos horas y cincuenta y tres minutos.

Es el plazo de tiempo que me ha dado mi clienta para que le presente el resultado de mi investigación.

Este oficio, solo lo sabemos los que ejercemos como espías, es muy estresante, y, en ocasiones, rayano con lo surrealista.

Normalmente me encargan casos de infidelidades, presuntas bajas laborales, herencias, en fin, cosas más o menos normalitas. Ya quisiera yo que en mi larga carrera me hubieran encargado un caso de entramado de corrupción política, terrorismo internacional, trata de personas, bueno, algo más sofisticado que me hubiera permitido lucirme y salirme de mi zona de confort, pero no. En el fondo siento gran envidia cuando me repaso películas de James Bond, o leo libros de Patricia Highsmith, también películas, donde la investigación policial se acerca a la fina línea del trabajo del espía, aunque no es lo mismo, claro. Pero este caso, maldita sea, es diferente por completo porque, a ver, a quién le interesa la desaparición de un gato. Pues eso me han encargado y, el resultado de mis pesquisas durante un mes me han llevado a unas conclusiones también fuera de lo habitual.

Mi clienta es, quiero decir, era, hija de una señora dueña de un gran patrimonio mobiliario e inmobiliario, y también de un gato, que como he dicho antes, ha desaparecido, y me ha encargado que investigue a una buena parte de la parentela para saber quién ha podido hacer desaparecer al animal, y también porque teme por su propia vida, ya que ella aparece como albacea del gato, único heredero de la rica señora difunta.

Al contrario que el refrán: "muerto el perro, se acabó la rabia", aquí podemos decir: "desaparecido el gato, comenzó la rabia" porque, como es lógico, y así lo pensamos mi clienta y yo, si el gato desaparece y continúa desaparecido, puede hasta darse por muerto, y en tal caso, según el testamento, la heredera universal sería la única hija. Pero claro, en el testamento también aparecen nombrados tres sobrinos de la fallecida, así como la asistenta personal, beneficiaria de un diez por ciento del patrimonio mobiliario, y en última instancia, heredera universal en caso de que el resto de beneficiarios "faltaran". Ahí estuvo fina la finada, que quiso utilizar un eufemismo para no evocar a la muerte en el momento de testar.

A ver, le dije a mi clienta cuando me pidió mis servicios, pero ¿no se da cuenta de que usted es la principal sospechosa de la desaparición del gato?. Pero si yo lo adoro, por Dios, ¿cómo puede pensar tal cosa?. Señora, porque blanco y en botella, en fin...

Me demostró con documentos a la vista que ella no había podido ser la causante de la desaparición, por ejemplo, acondicionar como gatera la mansión principal de su madre, salvo cuarenta metros cuadrados que mi clienta destinaría a vivienda habitual para poder constatar de primera mano que el gato tenía todo lo que pudiera necesitar, incluso servicio personal.

Mis indagaciones empezaron por revisar palmo a palmo cada propiedad, fijándome en cada detalle, en cada objeto, siempre según indicaciones de mi clienta; continué por las cuentas bancarias, para lo que se me autorizó oficialmente; después me dediqué a indagar en los hábitos y comportamientos de las personas beneficiarias, siguiéndolas con la debida discreción. En realidad no observaba nada fuera de lo común, salvo, tras más de veinte días, y tras conversaciones con gente del servicio de las propiedades, un ligero hilo del que tirar, ya que me había llegado el rumor de que podría querer ponerse en venta algún inmueble. Tras plantear este descubrimiento a mi clienta me habló de una nueva persona en juego, una administradora de los bienes de la difunta. La telefoneé, identificándome como un inversor interesado en comprar uno de los edificios. Conseguí una cita discreta en una cafetería del centro, y tuve ocasión de exponerle en persona mi propósito. La administradora no se pronunció ni positiva ni negativamente, pero volvió a citarme, esta vez, en una nave industrial, también propiedad de la difunta.

Llegué a la hora acordada y esperé en el interior del coche, esperando que llegara. Unos minutos más tarde un vehículo aparcó justo delante del mío, y la administradora bajó de él, me hizo una seña levantando el mentón y girándolo hacia la puerta de la nave mientras se acercaba a la puerta, la abría y se perdía en el interior. Esperé un par de minutos y me dirigí a la nave y también entré.

Una tenue luz de bombilla ajada nos alumbraba. Nos sentamos en una pequeña mesa desgastada y empezó a plantearme sus condiciones. Serían ocho millones de euros, uno en metálico, a entregar en dos bolsas y un maletín, y el resto a través de una operación bancaria. Toda la operación sería a través suya, como administradora del inmueble. Estaba claro que sacaría partido al dinero en metálico. Le pregunté por el propietario y no contestó. Insistí una vez. Un golpe seco golpeó mi cabeza. Tres horas después desperté dolorido junto a mi coche, con un reguero de sangre. Ya era de noche. Estaba vivo. Fui a casa como pude. Llamé a mi clienta y concerté una cita para esta noche, cuando le entregaré mis conclusiones en un informe. Creo que el caso debe pasar a dependencias policiales.

Falta una hora y cincuenta y siete minutos

El gato continúa en paradero desconocido.


©Aji ~ ©María José Gómez Fernández

Relato aspirante a participar en el concurso de El Tintero De Oro 

miércoles, 3 de noviembre de 2021

"Halloween" para Cursiva

Publicado como seleccionado en la recopilación de Cursiva.

Participé con este #microcuento en la convocatoria de #JuevesConCuento de Cursiva (28 de octubre, 2021).

Muy agradecida. ©María José Gómez Fernández

jueves, 9 de septiembre de 2021

"Ciencia" para Cursiva

Con estos dos #microcuentos participé en la convocatoria de #JuevesConCuento de Cursiva (2 de septiembre, 2021).

Un día Ciencia se rebeló diciendo: “la inclusión comienza por el género de mi nombre”.

La Ciencia fue su profesión y su vida pero no pudo salvarlo de la muerte.

©María José Gómez Fernández


Publicado originalmente en El Doblao del Arte.

viernes, 20 de agosto de 2021

Todo está bien

Voy haciendo creer a todos que estoy bien; sonrío y hasta río, me ocupo a duras penas de mis obligaciones, sigo adelante como por la inercia de la supervivencia. Pero la realidad es bien diferente porque en la intimidad, o simplemente al volver la espalda, dar un giro, darme la vuelta, la tristeza toma cuerpo, la desazón y la soledad se instalan y reflejan su brillo en mi rostro, llenan el silencio, lo engrandecen, evidencian mis carencias, producen un eco con tu ausencia y me permiten la licencia de que asome alguna lágrima, aunque la gana de llanto es mayor que una simple lágrima, tímida, incipiente, que la piel absorbe sin casi dejarla resbalar mejilla abajo.

Cuando consiga llorar por fuera lo que llevo por dentro no sé si alcanzaré a desahogar esta angustia triste, este nudo, la carencia, la ausencia, todo lo que ahora no tengo; pero no lloro por mí, ni por ti, sino por no haber sabido conservar en su justo punto lo que teníamos; lloro por tener que mantenerlo en equilibrio sin tu presencia física, sin tu abrazo, sin tu cuerpo a cuerpo conmigo, con casa pero sin ella, con sueños en lontananza, carcomidos por el paso del tiempo, ese tiempo que nos envejece y que nos está haciendo perder nuestros últimos mejores años.

©María José Gómez Fernández

domingo, 13 de junio de 2021

Dueña de sus días

Cierra los OJOS buscando la paz interior, evadirse del entorno, sentir su propio pulso marcando el rumbo.
Ya no siente COSQUILLAS en el estómago.
Las golondrinas dejaron de visitar su balcón.
Intuye un oasis tras el DESIERTO que vislumbra en sus momentos de evasión; ¿para qué tanto pensar? El otoño llegará cuando corresponda, y tras él, el invierno, la primavera y de nuevo el verano con su denso aire irrespirable y calor abrasador.
Ya no quiere CORRER ni tampoco ir dando SALTOS; solo busca un caminar pausado, descubrir lo que esté por llegar, sin buscarlo.
Nadie volverá a hacerle daño.

©María José Gómez Fernández

Publicado originalmente en El Doblao del Arte.

Publicado en Cinco PalabrasRELATO DEL MES DE JUNIO (III): CARLOS SAINZ, PILOTO DE RALLY @CSAINZ_OFICIAL

lunes, 31 de mayo de 2021

Me llamo Simeón

Mi suerte cambió cuando me cogieron aquellas manos y me vi arrullado en otros brazos. Mis ojos apenas cerrados vieron otro rostro, la voz que me habló también cambió, era cariñosa; el olor del cuerpo que me acunaba se me quedó grabado desde aquel instante: era La Mamma, así escuché que la llamaban y se llamaba a sí misma refiriéndose a mí.

Ella y mi papá me llevaron a su casa, que desde entonces también fue la mía; allí me esperaban otros dos humanos más que sin duda eran sus hijos; nunca antes, en mi corta vida de mes y medio, pude sentir que me quisieran tanto. Iba a reventar de felicidad, hice pipí sobre La Mamma, jugué torpemente y me quedé dormido sobre uno de los muchachos, para mí, desde entonces, los niños.

Tengo juguetes, comida, agua, cariño, compañía, dos camas, una terraza, una casa y cuatro humanos que me adoran; doy paseos, voy al parque, tengo una familia, qué más puedo pedir. Adoro a mi veterinario, y como soy tan particular, es al único al que permito que me ponga inyecciones o me limpie los oídos; mejor así, porque tengo que visitarlo frecuentemente ya que, por simpatía con mis humanos mi piel es atópica, padezco de vez en cuando gastroenteritis, me dan miedo otros perros -casi todos-, ¡ggrrrr!; tal vez, como alguno me ha atacado he terminado por no poder ver a muchos, y es que me pongo tenso, muy tenso, y sale de mí un carácter que da miedo ¡guau, guau, ggrrrr, ggrrrr, guau, guau!!! Odio las motos y los petardos.

Imagen ©María José Gómez Fernández. Todos los derechos reservados
Imagen ©María José Gómez Fernández. Todos los derechos reservados


Me gusta acompañar a La Mamma, o a los niños mientras están en sus quehaceres, aunque a veces no me dejan porque me pongo en todo el medio y no los dejo pasar. Cuando los noto tristes o preocupados me acerco a ellos, rozo mi lomo y mi hocico en sus piernas, me siento a su lado, los miro con deseo de ayudar, pero no puedo hacer más; ellos me hablan en tono muy cariñoso para agradecerme el detalle, y así logro sacarles una sonrisa. Es lo que está en mi pata hacer para compensar un poco lo que recibo.

Mi destino era un bidón de la basura pero La Mamma me salvó de ese fin horrible. El 14 de julio cumpliré 6 años. Más que una mascota soy uno más de esta familia, ahora mía.

©María José Gómez Fernández

Con este #relatosMascotas participo en la convocatoria de mayo 2021 de @divagacionistas.


sábado, 6 de febrero de 2021

Primer sábado del mes, cita con Rosa. N.N. – Día 329, 6 de febrero

La cita con Rosa en vivo fue a la hora acostumbrada, la hora de la Buena Suerte, las 7 de la tarde. Me lancé sobre el ordenador con un nerviosismo increíble, y una vez terminó, poco después, lo apagué.

Me sentí de nuevo muy a gusto escuchando cómo nos saludaba; se interesaba por todos, nos pedía que nos cuidáramos. Me encantó que nos enseñara sus plumas estilográficas, bueno, solo algunas porque tiene muchas, e incluso nos iba contando una pequeña historia de cada una, pero la mejor historia fue la de la pluma perdida y encontrada años después por casualidad, lo que suele ocurrir muchas veces en la vida, que aparece lo que menos buscas mientras andas buscando otra cosa. No voy a contar yo esa historia, sino que quien esté interesado tendrá que ver el vídeo del encuentro con Rosa Montero.

Arropada, ilusionada, relajada, determiné comentar en el vídeo que necesitaba ver y escuchar a Rosa, tal como me salió la emoción la tuve que transmitir. Un gusto volver a verla. Para mí es una bocanada de energía y de luz, aire necesario para respirar.

¡Gracias Rosa!

©María José Gómez Fernández

viernes, 5 de febrero de 2021

Hasta el perro. N.N. – Día 328, 5 de febrero

Hasta el perro está extraño; se le ve triste, parece que nota el pulso del ambiente que a todos nos tiene sumergidos en una levitación de tristeza rara. Olfatea rincones y roza con su pata algún mueble, como llamando la atención, pero luego no quiere nada, ni jugar, tan solo pasa su cuerpo muy cerca de mi pierna y se roza con ella, y la empuja con su cabeza hasta que acerco mi mano y suavemente la paso por su pelo, y él aprovecha y la lame con suavidad, despacio. Después se tumba en su colchoneta, apoya el hocico en las patas delanteras y desde su posición de vigía en la garita, en su camita estratégicamente situada, otea el pasillo y las puertas, los posibles movimientos que le interesan, y no ladra, no duerme, parece dormitar pero está en guardia, para levantarse cuando alguien se levante y le convenga llamar su atención para salir de paseo. Su reloj biológico manda.

©María José Gómez Fernández

Publicado originalmente en El Doblao del Arte.

jueves, 4 de febrero de 2021

Cualquier día de este invierno. N.N. – Día 327, 4 de febrero

El día poco acompaña, como ayer, como hace varios días; la calle se ve más bien vacía, la gente se acobarda con el mal estado del tiempo, con la lluvia, con el frío, con el virus que, apostado, acecha, flota en el aire, se mete en el cuerpo que quiere, que puede; se notan los ánimos bajos y fríos, como las temperaturas, grises, como estos días, raros, como el ambiente que nos circunda.
Cualquier gestión a realizar se vuelve un mundo, ir al médico es toda una hazaña. Las ventanillas, atención al cliente, casi todo telefónico, virtual, y jode, porque en ocasiones es bien necesario tratar asuntos en persona, o recoger documentación original. El estrés sube grados porque los teléfonos arden sonando y nadie contesta al otro lado.
No sé nada, ni cuándo volveremos a vernos en persona, a hablarnos por teléfono, a enviarnos un mensaje de voz o hacernos una videollamada. No sé nada. Solo sé que te pienso, que todo duele, que intento esbozar sonrisas y las esbozo pero que nada es lo mismo, que falta algo, mucho, todo, que falta lo suficiente para sentirse pleno, aunque no será por intentarlo, pero nada es lo mismo, nada.

©María José Gómez Fernández
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