- ¿Y mamá, dónde está mamá?
- Poniéndose guapa -dijo el de siete años-.
- ¿Hoy no has traído regalitos? -preguntó el de cinco-.
- Bueno, es que Papá Noel, ¡os traerá pronto más regalos!
Amelia venía por el pasillo, guapa, radiante y dispuesta a comérselo a besos:
- ¡Ay Paco, qué ganas tenía de verte!
- ¡Y yo, mi vida! Siempre queriendo aprovechar los pocos días que estamos juntos -le dijo mientras la achuchaba y besaba apasionado-. Mira... Para ti...
Amelia abrió el paquetito y se llevó la mano abierta a la boca para tapar el gesto de admiración que se le había quedado al ver el contenido. Entonces le sonó el móvil.
![]() |
Imagen de andrewbeck, libre de uso, sin atribuciones: https://pixabay.com/en/users/andrewbecks-2948170/ |
- Espera cariño, lo cojo. Sí, soy yo, su mujer, pero no me llamo Carmen, usted debe estar confundiéndose, seguro. Mire...
A Paco se le heló la sangre en las venas mientras su mujer continuaba al teléfono, a saber con quién. No podía ser, o sí. Se rebuscó y se volvió a rebuscar, y nada, ¡nada!. ¡Mierda!. ¡Había olvidado su móvil en el bar por la mañana!, ¡con las tarjetas SIM intercambiadas!.
Se acabó. Tendría que contarle a Amelia la verdad sobre su otra familia, sobre su doble vida en la que se sentía tan cómodo, a pesar de todo. Iba a ser difícil de explicar, imposible de entender, pero con seguridad sería el fin de su matrimonio.
---------------------------------------------------
©María José Gómez Fernández
Con este relato participo en la iniciativa de diciembre 2017 de @divagacionistas #relatosTarjetas
Publicado en recopilación de #relatosTarjetas de diciembre 2017 @divagacionistas