Si mi querido PELUDO Simeón supiera leer le escribiría una nota que pudiera leer cada vez que salgo de casa y se queda esperando mi vuelta. Pero como no sabe leer lo que hago es hablarle con gran cariño, poniendo voz melosa con mimitos, y eso lo entiende y se alegra moviendo su COLA y mirándome con ojos amorosos que solo él sabe poner.
Eres la mitad de la felicidad MÍA, demostrando tu FIDELIDAD a pesar de la adversidad. Eres uno más de esta casa y de esta familia, eres parte de nuestra VIDA.
No permitiré que nadie te dañe.
©María José Gómez Fernández
Publicado originalmente en El Doblao del Arte.
Publicado en Cinco Palabras. RELATO DEL MES DE SEPTIEMBRE (IV): JAVIER TAIBO, EMPRESARIO
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