Después del fuego...
No se detuvo el tiempo
pero se paró el reloj,
su tic-tac enmudeció
y dio paso al silencio.
Los campos, casas, los árboles,
grises, humeantes, calcinados,
de cenizas cubiertos,
la antesala del silencio.
Animales con quemaduras,
otros rescatados vivos,
otros quemados y muertos,
quejidos que rompen el silencio.
Después del fuego
costará reconstruir la vida,
las risas y los pucheros,
reforestar y repoblar
de personas, plantas y animales
desde el vacío del silencio.
Después del fuego,
el dolor,
la desolación,
la ruina,
el silencio...
©María José Gómez Fernández
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