No eres más que yo,
no soy más que tú.
No dejes que te arrasen
ni te invadan, ni te pisen.
No permitas que nadie
te humille, te ignore,
te ridiculice, te grite.
Defiende tu sitio
con las mejores armas:
la razón y la palabra.
Defiende tu persona
con el silencio
cuando el contrario
busque gratuito
el enfrentamiento.
Nadie es más que tú,
nadie es más que nadie.
Tenemos diferentes
profesiones, estudios,
vivencias, entornos,
pero somos personas,
seres humanos por igual,
con honor, sentimientos,
capacidad, voluntad,
derechos, libertad.
No eres una marioneta
y nadie es más que tú.
Haz valer ante ti y los demás
la importancia de ser tú.
©María José Gómez Fernández
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