¡Ay, los de arriba!
Eso de estar por arriba hay quien se lo tiene muy creído. Muy creído y muy mal empleado porque son bastantes los que, asentados, en su parcela de poder la usan como base experimental de clientelismos y sectarismos, y hasta parecen disfrutar moviendo sus piezas en el tablero y viendo que perjudican a otros, pero eso, eso no importa, porque lo que de verdad les importa es que nadie ponga en peligro su parcela de poder, ni la invada; y si se sienten mínimamente invadidos atacan con sus armas al alcance, saltándose reglamentos y normativas impunemente para defenderse de cualquiera que pueda aletear y mover su torre de naipes construida sobre la ineptitud y la toxicidad.
©María José Gómez Fernández
Publicado originalmente en El Doblao del Arte.
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