Trocitos de tiempo que cuelgan
no se sabe de dónde,
y que parecen flotar
en el aire,
nublados a ratos
por otros trocitos de tiempo
que se cruzan y pasan,
por el aire.
Es una de las percepciones
de la felicidad en fragmentos.
©María José Gómez Fernández
Publicado originalmente en El Doblao del Arte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario