Cosquilleo interior,
trepa, se agarra,
se escurre, se agarra
y de nuevo trepa,
como lo hacen tus dedos
cuando recorren mis recuerdos
igual que antes recorrían
mi cuerpo.
Al filo de la madrugada
estás sin estar
pero aunque estás,
ni estás ni acudes
a la cita de cada noche
en la nube.
©María José Gómez Fernández
Publicado originalmente en El Doblao del Arte.
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