Paso las horas prendida en tus recuerdos
que caen por mi memoria,
como caen las hojas de los árboles,
y crujen ya secas al pisarlas,
y crujen en mis adentros.
Me oigo en el silencio cuando te hablo
al tiempo que escribo lo que siento,
rellenando papeles o pantallas
diciendo que te pienso y que te tengo ganas,
y crujen en mis adentros.
Crujen en mis adentros
las ausencias y presencias,
tu voz que me acaricia,
tus manos que me hablan,
tus labios que me mecen,
en la distancia sin distancia,
susurro de una luz prendida
en la madrugada.
Crujen en mis adentros
las horas, los minutos, los segundos,
de este tiempo que se gasta y pasa,
y aunque no te vean conmigo,
a mi lado vas, a mi lado andas,
y no importa si afuera cae el mundo
porque cruje en mis adentros
el olvido que calla,
el amor cuando habla.
©María José Gómez Fernández
Publicado originalmente en El Doblao del Arte.
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