Si a pesar de la distancia no hay olvido,
si el pensamiento no puede soltarte
porque te lleva enredado, y te gusta,
te gusta ese enredo que te hace,
eso es querer.
Si tienes vivo el deseo de volver a amar,
volver a besar y respirar el aliento
y notar el latido de esos labios,
volver a abrazar y desnudar con la mirada,
eso es querer.
Si me acompañas en los sueños,
o en los paseos caminas a mi lado,
y te hablo como si estuvieras,
y, aunque no estés, nos sentamos a tomar algo,
eso es querer.
Si imagino mil situaciones contigo,
tan reales como si estuviéramos,
y te veo en las calles, entre la gente,
en la casa, en la mesa, en la cama,
eso es querer.
Si lo que me hace feliz es que tú lo seas,
que estés bien, que no te derrumbes,
que nada te roce ni te dañe,
que seas tú, el original sin desvirtuar,
eso es querer.
Si noto mariposas al hablarnos,
si echo de menos tu risa y tu voz,
si me siento como desamparado
al pensar que pudiéramos dejarnos,
eso es querer.
Si no puedes doblegar lo que sientes
ni tampoco gobernar tu corazón,
no lo impidas, ni lo fuerces a cambiar,
ni lo intentes, ni lo niegues,
porque eso, eso es querer.
©María José Gómez Fernández
Publicado originalmente en El Doblao del Arte.
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