Como siempre, un gustazo leerte, Rosa.
El tiempo, ese bichito inquieto... A veces nos sobra, tantas otras nos falta, pero todo es cuestión de nuestra percepción, en la que por supuesto influye el entorno, los acontecimientos, nuestras vivencias, anhelos, planes.
Y hablando de planes, ¿por qué no hacerlos para 2021? Es cierto que si lo pensamos dos veces se nos quitan las ganas ya que pueden desmoronarse como un castillo de naipes, pero aún así debemos hacerlos, o al menos, contemplarlos en nuestro horizonte, y si podemos verlos cumplidos mejor, pero si no es así, habrá sido por algo, y tendremos que analizar si ese algo lo mereció.
Sin duda es mejor vivir el día a día, degustarlo, exprimir los minutos y hacernos un zumo de tiempo, y beberlo. Hay que beberse el tiempo con sed y gana, atendiendo obligaciones y perdiéndonos en lo que nos da vida, esos placeres que a cada cual, según el momento, le motivan a vivir.
El tiempo es exacto, lo que varía es nuestra percepción del mismo. Siempre transcurre igual, segundo a segundo, pero somos nosotros los que pensamos que se detiene, que se ralentiza, o por el contrario, que vuela y no nos hemos dado ni cuenta de cómo ni cuándo pasó.
A pesar de todas las percepciones que podamos tener del tiempo, yo quiero pensar en positivo, sobre todo en lo referente a 2020, y decir como Manolo García en su canción: "Nunca el tiempo es perdido".
¡¡Un abrazo raluco!!
©María José Gómez Fernández
Publicado originalmente en El Doblao del Arte.
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