Le estaba dando tanto CORAJE ver al animalito en brazos de semejante piltrafa humana que se tragó su miedo y le exigió que le diera el perro.
Cuando esos ojos la miraron, mientras lo sostenía en sus manos, entendió que el SENTIDO de la palabra AMOR era más grande de lo que hasta ese momento pensaba.
Dar una oportunidad de vida a ese animal no suponía LONGANIMIDAD ni GENEROSIDAD por su parte; simplemente era un canto a la vida.
Protegido, se durmió acomodado en su regazo, irradiando calor. Entonces no imaginó que aquella bolita de pelo le aportaría tantas cosas.
©María José Gómez Fernández
Publicado originalmente en El Doblao del Arte.
Publicado en Cinco Palabras. RELATO DEL MES DE AGOSTO (II): ÁLEX ROVIRA, @ALEXROVIRACELMA, ESCRITOR, ECONOMISTA Y DIVULGADOR
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