Los cobardes,
los incompetentes,
los débiles
siempre se escudan
en la valentía,
en la competencia,
en la fortaleza
ajenas,
criticando y humillando,
dejando así en evidencia
su propio problema: ser tóxicos.
©María José Gómez Fernández
Publicado originalmente en El Doblao del Arte.
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