sábado, 26 de septiembre de 2020

La importancia de ser quien eres. N.N. – Día 196, 26 de septiembre

No eres más que yo,
no soy más que tú.
No dejes que te arrasen
ni te invadan, ni te pisen.
No permitas que nadie
te humille, te ignore,
te ridiculice, te grite.
Defiende tu sitio
con las mejores armas:
la razón y la palabra.
Defiende tu persona
con el silencio
cuando el contrario
busque gratuito
el enfrentamiento.

Nadie es más que tú,
nadie es más que nadie.
Tenemos diferentes
profesiones, estudios,
vivencias, entornos,
pero somos personas,
seres humanos por igual,
con honor, sentimientos,
capacidad, voluntad,
derechos, libertad.

No eres una marioneta
y nadie es más que tú.
Haz valer ante ti y los demás
la importancia de ser tú.

©María José Gómez Fernández

viernes, 25 de septiembre de 2020

Un cerdo en el edificio. N.N. – Día 195, 25 de septiembre

Si en tu edificio no hay un cerdo entonces tienes mucha suerte, pero seguro que en muchos edificios hay al menos un cerdo, y no precisamente de esos que comen bellotas y de todo, y se revuelcan en barro, no, sino un cerdo en su acepción de persona sucia y grosera.

Me explico, aunque creo que ya se intuye por dónde voy. Me refiero a persona grosera porque no tiene consideración con los demás y realiza acciones con las que falta al respeto a otras personas. Y me refiero a persona sucia por su comportamiento incívico, insalubre y poco higiénico. ¿Por qué? Pues porque no tiene contemplaciones cuando se dedica a arrojar basura por doquier en el edificio donde vive y que comparte con otros vecinos: papelitos, papelotes, trozos de cartón, fragmentos de basura menor, mascarillas sucias, bolsas de basura chorreando líquido apestoso que mancha el suelo por donde pasa, y lo último, bolsas de basura rotas conteniendo cualquier resto orgánico, plástico, papel y vidrio -posiblemente con la intención de que su contenido, sin separar para reciclaje, se desparrame por cualquier parte-.
No sé si has tenido la fortuna de no toparte con alguien así, pero si no es el caso, entonces puedes decir como yo que hay un cerdo en tu edificio.

©María José Gómez Fernández

Publicado originalmente en El Doblao del Arte.

jueves, 24 de septiembre de 2020

Un soplo de aire. N.N. – Día 194, 24 de septiembre

Vorágine, carreras para llegar a todas partes, prisas, estrés, obligaciones, horarios, contratiempos, reloj, reloj, reunión, terminar el trabajo, dar cuentas, hacer informes, correr para volver a casa, correr para llegar a todas partes, comprar, los olvidos, cocinar, horarios, horas que se echan encima, horas idas, horas a las que no llegas, horas que se pasan y no vuelven más, comidas, cenas, desayunos, cafés, encuentros frugales, encuentros virtuales, encuentros anhelados, y vuelta a las prisas, prisas hasta para ir a dormir, prisa por conciliar el sueño, el sueño que no llega, que no quiere apoderarse de uno, el descanso sin el sueño, el descanso a medias, hasta que suena el despertador, lo apagas de un manotazo, procurando no romperlo para no tener que comprar otro, y las prisas, más prisas, para asearte, vestirte con tu disfraz de competencia y resolución, de jovialidad, de sonrisa dibujada, y para qué tanta sonrisa que queda tapada por la mascarilla, y antes de salir a la calle, un poco de carmín que nadie verá, y una línea en los ojos, y a correr, para llegar a tiempo, ese tiempo que luego falta para todo lo que uno necesita hacer para desahogar y llenar su espíritu...

Vivimos en un bucle de ritmo desenfrenado y absurdo. Un poco de aire, por favor.

©María José Gómez Fernández

Publicado originalmente en El Doblao del Arte.

miércoles, 23 de septiembre de 2020

Sentimientos, sin más. N.N. – Día 193, 23 de septiembre

Ya no me empeño
en poner nombre
a los sentimientos.

Ya no me empeño,
solo los siento,
a veces los comparto,
y casi siempre
me los dejo dentro.

©María José Gómez Fernández

Publicado originalmente en El Doblao del Arte.

martes, 22 de septiembre de 2020

Esa extraña noche. Microrreto Sueños de Robot. N.N. – Día 192, 22 de septiembre

Esta es la primera vez que participo en estos Microrretos. No recuerdo bien cómo tropecé con este reto de escritura y con el blog El Tintero de Oro pero me atrajo la idea, me he hecho seguidora del blog, de su cuenta de twitter y facebook, y además me he lanzado a participar utilizando por primera vez un generador de argumentos. Creo haber utilizado todos los elementos del argumento escogido. Le he dado varias vueltas y este es el resultado, así que espero que os guste.


  •  argumento que te salga al hacer clic en el botón Generar nuevo argumento.
  • Escribe un microrrelato de hasta 250 palabras como máximo basándote en todos o alguno de los elementos que os aparezca en el argumento generado.
  • Publica el microrrelato en tu blog junto al argumento en el que te basaste. Explícanos qué elementos de ese argumento escogiste para escribir tu micro.
  • Deja un enlace a tu micro en los comentarios de esta entrada para que pueda añadirlo a la lista y que todos puedan leerlo.
  • Tienes de plazo hasta el 30 de septiembre.

Argumento que me salió al  hacer clic en el botón “generar nuevo argumento”:

Argumento:
Un diseñador de interiores con profundas creencias religiosas y una meteoróloga adicta a la televisión, se volverán vampiros, pero una maquilladora de cadáveres se cruzará en sus caminos, en una historia con varias líneas temporales que habla sobre la separación de los seres queridos y las víctimas de abusos.

ESA EXTRAÑA NOCHE

En el aire, en la sombra, espera agazapado para saltar sobre su próximo objetivo. Nadie lo ha visto pero el vampiro sabe que cada vez son más.

Eladio echa la persiana de su tienda-estudio de decoración de interiores. Cansado por el largo día, da gracias a Dios porque el negocio ha sido bueno, a pesar de la situación crítica que atraviesa el país. De pronto, una mordida en su cuello. Horas más tarde lo encuentran muerto tendido en el suelo delante de su establecimiento.

Terminado su espacio "El Tiempo" en el informativo de la noche, Mar sube con prisa a su coche para volver a casa, ansiosa por llegar para verse en el programa que dejó grabando. Sin tiempo a cerrar la puerta, siente un agudo dolor en su cuello, y apenas puede comprobar cómo una boca succiona su sangre. Por la mañana descubren su cuerpo en el asiento del coche, con la puerta entreabierta.

Teresa no habla con ninguno de sus clientes a pesar de tener que atenderlos, pero esa noche es una excepción porque cuando se dispone a maquillar a Mar, ésta abre los ojos y se levanta. Eladio también. Teresa se quiere morir del susto y la impresión y retrocede hasta un rincón del depósito, aunque ninguno de los muertos se muestra agresivo.

-¡Estáis muertos! -les dice llena de pánico-.
-¡Señor, si no he podido ni despedirme de mi marido! -dice Eladio-.
-Hemos sido víctimas de un ataque -añade Mar-, ¡esto tiene que salir en las noticias!

©María José Gómez Fernández

Publicado en El Tintero de Oro.

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