Salvador Dalí: "Reloj blando en el momento de su primera explosión". De: http://eltamiz.com/elcedazo |
La mano para encontrar el despertador y apagarlo, para pulsar el interruptor de la luz, para hundir las yemas de los dedos en los ojos, masajeándolos suavemente; unas zapatillas cerca de la cama para poner los pies y que puedan encaminarse al cuarto de baño, debidamente equipado, lugar de primera parada obligada cada mañana; agua corriente en el grifo para despejar la modorra del sueño y asearse debidamente; una cocina y en ella, una cafetera y un café, con leche, por favor, y azúcar; la ropa para vestir y los zapatos para calzar; el bolso con todo su imprescindible contenido, excesivo para algunos; las llaves de la casa y del coche; la energía suficiente para empezar otra jornada con todas sus horas, sus sorpresas, sus imprevistos, sus alegrías y desencantos; la brisa fresca de la mañana en la cara; el impulso del conquistador; la ilusión del viajero; el zumo de energía; la ansiedad difusa en forma de humo...
Estas son algunas de las cosas que deben incluirse en la lista de lo necesario para empezar la mañana; es seguro que hay más por añadir pero que sea cada cual quien haga su propia revisión y confeccione su lista a medida.