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martes, 15 de agosto de 2017

Carne sitiada

Años difíciles,
de desconcierto y desorden.
Crisis de identidad humana,
crisis de derechos y dignidad.

Carne que sufre y que muere,
carne que mata y destruye,
carne que huye y emigra,
como puede, o sin poder.
Carne que se desmadra
en interminable carnestolenda.
Carne que busca un líder,
político o espiritual.
Carne que no quiere pasar hambre,
y que vive para trabajar,
mientras otros optan por robar.
Carne despedazada
en atentados cruentos.
Carne sacrificada
por desquicie de un suicida
que no quiere morir solo.
Carne reventada
por desastres naturales.


La ciudad y el país no importan;
puede ser cualquier sitio.
Son años difíciles,
de desconcierto y desorden.
Y pasarán a la historia
como etapa de transición,
como tiempos de incertidumbre,
posible preámbulo de guerra,
mediocridad política,
ideologías convulsas,
injusticia social.

Años que estamos viviendo
en nuestra carne,
carne humana,
carne sitiada.

martes, 1 de noviembre de 2016

Coletazos de Halloween

Alguna instantánea de los coletazos de Halloween al lado de casa, después de una pesadilla de petardos y petardos explotando sin fin, pandillas de niños de 15 años y menos pateando coches, lanzando piedras contra los edificios, destrozando mobiliario urbano, atentando contra los árboles, asustando a las personas, intimidándolas.

No se trata de rechazar esta fiesta o preferir otro modo de celebrar estas fechas, se trata de valores perdidos o que nunca hubo, vandalismo barato y dañino, y sobre todo ausencia de educación.



domingo, 1 de diciembre de 2013

Con el alma al aire: Esto es la jungla

La calle está tan desierta que parece que la hubieran fumigado con matarratas; no hay ni un alma, la basura está desparramada por la acera -seguro que anoche más de un gamberro aburrido zarandeó y pateó sin consideración los contenedores y se fue luego muy a gusto a su casa, o a saber dónde, dejándolo todo hecho un verdadero asco-; las papeleras que cuelgan de las farolas tampoco están en su sitio y desperdigan todo su contenido por todas partes. Es una panorámica desalentadora que invita a sentirse inseguro ahí abajo, y éso que pagamos el IBI, y la tasa de basura junto con la factura del agua, pero el Ayuntamiento parece hacer oídos sordos y ojos ciegos, se olvida de que ésto ocurre y limpia las calles en condiciones muy de vez en cuando.
Ni que decir tiene que la policía tampoco interviene mucho que se diga, y mira que montan controles a cada dos por tres, buscando no se sabe qué, si droga, delincuencia, dinero blanqueado... el caso es que detienen a una persona de tarde en tarde, desmontan el control que ha provocado atascos y ha suscitado la curiosidad de la gente del barrio, y luego, si te ví no me acuerdo; que ya pueden estar quemando unos maleantes mobiliario urbano, que cuando aparece la policía ya hace tanto que se fueron que es imposible seguirles el rastro.

De: El Ideal
De: El Ideal


También puede que la calle esté desierta porque hace un frío de narices y éso acobarda mucho para salir, aunque habrá que hacerlo, aunque sea para comprar pan y cuatro cosas que faltan en la casa.


Axi se viste, se empeta de ropa, se calza unas botas calentitas, revisa lo que hay que comprar, lo anota, se cuelga el bolso -fiel compañero que carga con todo lo que sea-, abre la puerta, sube al ascensor, baja hasta la entrada, sale de su edificio, observa con asco e indignación, a pie de calle, la imagen que desde la ventana podía ver con perspectiva de vuelo de pájaro, y se adentra en la jungla de bricks, cartones de pizzas, bolsas de plástico que giran en círculo, cristales rotos, y otros residuos, mientras se dirige a los contenedores para tirar la basura dentro -estúpido empeño, porque luego lo desparramarán todo y aún habrá más porquería en la acera-; luego se sacude la ropa y las manos, porque tiene la sensación de que se ha sumergido en la basura para poder tirar la suya propia, y se encamina a una de las tiendas del barrio, con el bolso bien seguro y el móvil y el tabaco a buen recaudo, ¡por si acaso!
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