domingo, 31 de mayo de 2020

77 razones para continuar. Fase 2 – Día 77, referido al 30 de mayo

1-Hace ya muchos días que nuestra vida dio un vuelco.
2-Mucha gente en todo el mundo se ha quedado sin empleo.
3-Mucha gente en todo el mundo no podrá reabrir sus negocios.
4-Mucha gente en todo el mundo ha muerto.
5-Mucha gente en todo el mundo sufrirá las secuelas por haberse contagiado.
6-Estamos cansados de no poder hacer las cosas como las hacíamos antes.
7-Sabemos que no podemos hacer las cosas como las hacíamos antes.
8-Todos hemos cambiado.
9-La vida ha cambiado.
10-Los cambios han llegado para quedarse.
11-Tendremos que aprender a convivir con los cambios.
12-No hay aún vacuna, ni tratamiento, pero lo habrá.
13-Cuando haya vacuna y tratamiento tampoco podremos despendolarnos.
14-Tenemos que ser conscientes de que hay más virus desconocidos por llegar.
15-No se trata de vivir con miedo, sino con precaución.
16-Volveremos a vernos.
17-Volveremos a abrazarnos.
18-Volveremos a besarnos.
19-Volverá a haber conciertos.
20-Volverán a celebrarse bodas con muchos invitados.
21-Volverán funerales multitudinarios.
22-Se llenarán los campos de fútbol.
23-Las universidades combinarán la presencialidad y la virtualidad para su docencia.
24-Todos los centros educativos combinarán la presencialidad y la virtualidad.
25-Viajaremos menos.
26-Seremos más selectos en nuestros viajes.
27-Nos volveremos un poco recelosos, sin llegar a obsesionarnos.
28-La vida sigue. Tenemos que seguir adelante.
29-Seguirán cometiéndose delitos.
30-Seguirán cometiéndose fraudes.
31-Tenemos que aprender a disfrutar más los pequeños detalles.
32-Las plataformas de televisión de pago ganarán clientes.
33-Habrá más pobres y los que ya lo eran serán aún más pobres.
34-Los más ricos seguirán siendo ricos.
35-Seguirán naciendo niños y niñas.
36-Seguirán muriendo personas.
37-Seguiremos cometiendo errores.
38-Siempre seguirá habiendo solidaridad, puede que más.
39-Volverá la contaminación a las ciudades.
40-El mundo volverá a estar más contaminado.
41-Miraremos hacia atrás y nos sentiremos triunfadores.
42-Miraremos hacia atrás y nos emocionaremos.
43-No sabemos durante cuánto tiempo tendremos que usar mascarillas.
44-No sabemos durante cuánto tiempo tendremos que mantener la distancia de seguridad.
45-Seremos más reacios a usar transporte público.
46-Nos obsesionaremos con la limpieza.
47-Será complicado cuando haya que explicar algo justo al lado de otra persona.
48-Seguiremos siendo cobardes y osados.
49-Los libros siempre estarán a nuestro lado.
50-Amaremos y odiaremos por igual las redes sociales.
51-Seguirán faltando productos en los supermercados.
52-Siempre habrá irresponsables y también responsables.
53-Seguiremos pensando que el mundo no es igual si no es a su lado.
54-Y siempre nos faltará alguien.
55-Tendremos que seguir adelante porque nuestro tiempo no ha acabado.
56-Las flores se abrirán en los jardines y los campos.
57-La luna asomará cada noche.
58-La estación espacial sobrevolará incansable La Tierra.
59-Las estaciones del año continuarán pasando.
60-Seguiremos cumpliendo años.
61-Nos gustará reunirnos con amigos, con familiares.
62-Nos gustará reunirnos para empezar de cero donde lo dejamos.
63-Seguiremos hablando de cualquier cosa en la calle, en los parques, en los bares.
64-Muchos buscarán trabajo.
65-Algunos encontrarán trabajo.
66-Muchos pequeños empresarios cambiarán su enfoque laboral.
67-Muchos empresarios grandes y pequeños podrán seguir ofreciendo trabajo.
68-El sol saldrá y se pondrá a diario.
69-El precio del crudo y de la electricidad volverá a dispararse.
70-Tendremos que ahorrar para afrontar los momentos de crisis que vendrán.
71-No podemos desfallecer porque siempre de nosotros depende alguien.
72-Veremos una luz al final del túnel.
73-Cuando no veamos una luz al final del túnel la pensaremos.
74-Pensaremos en el último verano de antes.
75-Soñaremos con un verano como los de antes.
76-Soñaremos bonito cada noche pensando en reencontrarnos.
77-Mientras sigamos ahí, todo será posible, seguiremos adelante.


©María José Gómez Fernández

Publicado originalmente en El Doblao del Arte.

sábado, 30 de mayo de 2020

El péndulo. Fase 2 – Día 76, referido al 29 de mayo

Pasará el tiempo,
quién sabe cuánto,
pero será otro tiempo.
Habrá otro lugar,
quién sabe cuál,
pero será otro escenario.
El dolor y el amor persistirán,
quién sabe cómo,
pero acordarán algo.
Habrá otra ocasión
quién sabe cómo, dónde, cuándo,
pero será otra oportunidad.
Entretanto
llega el futuro,
el péndulo
va y vuelve,
del pasado al presente,
del presente al pasado,
del presente al futuro.


©María José Gómez Fernández

Publicado originalmente en El Doblao del Arte.

viernes, 29 de mayo de 2020

El amor no duerme. Fase 2 – Día 75, referido al 28 de mayo

Nunca sabes lo que te deparará el DESTINO. Esa RETAHÍLA se traía y llevaba siempre su madre, tanto que se la inculcó como otra enseñanza más. En el momento que estaba viviendo, le venían e iban a la cabeza continuamente las vivencias de ANTAÑO; algo inevitable, a decir VERDAD, y procuraba que cada vez le doliera menos todo el recuerdo, consolándose en que seguía latente porque los sentimientos seguían ahí. La única REFLEXIÓN que le cabía era averiguar cuál había sido la dificultad que se habían impuesto para no poder vencer sus desavenencias. Pero el amor de verdad no duerme...
©María José Gómez Fernández
Publicado originalmente en El Doblao del Arte.

jueves, 28 de mayo de 2020

La ciudad despierta. Fase 2 – Día 74, referido al 27 de mayo

La ciudad parecía tener otra vida esta tarde, como hace algo más de dos meses: tráfico, controles de policía, transeúntes, ruido, ritmo de prisas, entre otras pulsaciones devolvían a la calle ese parecido con un hormiguero; sin embargo, algo en las caras de la gente recordaba que no era igual que hace más de dos meses, y eso que no todas las personas la llevaban. Sí, la mascarilla, a eso me refiero. Al poco, una vez en el parque donde antes casi se podía contar la gente con los dedos de la mano, el colorido de ropas deportivas, los movimientos acompasados de los corredores, los niños saltando, los perros jugando, eran detalles que constataban que las cosas habían cambiado porque en el mismo periodo del año pasado, por ejemplo, el parque habría pintado bastante más solitario, pero ahora quien más quien menos se arroja al paseo de la tarde, a hacer deporte, a salir para que le dé el aire en la cara y para desentumecer los músculos después de tanto tiempo de encierro, necesario y prudente aislamiento. Pero ya se va notando que estamos llegando a un límite de aguante que se va a rebasar, que de hecho se está rebasando.
Un coro de rostros buscando en el aire encontrar algún parecido con el cercano pasado. La ciudad va despertando.


©María José Gómez Fernández

Publicado originalmente en El Doblao del Arte.

miércoles, 27 de mayo de 2020

Hueco. Fase 2 – Día 73, referido al 26 de mayo

Si no has sentido
recomiendo por dentro
un dolor agudo,
una falta de aire
al respirar...
no puedes decir que has amado.

Si alrededor
todo es extraño,
oscuro y lejano,
y solo percibes
un hueco amargo...
admite que sigues amando.


©María José Gómez Fernández

Publicado originalmente en El Doblao del Arte.

lunes, 25 de mayo de 2020

La puerta abierta. Fase 2 – Día 72, 25 de mayo


La vida es como una rueda. Nos movemos en círculos aunque no lo percibamos. Nacer, crecer, jugar, estudiar, trabajar, amar, fracasar, caer, subir, reir, llorar, morir, podrían ser algunos de los palos de esa rueda de la vida. Cada persona tiene su propio círculo vital pero los círculos de una o varias personas se entrecruzan continuamente, en las diversas relaciones sociales, ya sean de trabajo, amorosas, de vecindad, de amistad, familiares. Entonces coinciden en algún punto, existe una intersección que tiene una duración en el tiempo y en el espacio, un principio y un final. Estoy recordando una historia muy reciente de dos personas que por azar de las vueltas de la vida se encontraron con que sus círculos vitales coincidieron, conectaron, formaron pareja, hicieron proyecto de vida juntos, sin saber cuál sería la duración de la interconexión de sus círculos vitales -¡claro, eso no lo sabe nadie!-, bailaron, rieron, se amaron hasta el infinito, con esa complicidad que solo existe en las miradas de los amantes que se beben sus cuerpos, hasta que un día indeterminado, la monotonía, los alicientes, las preferencias, los descontentos, la desidia, la desazón, las diferencias, comenzaron a instalarse en su día a día, y ninguno quiso entender al otro porque ninguno quiso escuchar el corazón del otro -¡qué iban a saber ellos que el punto de interconexión de sus círculos vitales estaba a punto de llegar a su fin!, se habrían evitado tantas discusiones estúpidas e ingratas...-. A partir de ahí, se acercaron peligrosamente a los límites que se rebasan con facilidad pero después uno se arrepiente de haber rebasado. Daba igual el arrepentimiento porque los círculos se habían dejado de cruzar. Ahora se preguntan si sería posible que la vida los pusiera de nuevo al uno en el camino del otro, lo hablan tranquilamente, como hace mucho no hablaban. Y la pregunta queda en el aire, porque todo es posible cuando hay sentimientos vivos y puertas que continúan abiertas; todo es posible cuando ignoramos si en la rueda de la vida está prevista otra nueva intersección de los círculos vitales de las mismas personas entre sí. Pero ellos no conocen la existencia de esos círculos ni de sus tiempos, así que se agarran a lo que sí saben: dejar los sentimientos sobre la mesa, el entendimiento funcionando y la puerta bien abierta.

©María José Gómez Fernández

Esta entrada participa en la iniciativa #relatosCírculos @divagacionistas lunes 25 de mayo 2020.

Publicado en @divagacionistas.

Besos de la vida. Fase 1 – Día 71, referido al 24 de mayo

La vida va dando besos al aire,
palmaditas en la espalda,
puñaladas en el alma,
puñetazos en la cara.

Como un carrusel de feria,
la vida gira, se para,
recorre territorios,
pueblos y ciudades enteras.

Como un vagabundo,
la vida va dando tumbos.
Pero también se afinca,
sienta raíces y se esparce.

La vida a veces se acaba,
y otras sin acabarse,
bifurca caminos y alianzas.

Pero a veces la vida,
tierna y seductora,
te guarda sorpresas
y cuando menos lo esperas,
también te besa en la boca.


©María José Gómez Fernández

Publicado originalmente en El Doblao del Arte.

domingo, 24 de mayo de 2020

No tiene sentido. Fase 1 – Día 70, referido al 23 de mayo

No tiene sentido.
Un náufrago doliente
se agarra a las entrañas,
trepa por las lágrimas
y sigue su corriente.

No tiene sentido.
Se torna oscuro el día,
se hace noche, de repente.
Insistente, un perro olfatea
un rastro ya inexistente,
y se tumba con mirada triste,
esperando la vuelta imposible.

No tiene sentido.
Las horas no detienen las manillas
del reloj que marca del tiempo
su paso inexorable.
No volverán golondrinas,
ni claras ni oscuras,
ni flores a los balcones,
ni palabras de amor a tus oídos
como las que tuvimos.
Otras serán, pero no tendrán sentido,
como si fuera otro idioma, otro mundo
que no sabrá querer como yo he querido.

No tiene sentido.
Pero duele, tanto duele,
que aunque no tenga sentido,
seguimos queriendo, tanto
que ni puedes olvidar ni olvido.


©María José Gómez Fernández

Publicado originalmente en El Doblao del Arte.

sábado, 23 de mayo de 2020

Movimiento. Fase 1 – Día 69, referido al 22 de mayo

Algarabía por las calles. Nada tiene que ver el bullicio de estos días con el de hace tan solo una semana. Danza de mascarillas tapando las caras de la gente, protegiéndolas del virus, si bien es verdad que muchos no las llevan. Continúa subiendo el contador de contagiados, en UCI, fallecidos y curados. ¡Hay que ver cómo somos los humanos!, que en tan corto espacio de tiempo ya parece que nos hemos habituado a vivir escuchando las noticias, casi exclusivas, de esta pandemia. Es cierto que ya empiezan a sonar otras noticias en los medios, aunque rara vez no están relacionadas con el virus.
Este virus que nos tiene en un ¡ay!, para el que aún no tenemos vacuna ni remedio, pero lo tendremos porque muchas personas se están ocupando de ello.
Este virus que ha venido para quedarse, que ha contribuido a mejorar el medio ambiente, la calidad del aire; que nos ha invitado y obligado a mirar en nuestro interior, que ha sacado lo mejor y lo peor de nosotros mismos, que ha roto amistades, familias, relaciones, pero que también las ha unido.

En unos días entraremos en la Fase 2 de la desescalada aunque algunos aún continuarán en la Fase 1. Cada vez más tránsito en la calle, en los parques, en los comercios, y vehículos que van y vienen, se va reanudando la actividad en muchos sectores pero no, nada es como antes, y no debe serlo porque casi 70 días de viaje al interior de cada individuo nos está cambiando, o nos ha cambiado ya.

Por diversos motivos no olvidaré nunca este tiempo, este virus, esta histórica pandemia, que para bien o para mal a todos nos ha trastocado la vida.


Esperemos que todo este tiempo nos haga crecer como personas.

©María José Gómez Fernández

Publicado originalmente en El Doblao del Arte.

viernes, 22 de mayo de 2020

Extraña ausencia. Fase 1 - Día 68, referido al 21 de mayo

Este pellizco continuo en el estómago
que en ciertos momentos
del día y de la noche,
sube, ahoga y deja kao.


Y lo tienes que decir
para ver si no acaba en lágrimas,
pero acaba en lágrimas.

Y esta ausencia
llena de presencias...

©María José Gómez Fernández

Publicado originalmente en El Doblao del Arte.

jueves, 21 de mayo de 2020

Nada es igual. Fase 1. #DesescaladaResponsable – Día 67, referido al 20 de mayo

Nada es igual, ni dentro ni fuera,
y aunque sea igual, ya no es lo mismo:
ni las calles, ni las casas, ni la gente que pasa.
Nada es igual, no tiene el mismo sentido,
ni inspira sensaciones parecidas,
ni transporta con el pensamiento
a ningún sitio.
Nada es igual,
estoy y no estás,
estás y no estoy,
cada uno en un punto del camino,
pero ya no vamos juntos.
Nada es igual,
y hasta las lágrimas
saben amargas.
Duele hasta el alma.
Me pregunto
si habrá un tiempo
si habrá un lugar...


©María José Gómez Fernández

Publicado originalmente en El Doblao del Arte.

miércoles, 20 de mayo de 2020

Pintor de sombras. Fase 1. #DesescaladaResponsable – Día 66, referido al 19 de mayo

De tanto pensar el mar,
se están tintando de azul.
La montaña los atrapa
con su verde y ocres.
Después vuelve de la noche
el pintor de sombras
para teñir todo de gris,
claroscuros difusos
del blanco al negro,
como anunciando tormenta
y el viento también es gris.
Siempre les gustó el gris
y el azul, el verde y ocres
y un poco el blanco,
y el que más, el negro.
Pintor de sombras
no dejes de pintarlos
para seguir viéndolos.


©María José Gómez Fernández

Publicado originalmente en El Doblao del Arte.

martes, 19 de mayo de 2020

Dormir. Fase 1. #DesescaladaResponsable – Día 65, referido al 18 de mayo

Hoy me van a disculpar, tarde y escaso, pero no puedo decir. Tengo tanto que contar que prefiero callar, descansar y dormir.


©María José Gómez Fernández

Publicado originalmente en El Doblao del Arte.

lunes, 18 de mayo de 2020

Ruido de final. Fase 1. #DesescaladaResponsable – Día 64, referido al 17 de mayo

Desgastaron los abrazos como se van desgastando
por el uso los trajes viejos.
Los besos dejaron de saber a paraíso y a zumo
y se degustaban como agrio sabor trasnochado.

Se fueron bajando al sótano del olvido
todas las promesas, los te quiero, los susurros,
los heroicos actos de amor de madrugada
entre sábanas revueltas, respiraciones agitadas,
quejidos sensuales, cuerpos sudorados.

Las puestas de luna en un mar del sur
fueron quedando en la trastienda del recuerdo.
Sonaban lejanos, y hasta un poco ridículos,
todos los "haría lo que fuera por ti",
todos los "por ti daría el mundo y mi vida",
todos los "lo que tú digas, mi amor",
todos los "lo que tu quieras, cariño".

Se perdieron en mil noches los besos furtivos.
Los ruidos comenzaron a infiltrarse
en el día a día, con sus insufribles monotonías;
lentos pero certeros, suaves pero firmes,
y se podían oír desde el salón a la cocina,
desde la casa de enfrente, desde la pared vecina.

Ruido en las miradas, ruido en las caricias,
ruido en las palabras, ruido de desdicha.
Ruido de disputa, ruido de vajilla,
ruido de portazos y de ausencias,
ruido amortiguado por música y disculpas,
ruido acrecentado por egoísmo y reproches.

Se veían sobrevolar las alas de la insatisfacción,
la incompresión se invitó sola a la mesa,
la comunicación se emborrachó a cervezas,
y la distancia ampliada dejó oír un ruido de final.
Y con ese último ruido, estruendoso y definitivo,
el final entró sin llamar, precedido de su ruido,
temido y a la vez deseado ruido, ruido de final.

El tremendo estruendo dio paso al silencio,
a la calma renovada, al suspiro de alivio,
hasta al final ya no importar nada,
y se fue alejando hasta dejar de oírse
el rumor del ruido, ruido del final.


©María José Gómez Fernández

Publicado originalmente en El Doblao del Arte.

domingo, 17 de mayo de 2020

Arde la calle. Fase 1. #DesescaladaResponsable – Día 63, referido al 16 de mayo

Arde la calle, arde la gente,
las redes sociales arden
con clamores incongruentes,
pidiendo normalidad,
el fin de la desescalada,
de golpe, con caceroladas.

Arde la calle, arde mi mente,
por más que lo intento
no entiendo a la gente,
los mismos que protestaban
por no empezar en enero
o en febrero el confinamiento,
esos mismos son ahora
los que piden fin del encierro.

Arde la calle, arde inconsciente
y desbaratada la gente,
unos piden al gobierno dimisión,
otros le desean la muerte,
veo ojos de ira en las redes,
ojos ocultos en perfiles sin rostro,
típicos cobardes que vociferan
como valientes, líderes, inconsistentes.

Que arda la calle de verdad,
que se instaure la normalidad,
que se llenen de nuevo las UCI
de los hospitales, a desbordar,
que se alargue esta agonía,
que aumenten los muertos,
que el virus ande a sus anchas
contagiando nuevos cuerpos.

Pero ¿qué locura colectiva está invadiendo?,
¿qué grado de estupidez, qué interés
mueve a la masa con tal desconcierto?,
que lo mismo piden calle, que presidente muerto,
que la economía remonte, que el virus se acabe.
Pero ¿de qué están hablando esas bocas sin cerebro?,
¿de liderazgo político, de golpe de estado,
de investigación científica, de un problema sanitario?

Arde la calle a manos de incendiarios,
y tanto arde, que esa misma gente,
si de su mano estuviera, el estado quemarían
para levantar un espejo de dictadura,
sin detenerse a mirar que es la salud
el problema de envergadura.

Arde la calle y el humo me entra en los ojos,
me hace saltar las lágrimas,
y no, no puedo evitarlo, y lloro.


©María José Gómez Fernández

Publicado originalmente en El Doblao del Arte.

sábado, 16 de mayo de 2020

Poesía somos. Fase 1. #DesescaladaResponsable – Día 62, referido al 15 de mayo



Poesía, de infinitos motivos y adjetivos,
de diferentes estilos, poesía.

Todos somos en parte poesía...

desbocada, desnuda, abatida,
eufórica, cansada, dolorida,
luchadora, desprendida,
delirante, feliz, triste,
tranquila, acalorada, fría,
descentrada, popular, culta,
ardiente, jocosa, muda,
fotográfica, pictórica,
de luz o de sombras, visual,
social aunque sin distinguir clases sociales,
urbana, satírica, infantil,
juvenil, adulta, erótica,
romántica, noctámbula, transgresora,
surrealista, transfronteriza, científica,
cultural sin por ello ser un lujo,
necesaria, transparente, oscura,
líder, testimonial, epistolar,
geográfica, histórica, oriental,
musical, realista, idealista,
corta, breve, extensa,
con rima y sin rima,
mística, actual, bucólica,
épica, religiosa, juglaresca,
comprometida, narrativa, feminista,
filosófica, amorosa, intimista,
lírica, contemporánea, moderna,
inspiradora, motivacional, ecologista,
neoclásica, clásica, renacentista,
tradicional, ultraista, vanguardista,
poesía de palabras con ritmo,
poesía hecha canción, poesía recitada.
Y dime...
¿quién no es un poco poesía?
Poesía soy yo, y tú que lees, poesía eres tú.
©María José Gómez Fernández
Originalmente publicado en El Doblao del Arte.

viernes, 15 de mayo de 2020

#PVgeología. Fase 1. #DesescaladaResponsable – Día 61, referido al 14 de mayo

Para mejor conocerte
cual alas despliegas tus disciplinas.
Gea de corazón hablas.

©María José Gómez Fernández con este #Sciku #PVgeología participo con otros #polivulgadores en la convocatoria de @hypatiacafe (15 de mayo, 2020).

Publicado en Recopilación de relatos de @hypatiacafe.

jueves, 14 de mayo de 2020

Evanescencia. Fase 1. #DesescaladaResponsable – Día 60, referido al 13 de mayo

Evanescente quisiera ser,
tan cansada de cuerpo y mente,
que mi mayor deseo sería
desvanecerme y esfumarme.

De pequeña me decían:
cierra los ojos, pide un deseo,
no lo digas, no se cumpliría.
¡Qué inocente, lo creía!

Ahora pruebo por probar,
cierro los ojos, pido un deseo,
no lo digo para que se cumpla.
¡Qué tonta, creí que funcionaría!

Evanescencia
solo en sueños posible.
Cuando duerma mi deseo será
esfumarme y desvanecerme.


©María José Gómez Fernández

Publicado originalmente en El Doblao del Arte.

miércoles, 13 de mayo de 2020

Ruptura. Fase 1. #DesescaladaResponsable – Día 59, referido al 12 de mayo



Te alcanzó de lleno,
como una ráfaga de viento,
el haz de luz de un cometa,
la explosión en las manos.
Te rasgó el sentido,
resquebrajado quedó,
en trozos innumerables
por un hilo unidos.
Te robó las horas,
el tiempo perdido
por quien no lo mereció
ni el suyo entregó.
Te humilló por gusto
de transmitir desprecio,
como escudo para tapar
su nula calidad humana.
Se alejó huyendo
de sí mismo, sin lograrlo.
Se acordó siempre
de lo que pudo haber sido.
Le alcanzó de lleno,
le rasgó el sentido,
le robó las horas,
y se despreció a sí mismo.
Se alejó huyendo
de su egoísmo, se maldijo
por no poder volver,
ni tener lo que pudo haber sido.
No supo reconocer
que ya era tarde,
para proponerle retornar
con la segunda parte.
©María José Gómez Fernández
Originalmente publicado en El Doblao del Arte.

martes, 12 de mayo de 2020

Lunes inicial. Fase 1. #DesescaladaResponsable – Día 58, referido al 11 de mayo

Primer día de la fase 1 de la desescalada. Mucha más gente por las calles, alguna con prudencia y guardando distancias, equipada con medidas de protección, pero otra parte dejando mucho que desear en su comportamiento, sin guardar distancia, sin apenas medidas y con total irresponsabilidad, vaya como si no fuera con ellos.
Con independencia de lo que cada uno haga a nivel particular, porque esa es la determinación más responsable, que individualmente se decida si se guarda más tiempo el confinamiento o si la desescalada se hace más pausada y con más cautela, pues con independencia del individuo, hoy he tenido especialmente en mi pensamiento a aquellas personas que conozco o no que continúan teniendo algún familiar aún en hospital por causa del coronavirus, también a aquellas personas de grupos de riesgo, conocidas o no, que tampoco se habrán sumado al progreso de la desescalada; un especial pensamiento para todos aquellos comerciantes y profesionales de diversos sectores, conocidos o no, que han levantado por primera vez en dos meses la persiana de su negocio, con preocupación, incertidumbre y tal vez, lágrimas ahogando el pecho.
He pensado en todos aquellos que durante este tiempo de confinamiento no han dejado de trabajar, lo han hecho a destajo, en sector agrario, transporte, servicios de urgencias, policía, limpieza, personal de supermercados, y personal de entorno sanitario, todos ellos expuestos al máximo al contagio, sobre todo los últimos, y pensando en todos ellos y en su esfuerzo titánico, en los aplausos y en los desprecios que también han recibido, he sentido la necesidad de continuar con mi cautela. También he pensado en aquellos que ya no podrán vivir la desescalada porque ya no están. Pensando en todos ellos, en todos, me he reafirmado en mi idea, en mi decisión, de que continuaré mi desescalada a un ritmo más lento del que las fases marcan, porque me reitero en mi postura: prudencia y prevención, no miedo, sino sensatez y responsabilidad.


©María José Gómez Fernández

Publicado originalmente en El Doblao del Arte.

lunes, 11 de mayo de 2020

Por si acaso. Fase 0. #DesescaladaResponsable – Día 57, referido al 10 de mayo

Por si acaso, mañana seguiré como hoy,
fase 0, aunque evolucione a fase 1,
por prudencia, por no dar un mal paso.

Por si acaso solo saldré a pasear al perro,
la compra toca el sábado,
lo demás está todo arreglado.

Por si acaso no mantendré reuniones
con personas ajenas a mi casa,
ni iré a los bares, aunque los eche en falta.

Por si acaso, mañana seguiré como hoy,
a no ser que haya una urgencia
que me obligue a salir a la fuerza.

Por si acaso, por prudencia, por los míos,
por la salud, por resguardarnos y protegernos,
llámame cobarde, sé que no lo soy.

Prevenir es de sabios.


©María José Gómez Fernández

Publicado originalmente en El Doblao del Arte.

domingo, 10 de mayo de 2020

Miedo a volver. Fase 0. #DesescaladaResponsable – Día 56, referido al 9 de mayo



Nuestro mundo pequeño
de estos días de alarma
se dilata y deforma
al pensar en volver,
en volver a afrontar
en directo y en vivo
la vida de frente.

La casa es una zona de confort,
un refugio que nos abraza,
pero también es barrotes
de una cárcel figurada.
Salir o quedarnos
es nuestra decisión, o no,
conforme las fases avanzan.

Hay miedo a la vuelta,
a las incógnitas, al contagio,
a desenvolvernos
en un entorno conocido
con nuevas normas;
hay en el fondo miedo
a ser una cifra más,
y morir, morir mañana.

Después de días, meses,
el apego a la cabaña,
o bien la agorafobia,
serán lugares comunes
de temores compartidos,
pero poco a poco
usaremos estrategias,
para salir, sin miedo,
para, sin miedo, volver,
y ayudar a otros
a no sentir ese miedo.
©María José Gómez Fernández
Publicado originalmente en El Doblao del Arte.

sábado, 9 de mayo de 2020

Reflexiones. Fase 0. #DesescaladaResponsable – Día 55, referido al 8 de mayo

Parece que a estas alturas del confinamiento muchos tenemos ciertas cosas en común como, por ejemplo, una serie de reflexiones, apreciaciones, dudas, preguntas que nos hacemos para nosotros mismos, que compartimos con otros.
1-Aún se oyen aplausos a las 20:00 horas, aunque cada vez más apagados.
2-La calle ha cobrado un 20% de actividad respecto a la que tenía días atrás.
3-Algunos se han tomado la salida como desfogue y cometen actos vandálicos.
4-Los niños existen: he vuelto a ver que pasean, corren y juegan.
5-Las farmacias -pero no todas- vuelven a vender mascarillas, guantes y gel hidroalcohólico.
7-Los estudiantes responsables sienten un gran desasosiego por la escasa e incierta información que reciben.
8-No todo el mundo está saliendo a pasear en las horas permitidas: hay quien prefiere esperar un poco más porque su salud sigue peligrando.
9-Cada vez queda menos hierba crecida en las aceras.
10-Estamos cogiendo el gusto a estar en casa, que unido a la prudencia y precaución, hace que cuando nos hablan de volver a los trabajos presenciales notemos un pellizco en el estómago.
11-Hay quien se pregunta si cambiaremos cuando volvamos a la llamada nueva normalidad, y hay quien responde que ya estamos cambiando, ya no somos los mismos.
12-Tenemos la noción del tiempo descontrolada.
13-Tenemos cosas que hacer en casa pero no tenemos ganas de hacerlas.
14-Hay momentos en los que nos entra la gana de hacer de todo en casa y lo vamos haciendo.
15-Noticias las justas.
16-Por días, cansados de teléfono, redes sociales, televisor, dispositivos móviles, ordenador.
17-Por días también, forofos de la tecnología y las bondades de internet.
18-Leer y escribir, un gran refugio; para otros la pintura, la música, la escultura, la cocina.
19-Que levante la mano quien no se haya tomado la temperatura al menos una vez estos días.
20-Sabes que es por tu bien pero hay momentos en los que te sientes como si estuvieras castigado.
21-Las personas con necesidad han aumentado, la pobreza y la desesperación ha aumentado.
22-Los perros que nos acompañan deben preguntarse por qué hay tanta gente en el parque.
23-Continúan las colas delante del supermercado, el banco, la farmacia y otros comercios de alimentación.
24-Cuando abran otros comercios y servicios también habrá colas o tendremos que acudir con cita previa.
25-Los estudiantes se preguntan cómo va a terminar este curso y cómo va a ser el próximo pero están casi seguros que no será como hasta ahora venía siendo.
26-En muchas familias se han reforzado las relaciones entre sus miembros.
27-En muchas familias se han destrozado las relaciones entre sus miembros.
28-Hay ofertas de trabajo en el sector transporte y agrario pero cuesta cubrir esos puestos.
29-Hay gente que sigue sin trabajo y sin gana de interesarse por las ofertas que se ofrecen.
30-Cambiaremos, ya hemos cambiado, pero hay algunos que no cambiarán y continuarán intentando saltarse la norma por sistema.
31-Se echa de menos poder ir a tomar algo al bar, o comer en un restaurante.
32-Hay días que uno ya no sabe qué hacer de comer.
33-Tantas personas que trabajan en primera línea y sin descanso... No se caen del pensamiento.
34-Desde hace una semana se puede ver haciendo deporte a quien menos imaginabas.
35-Hay días que bendigo a quien tuvo la idea de vender la comida precocinada.
36-Cuando se encienden las primeras luces, me gusta mirar por la ventana.
37-Me gusta mirar por la ventana cuando el fresco de la tarde me roza la cara.
38-El primer paseo del día con el perro me ayuda a situarme y ordenar pensamientos.
39-Siempre hay que tener la mente ocupada, eso lo dice mi madre.
40-Siempre hay que tener proyectos, eso también lo dice mi madre.
41-No hay que dejar espacio a la derrota, eso lo digo yo, por ejemplo.
42-Quién no ha hecho planes para el primer día que vuelva a su rutina anterior.
43-Cuando algo se haga tan tóxico que te envenene, sácalo de tu vida.
44-No hay que pensar tanto en lo que ha quedado atrás.
45-Todas las noches miro las nubes, la luna y las estrellas, pero me falta el mar.
46-Que levante la mano quien no se haya venido abajo en estos días.
47-No es capricho, es necesidad: avanzar y salir de la burbuja.
48-Agradeciendo a la meteorología la alternancia de lluvia y calor.
49-La calma se palpa en las horas de mediodía.
50-El silencio apenas roto sigue siendo el amo de las noches.
51-Aunque me venza el sueño, no puedo fallar cada noche.
52-Cada noche una cita con el teclado.
53-Cada mañana una cita con los que quieran leer lo que escribí la noche anterior.
54-Aunque me siga quedando en casa voy a dejar de poner el hashtag en el título del post.
55-Voy a empezar a usar en el título del post el hashtag #DesescaladaResponsable.


©María José Gómez Fernández

Publicado originalmente en El Doblao del Arte.

viernes, 8 de mayo de 2020

Una vida sin nada. Fase 0. Desescalada #YoMeQuedoEnCasa – Día 54, referido al 7 de mayo



Camina a tientas por el pasillo, esquivando las sombras de la noche, con la intención de alcanzar la habitación iluminada por una pequeña lámpara; cuando llegue hasta allí de nuevo estará a salvo de un tropiezo, de un choque involuntario contra algún objeto, a salvo de la inseguridad de atravesar la oscuridad que se cierne en torno suya como una bruma densa e irrespirable. La oscuridad no le gustó desde la temprana infancia, y sin embargo, le atrae como un abismo; contradictoriamente es una persona noctámbula, o eso o es que tiene los horarios por completo trastocados. Una vez que llega a la habitación con luz, y mientras el resto duerme, se enciende el televisor hasta aburrirse, después la tablet y con los auriculares puestos remata los últimos vídeos musicales que tenía pendientes; más tarde le toca el turno al móvil, que si whatsapp, que si noticias, que si el tiempo, que si la galería... Para terminar, y al cabo de casi una hora y media, enciende el libro electrónico y lee un rato, o lo que calcula que es un rato porque cuando quiere darse cuenta ha estado leyendo una hora. Apaga el libro, se fuma otro cigarro más, se levanta y va hasta la cocina a beber agua, se asoma a la ventana, los ojos como platos, se vuelve a sentar, da otra calada al cigarro, y otra y vuelve a la ventana, observa a dos que pasan discutiendo y gesticulando y se preocupa por su coche que está aparcado justo al lado de los que están pasando, que ya han dado un puñetazo en el capó de otro coche... Las cinco de la mañana en el reloj, a lo tonto... Se decide a ir hasta el dormitorio procurando no hacer ruido, y ahora sí, se alumbra con la linterna del móvil que se lleva consigo; primero una parada en el cuarto de baño y luego a dormir como si nada.
Las once y media de la mañana. Da una vuelta entre las sábanas, abre los ojos y la luz del día lo arrasa todo. Las doce menos cuarto. Ya ha puesto los pies en el suelo y a duras penas camina hasta la cocina para tomar un primer café y fumar un cigarro. El día por delante se hace largo. No hay mucho más que hacer salvo el teléfono, un café, un cigarro, rellenar cigarros, un cigarro, el ordenador, un cigarro, la tablet, un café, un cigarro, el libro electrónico, un cigarro, el televisor, salir a la terraza, un café, un cigarro, un paseo con el perro, comer, un cigarro, recoger el plato, ir al cuarto de baño, un café, un cigarro, cabecear encima del teclado, un café, un cigarro, salir con el perro, un cigarro, hablar por teléfono, un cigarro, cenar, recoger el plato, un cigarro, salir con el perro, un cigarro, el ordenador, un cigarro, deambular por la oscuridad hasta llegar a la única habitación con luz y volver a hacer lo mismo que cada noche hasta que den las cinco de la mañana. Ir a dormir. Un bucle sin fin. Una vida sin nada.
#YoMeQuedoEnCasa
©María José Gómez Fernández
Publicado originalmente en El Doblao del Arte.

jueves, 7 de mayo de 2020

No veo la luna. Fase 0. Desescalada #YoMeQuedoEnCasa – Día 53, referido al 6 de mayo

No veo la luna,
se esconde tras las nubes
que semejan visillos,
nubes alargadas.

No veo la luna,
solo puedo verla difuminada,
luminosa tras estelas
de pinceladas de nubes,
nubes blancas y alargadas.

No veo la luna
como quisiera verla,
mirándose redonda en el mar,
acariciada por el agua,
entre ligero oleaje de espuma
rompiente en la orilla mojada.

No veo la luna,
la que yo quisiera ver,
clara luz, redonda cara,
luna de estela y espuma,
luna de orilla mojada,
luna en espejo de agua,
luna de mar empapada.

#YoMeQuedoEnCasa


©María José Gómez Fernández

Publicado originalmente en El Doblao del Arte.

miércoles, 6 de mayo de 2020

A la luz del móvil. Fase 0. Desescalada #YoMeQuedoEnCasa – Día 52, referido al 5 de mayo

Cuando termina el día, ya adentrada la noche, Bea tiene la costumbre de leer un libro antes de dormir; esos minutos a solas con las páginas, imbuida en la paz interior o en el trepidante transcurso de la narración, le proporcionan una plenitud incomparable. Cuando la lectura son versos ocurre que se mece con cada uno de ellos, los respira hasta arrancarles el sentido que le transmiten y eso también la colma de satisfacción.
Una vez que el parpadeo comienza a intensificar sus intervalos y ya los ojos quieren estar más cerrados que abiertos, Bea cierra el libro -antes de que se le caiga de plano en la cara y destroce el encanto del momento-, lo deposita con delicadeza en la mesita de noche y se asegura de que el despertador está a punto para hacer sonar su alarma a la hora prevista por la mañana; luego comprueba lo mismo pero en el móvil, al tiempo que apaga la luz de la lamparita y la habitación queda vagamente iluminada por el haz que emite la pantalla del dispositivo. La luz de la pantalla va bajando su intensidad como por arte de magia y Bea aún apura un poco más: revisa las notificaciones pendientes, baja el volumen multimedia para no molestar a los demás que ya hace rato duermen, escucha la canción que acaban de subir a YouTube, lee un par de noticias que tenía pendientes de leer, revisa los últimos whatsapps recibidos y se atreve a responder el único que cree que debe contestar; hace lo propio con messenger de Facebook y para terminar consulta la previsión meteorológica incrustada en la pantalla de inicio de su móvil, gentileza de Accuweather: ¡tremendo, mañana tres grados más! -esa información desarma a Bea, que cierra el móvil, y lo deposita en la mesita de noche justo delante del despertador tradicional, mientras bufa y protesta acomodándose en la cama después de quitarse las gafas y dejarlas a buen recaudo sobre el libro.
Ahora ya está todo oscuro, tan solo entra tímida, por entre las rendijas de la persiana, la luz de la luna de esta noche, que hace un momento disfrutó desde el balcón e iluminaba reluciente la calle.
Se oye un vocerío de chavales a lo lejos -¿por qué puñetas no estarán en sus casas?-, y un perro, que insistente, ladra; un motor de una motocicleta que ha pasado rápida por la avenida cercana, y las ruedas de un coche, circulando a poca velocidad, con incierto destino a estas horas.
Al poco vuelve a hacerse el silencio, tan solo roto por la respiración profunda de los demás que duermen en la casa. Bea suspira cómoda, se acurruca, se relaja. Mañana está a la vuelta de unas horas y todo un día está a la espera de que cada cual lo conquiste como mejor le convenga.

#YoMeQuedoEnCasa


©María José Gómez Fernández

Publicado originalmente en El Doblao del Arte.

martes, 5 de mayo de 2020

Volver a ser lo que fuimos. Fase 0. Desescalada #YoMeQuedoEnCasa – Día 51, referido al 4 de mayo



Y el tiempo pasa, los días van sumando, ya 4 de mayo, 51 días que abandonamos nuestra vida habitual, conocida, acelerada, llena de compromisos, citas, encuentros, libertad de movimientos y enfermedades más o menos controladas hasta entonces (52 días si contabilizamos el 14 de marzo).
Ronda la incertidumbre de cuándo volveremos a tener lo que teníamos hace 51 o 52 días, y con razón ronda porque va a ser complicado aventurar plazos. Posiblemente volvamos a ser lo que fuimos pero no igual, no del mismo modo, no como quisiéramos. El miedo por el contagio estará ahí, incluso cuando exista un tratamiento, incluso cuando exista una vacuna. La sensación de falta de aire con la mascarilla puesta estará ahí, aunque nos sintamos más protegidos con ella. El tacto torpe con los guantes estará ahí, aunque sean una barrera entre nuestra piel y los objetos del exterior. La obsesión por la limpieza estará ahí y nunca estaremos seguros de haber higienizado adecuadamente las cosas. La inseguridad en la calle estará ahí porque no sabemos si quien se cruce con nosotros será alguien con necesidad o si además tendrá intención de quitarnos lo que llevemos encima. La libertad de movimiento nos hará pensar que estamos vigilados, controlados, y en verdad así es, y quiero pensar que es por nuestro bien, y quiero pensar que estas medidas las estaría tomando cualquier otro gobierno con cualquier otra ideología; eso quiero pensar, porque si dejo volar mi pensamiento igual se me va la pinza y no quiero perder la calma que debe acompañarnos en estos días difíciles, históricos y difíciles, que nos está tocando vivir. Pero ante todo, lo que deseo con todas mis ganas es que la desescalada no se estanque ni se retraiga, deseo que siga adelante y no se detenga, a pesar de que el fin en que desemboquemos no sea la misma realidad que dejamos atrás sino la nueva realidad indeterminada que nos anuncian.
#YoMeQuedoEnCasa
©María José Gómez Fernández
Publicado originalmente en El Doblao del Arte.

lunes, 4 de mayo de 2020

Para mi madre. Confinamiento #YoMeQuedoEnCasa – Día 50, referido al 3 de mayo

Querida madre, lo primero y a la primera que se lo deseé: feliz día de la Madre, y que te lo pueda decir durante mucho tiempo. ¿Quién nos iba a decir que este año pasaríamos encerrados este día? Pues así es. Ya llevamos cincuenta días con sus noches, sus risas y sus lágrimas. Cincuenta días predominando la lluvia, la soledad, el silencio. Cincuenta días de conversaciones por teléfono, de preocupaciones y alegrías, de pequeños momentos de felicidad.

Querida madre: te quiero.

Querida madre y queridas madres, biológicas, de corazón, de humanos y de mascotas.
Queridas mujeres que decidieron no ser madres y aquellas otras que aunque quisieron no pudieron.
Queridas abuelas que ejercieron de madre por doble.
Queridas tías que también ejercieron de madre.
Queridas mujeres que en algún momento de su vida han tenido que ejercer de madres.
Queridas todas, creo que lo que más valoran nuestros hijos es que seamos su referente, y ante todo, mujeres libres que transmitan libertad al educar desde el respeto y el cariño.

#YoMeQuedoEnCasa


©María José Gómez Fernández

Publicado originalmente en El Doblao del Arte.

domingo, 3 de mayo de 2020

Demasiada gente. Confinamiento #YoMeQuedoEnCasa – Día 49, referido al 2 de mayo

Parece como si hubieran oído la llamada de la selva y ¡venga, todos a la calle! y encima, en Sevilla último día de Feria. Hace rato que se oye música cerca, a todo trapo, y también se han oído cohetes como esos de los fuegos artificiales. En fin, que no falta un perejil para el fin de fiesta.
Hoy se ha podido ver mucha gente en la calle. Sí, yo también he salido a hacer recados y con el perrito, incluida visita al veterinario, y precisamente porque he pisado la calle en varias ocasiones afirmo que me ha parecido ver demasiada gente.

Y yo me pregunto que dónde está la responsabilidad de cada uno. ¡Qué obedientes somos cuando nos interesa! He visto grupos de personas adultas paseando juntas, pandillas de jóvenes hombro con hombro; de repente todos somos deportistas y a los perros se les ha dado una tregua; hay quien no entendió bien, y en la puerta de la trastienda había montado un despacho de botellines de cerveza que los paisanos compraban y bebían respetando medio metro de distancia de seguridad entre ellos y charlando, tal cual lo harían en un bar. ¡Que no es eso! Niños mezclándose para jugar, madres sentadas en un mismo banco del parque, padres menos, siempre menos.

¿A dónde vamos? Esto es una irresponsabilidad y un cachondeo.

Por mi parte continuaré haciendo mis salidas bien contadas, con prudencia, porque aunque algo ha mejorado pero la situación sigue siendo delicada y un mal paso nos puede hacer retroceder y empeorar.

#YoMeQuedoEnCasa


©María José Gómez Fernández

Publicado originalmente en El Doblao del Arte.

viernes, 1 de mayo de 2020

Mayo de 2020. Confinamiento #YoMeQuedoEnCasa – Día 48, referido al 1 de mayo


Muerde el calor, como el tiempo muerde.

Arde la calle en las horas altas.

Ya los vientos llegan con polvo en suspensión del Sahara

O las noches placenteras, con estrellas y sin mantas.

#YoMeQuedoEnCasa

©María José Gómez Fernández

Publicado originalmente en El Doblao del Arte.

Hoy no quiero. Confinamiento #YoMeQuedoEnCasa – Día 47, referido al 30 de abril

Hoy no quiero pasear
los dedos por el teclado,
combinando letras
que formen palabras
para imprimir la fuerza
que tendrían al pronunciarlas.

Hoy no quiero más que dejar
volar el tiempo aletargado,
que se resiste a avanzar,
que me consume a su lado
sin remedio, sin tic-tac,
el tiempo también confinado.

Hoy no quiero ni pensar
siquiera, porque de pensar
ya siento que me he cansado,
y prefiero recostar mi sueño
en el hombro de la noche
y que me acune arrullando.

Hoy no quiero saber más.
Hoy no quiero ni pensar.
Hoy no quiero pronunciar
días, horas, ni nombres.

Hoy no quiero recordar,
solo quiero dormir,
para luego poder despertar
diciendo hoy sí que quiero.

#YoMeQuedoEnCasa


©María José Gómez Fernández

Publicado originalmente en El Doblao del Arte.
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