jueves, 12 de diciembre de 2013

Con el alma al aire: El cerco se cierra (3)

La delicadeza elevó sus hombros y volvió a descenderlos como si no existiera gravedad en la pesada atmósfera que rodeaba su instante de pesar.
--¿Y a mí qué?. ¿Si éso es lo que quiere?
De: Francisco Tomás Rincón
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Sentía, no obstante, una mordida de rabia que la invadía; un hueco doliente en la boca del estómago; el derrumbe del firme bajo sus pies; una pena vagando cual fantasma y algún que otro sentir rallano en lo surrealista. 

Impersonal y terriblemente destructivo subía su lamento por la sangre, de tal forma que le permitía corroborar que todavía le importaba puesto que podía dolerle sobremanera. ¿Cómo no doler el desprecio de un hermano que te arrumba y te ignora?. Dolía en lo profundo pero estaba aprendiendo a no sentirse lastimada, a respirar para mitigar el dolor, para desviarlo, para esquivar sus efectos. Sin duda una inteligente terapia que aún le llevaría tiempo desarrollar y practicar con destreza.

Con el alma al aire: El cerco se cierra (2)

Tal vez éso pasó por la cabeza de su hermano.
Es posible que nunca quiera aceptar su responsabilidad, que nunca quiera hablar de ello, pero que ante los suyos explique argumentos que lo eximen de culpa y la envían al tejado ajeno, al de su hermana, al de su amada, amante, su amor, su excusa, su aliciente, ¿o su auténtica pareja ideal?.
No lo sabrá nunca, a menos que retome su responsabilidad, las riendas de su propia existencia y se lance a vivir sin tapujos, a hablar sin explicar, a contar lo que sintió.
Si él no lo hace, si no lo hará, su hermana sí.

El dedo índice rozando apenas los labios, un siseo discreto y fugaz escapando entre ellos, la mirada clavada captando la atención de otros, todo junto surtió efecto y consiguió por un breve instante que todos callaran y la escucharan...
-No hice nada mal, sólo intentar apoyarlo porque estaba hundido, casi tocando fondo, manejado como una marioneta con hilos desgastados, al borde de su propio peso --los miraba--. No hice nada mal, o al menos éso creo, ¿no hubiérais hecho lo mismo por vuestro hermano, por vuestra hermana, por vuestro mejor amigo? --los inquiría sin mover una pestaña--. ¿Y ahora qué?. Ni siquiera él me dirige la palabra, y aún debo preguntarle ¿por qué?. ¿Porque así se lo ha ordenado su mujer?. ¿Con qué lo ha atemorizado? ¿Por qué un hombre hecho y derecho, maduro, rompe lazos y trato con su hermana, que lo único que hizo fue escucharlo, apoyarlo, intentar que levantara su autoestima?. Algún día tendrá que ponerse frente a frente y explicármelo. No ha sabido defender su integridad, no ha querido asumir su responsabilidad. A fin de cuentas él fue el que engañó a su mujer, yo sólo escuché cómo se iban sucediendo los hechos; sólo procuré que un ser humano volviera a recuperar la confianza en sí mismo, tras cuatro largos años; escuchando los desprecios a los que decía estar sometido por su mujer, procurando que no llorara como un niño cuando me contaba como ninguno le tenía respeto, ni siquiera sus hijos. Y ahora ha decidido que lo mejor es anularme, no hablarme, como si esa actitud fuera a borrar la infidelidad de su matrimonio; posiblemente alentado por su mujer, pero al final, tomando él esa determinación, alejándose de quien siempre tuvo tiempo para él, apartándose de quien le invitaba a sonreír, a ver el lado positivo que él tenía, a mirar hacia adelante a pesar de los pesares.

Con el alma al aire: El cerco se cierra (1)


Observando los matrimonios y las parejas conocidas y desconocidas cabe hacerse la pregunta ¿por qué?.

¿Por qué en unos casos parecen ser sólo una excusa, en otros son un fracaso, y en otros la reencarnación del amor eterno?. Ninguna es la pareja perfecta, ni siquiera aquellas que la muerte separó; ninguna tiene la fórmula mágica para combinar sus vidas y sus intereses encajando en una armonía envidiable; ninguna de las que se rompió se propuso jamás que así fuera, pero lo cierto es que son todos los casos una realidad innegable.

Las parejas por la calle, los matrimonios paseando con niños por el parque, los novios comiéndose a puro mordisco, otros discutiendo acaloradamente, aquéllas repartiéndose bienes en un juzgado, otras temiendo a la parte contraria que le hace la vida imposible a pesar del tiempo que hace que se dejaron, muchas entendiéndose y muchas incapaces de entenderse jamás.
De: amor.net
De: amor.net

La clave de la cuestión puede ser: mantener el respeto y evitar la monotonía. Puede faltar el dinero, flaquear la salud, venir malas rachas en el trabajo, existir contratiempos con los hijos, y muchas otras causas para debilitar el estado anímico y la entereza de cualquier ser humano, pero si tu compañero o compañera en el viaje se interesa por tí, te sorprende, te reanima, te hace sonreir y reir, te deja tu tiempo y tu espacio, te respeta, es posible que se supere cualquier amenaza que ande rondando la estabilidad de esa pareja.

Rutina tras rutina, monotonía cargando en la espalda, los ojos rotos de otear el horizonte para descubrir si se aproxima un aliciente alado.

Y sentirse sólo, incomprendido mientras tanto.

Ese momento enciende la idea de abandonar, seguir el rumbo solo mejor que con quien hasta ahora te ha acompañado, y seguir por otro lado.

domingo, 1 de diciembre de 2013

Con el alma al aire: Esto es la jungla

La calle está tan desierta que parece que la hubieran fumigado con matarratas; no hay ni un alma, la basura está desparramada por la acera -seguro que anoche más de un gamberro aburrido zarandeó y pateó sin consideración los contenedores y se fue luego muy a gusto a su casa, o a saber dónde, dejándolo todo hecho un verdadero asco-; las papeleras que cuelgan de las farolas tampoco están en su sitio y desperdigan todo su contenido por todas partes. Es una panorámica desalentadora que invita a sentirse inseguro ahí abajo, y éso que pagamos el IBI, y la tasa de basura junto con la factura del agua, pero el Ayuntamiento parece hacer oídos sordos y ojos ciegos, se olvida de que ésto ocurre y limpia las calles en condiciones muy de vez en cuando.
Ni que decir tiene que la policía tampoco interviene mucho que se diga, y mira que montan controles a cada dos por tres, buscando no se sabe qué, si droga, delincuencia, dinero blanqueado... el caso es que detienen a una persona de tarde en tarde, desmontan el control que ha provocado atascos y ha suscitado la curiosidad de la gente del barrio, y luego, si te ví no me acuerdo; que ya pueden estar quemando unos maleantes mobiliario urbano, que cuando aparece la policía ya hace tanto que se fueron que es imposible seguirles el rastro.

De: El Ideal
De: El Ideal


También puede que la calle esté desierta porque hace un frío de narices y éso acobarda mucho para salir, aunque habrá que hacerlo, aunque sea para comprar pan y cuatro cosas que faltan en la casa.


Axi se viste, se empeta de ropa, se calza unas botas calentitas, revisa lo que hay que comprar, lo anota, se cuelga el bolso -fiel compañero que carga con todo lo que sea-, abre la puerta, sube al ascensor, baja hasta la entrada, sale de su edificio, observa con asco e indignación, a pie de calle, la imagen que desde la ventana podía ver con perspectiva de vuelo de pájaro, y se adentra en la jungla de bricks, cartones de pizzas, bolsas de plástico que giran en círculo, cristales rotos, y otros residuos, mientras se dirige a los contenedores para tirar la basura dentro -estúpido empeño, porque luego lo desparramarán todo y aún habrá más porquería en la acera-; luego se sacude la ropa y las manos, porque tiene la sensación de que se ha sumergido en la basura para poder tirar la suya propia, y se encamina a una de las tiendas del barrio, con el bolso bien seguro y el móvil y el tabaco a buen recaudo, ¡por si acaso!

Con el alma al aire: De su presencia imposible a la cara más gris del asfalto

Cuando en la noche un pensamiento se asienta en el sentido, agota los recursos para intentar conciliar el sueño, los ojos se niegan a cerrarse, la mente se resiste a relajarse, la impaciencia ocasiona un tsunami en el cuerpo, que se gira a derecha e izquierda en la cama, se revuelve hacia el piecero y el cabecero, una y otra vez, incansable.
El pensamiento que se ha adentrado en el sentido es poderoso, su naturaleza puede ser diversa: un problema, una vivencia, una inquietud, un olvido, una persona; alguien cercano que no está muy cerca, alguien querido que lo está pasando mal; alguien a quien se quiere apoyar y ayudar, a quien no se desea ver sufrir; alguien que fue muy querido, que lo sigue siendo, pero que ya no está y por éso su presencia es anhelada e imposible, y por éso se queda esa noche acompañando.
Ese pensamiento se adhiere de tal forma que después de rumiarlo un buen rato, comienza a mutarse en cualquier otro pensamiento.

De: http://defectosdeunego.blogspot.com.es

Axi se levanta por quinta o sexta vez a beber agua, a fumar un cigarro, a pasear por la casa, a comer chocolate, al cuarto de baño, a asomarse a la ventana. Y mientras deja que su mirada se pierda en el horizonte de ladrillos y antenas, acolchado por un silencio casi completo, se acuerda del hombre que vió por la tarde pidiendo es una esquina, de cómo lo miró sin que él se diera cuenta de que estaba siendo observado, de lo que imaginó que podría estar pensando, de lo puta que es la vida cuando se lo propone... y te muestra a la cara lo más gris del asfalto, para que lo recuerdes desde el insomnio asomado a la ventana.

- - - . . . - - -
Metió la mano en el bolsillo del pantalón, tan abajo como pudo, hurgando al mismo tiempo hacia un lado y otro, subiendo los dedos, rozándolos entre ellos como queriendo despegar algo invisible que se pudiera adherir. Y nada. Nada de nada. Ni un cochino céntimo. Ni siquiera el que siempre podía encontrar en otros tiempos, olvidado después de algún pago frugal.
¡Qué desesperación! Otra vez igual. Esperando que algún transeúnte le regalara algo, imaginando que inauguraba el día con un desayuno abundante, soñando con otros tiempos, sin querer comparar las diferencias con el presente, por no romper el hechizo, por no regresar a la realidad por alguno de los agujeros negros del forro de su pantalón.
No pudo ni quiso evitarlo, y permitió que las lágrimas le inundaran los ojos, contrajo los músculos del rostro y lloró con rabia y angustia, con dolor y sentimiento, sin pudor y sin pañuelo para enjugar su llanto.

 
De: http://www.20minutos.es

Hasta aquí había llegado, no quería quedarse para siempre, pero no sabía cuánto se quedaría. Ahora lo único que tenía era el tramo de aquella calle, el sitio en el mismo portal y en la esquina de al lado, unos cartones, un corazón herido, dignidad por encima de todo y toda la fuerza para luchar por un mundo entero al alcance de su mano pero no de su bolsillo.
Levantó la cabeza, inició la marcha y encaminó sus pasos enfilando la calle, en busca de otro tramo de asfalto que conquistar, sin pañuelo, sin un céntimo, sin espectativa, sin intención de dejarse pisotear su dignidad, sin perder el porte elegante que siempre le acompañaba en su caminar.

Con el alma al aire: Frío de soledad

Calor en el alma, calor en el cuerpo, calor pasado, calor ahora anhelado, porque calor es lo que le hace falta, no sólo por calentar las manos, sino por avivar todo un motor con energía que los años y los daños van mermando. Calor con el corazón, con la mirada sincera, con una palabra sencilla, con cariño al pronunciarla.
Para entender el sudor hay que saber lo que es tener calor...


Esta noche me quedo con las sombras que dibuja tu figura al recordarte, con la sonrisa y la voz, con tu imposible presencia.

Esta noche de nuevo me quedo contigo.
De Francisco Tomás Rincón: https://scontent-a-cdg.xx.fbcdn.net/hphotos-prn2/1467432_672522992788647_1166439541_n.jpg


Esta noche me quedo con las sombras que dibuja tu figura al recordarte, con la sonrisa y la voz, con tu imposible presencia.

Esta noche de nuevo me quedo contigo.

Con el alma al aire: El reloj nos habla

Mirar el reloj a ciertas horas no sirve más que para constatar que si estuvieras dormido no tendrías necesidad de comprobar la hora. Después de éso lo más razonable es hacer lo posible para no tener que mirar de nuevo el reloj y volver a pensar una vez más que ya hace tiempo que debías estar soñando en la cama y que te quedan menos horas para descansar. Apagas todo y te retiras hasta que el reloj suene junto a tu cabeza, justo cuando más a gusto estabas.


Salvador Dalí: "Reloj blando en el momento de su primera explosión". De: http://eltamiz.com/elcedazo

La mano para encontrar el despertador y apagarlo, para pulsar el interruptor de la luz, para hundir las yemas de los dedos en los ojos, masajeándolos suavemente; unas zapatillas cerca de la cama para poner los pies y que puedan encaminarse al cuarto de baño, debidamente equipado, lugar de primera parada obligada cada mañana; agua corriente en el grifo para despejar la modorra del sueño y asearse debidamente; una cocina y en ella, una cafetera y un café, con leche, por favor, y azúcar; la ropa para vestir y los zapatos para calzar; el bolso con todo su imprescindible contenido, excesivo para algunos; las llaves de la casa y del coche; la energía suficiente para empezar otra jornada con todas sus horas, sus sorpresas, sus imprevistos, sus alegrías y desencantos; la brisa fresca de la mañana en la cara; el impulso del conquistador; la ilusión del viajero; el zumo de energía; la ansiedad difusa en forma de humo...
Estas son algunas de las cosas que deben incluirse en la lista de lo necesario para empezar la mañana; es seguro que hay más por añadir pero que sea cada cual quien haga su propia revisión y confeccione su lista a medida.

sábado, 30 de noviembre de 2013

Con el alma al aire: Deseo cumplido


Entumecido el cuerpo, tan sólo de pensar cuándo vendrá el frío que ya se está haciendo tan necesario como deseado... y la lluvia suave y contínua que adorna las calles y los campos. Por fin se daría descanso al ventilador y al abanico, y tarea a la manta y a la estufa, pero mientras, la espera y el deseo son lo único que hacen posible el cambio meteorológico.


De Manuel Sánchez Quijano: https://scontent-a-cdg.xx.fbcdn.net/hphotos-frc3/q71/s720x720/1016978_10201204579470300_1164209535_n.jpg




Y unos meses más tarde el frío llegó... Todo llega. Finalmente se arrumbaron los artilugios para estar frescos y se afrontó poco a poco el nuevo rítmo marcado por la caprichosa meteorología, aún enredada en sí misma, como si no supiera decidir qué camino tomar.

De Francisco Tomás Rincón: https://scontent-b-cdg.xx.fbcdn.net/hphotos-prn2/q80/s720x720/960066_673735196000760_793568161_n.jpg

Pero el frío ya estaba ahí, enfilando las esquinas, obligando a guardar la ropa o la no ropa que se usó en el verano (mejor no acordarse de él, con esas temperaturas de locura y desquicie). Empezaba a verse gente por la calle a horas que unos meses antes ni podías imaginar y con mangas, con sudaderas, buscando el pedacito de sol para pararse a charlar en las aceras.


jueves, 17 de octubre de 2013

UniversoHidalgo


Aunque no creo que necesite presentación ni difusión, quiero presentaros UniversoHidalgo, canal de YouTube de Jacinto Carlos Hidalgo León, pianista desde los 8 años, es compositor de música sinfónico-electrónica de la que se puede disfrutar en su canal YouTube, al que os sugiero visitéis porque estoy segura de que os hará vivir sensaciones diferentes, tantas como sus más de 500 composiciones.
Un compositor que defiende la reinvención del ser humano para no caer, para resurgir de lo difuso y de las complicaciones intrínsecas a la vida misma, empezando por el mero hecho de despertar y levantarse cada día.
Desde hoy su canal ha quedado incluído en nuestros enlaces "Blogs y sitios que me enweban" para que el rastro sea más fácil de seguir a aquel que se vea envuelto por los latidos de su música.


Estas son las anotaciones que escribí mientras escuchaba estas dos composiciones que quiero compartir con quien quiera sentir.

"AVES MIGRATORIAS"

Potente, dinámica, serena, te transporta e invita a acompañar un imaginario vuelo de aves, que además pueden oírse, en distintos momentos, a veces con más impulso, a veces tomando aliento, con su aleteo continuo en su inevitable vuelo migratorio.




"RÉQUIEM POR UN PLANETA MORIBUNDO"

Puede, debe haber una luz de esperanza para nuestro planeta. Es necesario tomar conciencia y actuar para detener la amenaza a todo el entorno natural. Una invitación, una sugerencia a reflexionar sobre la realidad que nos circunda, de la que nos llegan como flash las amenazas que tendríamos que aprender a minimizar si es que no queremos tener que escuchar en un último aliento de alarma un réquiem por un planeta moribundo.




Termino esta invitación a entrar en UNIVERSOHIDALGO, agradeciendo a Jacinto Carlos su autorización para enlazar su canal desde mi modesto blog "Enwebada", y a las redes sociales la posibilidad y oportunidad de contactar con creadores que de otro modo no hubiera podido conocer.

miércoles, 16 de octubre de 2013

Una historia intrascendente

De: huelvabuenasnoticias.com

No puedo dejar pasar la oportunidad de rendir un pequeño y merecido homenaje a alguien que conozco gracias a mi prima Esperanza y a las redes sociales. He podido comprobar que se trata de alguien con una sensibilidad extrema, capaz de expresar y transmitir, capaz de embaucar con la palabra; alguien con una calidad humana envidiable, enamorado de la literatura y de Carmen, con quien a diario intercambia poesía, reivindicación y amor a destellos.

 

J.J. Guerra nació en 1966 en Aracena, el pueblo donde también nació y se crió mi madre, y donde creció mi padre, un precioso pueblo con identidad propia del que no es preciso hacer presentaciones, un pueblo de buena gente y de gente interesante y culta, del que llevo en mi interior un recuerdo latente por mi familia y por mis vivencias de la infancia.



J.J. Guerra, fontanero de profesión, siempre aficionado a la literatura, colabora en programas literarios en radios nacionales y extranjeras, lo que combina con la publicación de relatos, microrrelatos y poesía en medios digitales.


"Una historia intrascendente" es su primera novela, publicada por la Editorial Seleer, que será presentada mañana, 17 de Octubre, en el Salón de Actos del Ayuntamiento de Aracena a partir de las 20:00 horas.

Quiero desear todo lo mejor a este excelente escritor y persona.

¡Mucha mierda!

viernes, 5 de julio de 2013

Al sur del Sur

Sé de un lugar...
al sur del Sur,
donde el sol brilla
con singular claridad...
donde el mar crece y mengua,
se apacigua y se enerva,
pero siempre te envuelve...
con su aroma a sal,
con los quietos secretos
que guarda en su lecho
frío y oscuro,
con el ritmo acompasado
de su oleaje,
que trepa por la arena
invadiendo la orilla
con esa espuma
que se disuelve
hasta ser aire...



Fotografía por Francisco Tomás Rincón, con permiso del autor



Sé de un lugar...
un rinconcito al sur...
en una isla peculiar...
mirador de Cádiz...
confidente de mis añoranzas
y también de mis alegrías...
La Casería...
El Bartolo...
un lugar con magia...
La Isla...

Rincón Dorado


Belleza serena,
el dorado del ocaso,
cielo de fuego
anaranjado y fresco,
que coquetea
en el espejo del agua;
agua mansa y calma,


Fotografía por Francisco Tomás Rincón, con permiso del autor



barcas descansando de su faena
anuncian la llegada de la noche,
pronta, clara, despejada,
que apunta a estar presidida
por un cielo cubierto de estrellas,
que se mirará en el mar,
multiplicando destellos...

viernes, 24 de mayo de 2013

Futuro para I+D+i

Del blog del Colectivo Carta por la CienciaCon I+D+i sí hay futuro
Al abrir el correo electrónico esta mañana, mis perjudicados ojos se han topado con un mensaje escrito por un profesor e investigador de la universidad en la que trabajo, pero no se trata de algo sectorial que afecte sólo a una o a alguna universidad u otro organismo de investigación de este país damnificado por tanto absurdo, tanto recorte y tanta medida restrictiva, sino que afecta a todos, y cuando digo a todos es a todos: a la investigación, al investigador, a las instituciones donde se lleva a cabo esta actividad, a las publicaciones, que recogen y difunden los resultados de la misma, y a la sociedad, que recibe y se beneficia de su puesta en marcha.

Es lamentable mirar alrededor y quedarse impasible, por éso he querido hacerme eco del llamamiento contenido en ese correo electrónico para luchar por la Ciencia y la Investigación y me adhiero contribuyendo a su difusión. Esta es la segunda Carta por la Ciencia, la primera se publicó hace más de un año.

El correo decía así:

Ante el rápido deterioro de la situación de la I+D+i en España, el Colectivo de la Carta por la Ciencia ha creído necesaria una nueva edición de la carta pública de alerta que se envió hace un año a toda la sociedad española. La COSCE, que forma parte de este colectivo, invita a firmar la iniciativa para recoger el máximo número posible de adhesiones.

Se puede descargar la carta en
http://www.cosce.org/pdf/carta_2013-CAfinal%20_2_.pdf

Para firmar, se accede directamente desde
http://www.change.org/es/peticiones/aumentar-la-inversi%C3%
B3n-en-i-d-i-evitando-as%C3%AD-el-%C3%
A9xodo-masivo-de-nuestro-capital-humano


Este es el blog del Colectivo Carta por la Ciencia: Con I+D+i sí hay futuro

Integran el colectivo:
COSCE Confederación de Sociedades Científicas de España
CRUE. Conferencía de Rectores de Universidades Españolas
FJI. Federación de Jóvenes Investigadores
PID. Plataforma Investigación Digna
CC.OO. Confederación Sindical de Comisiones Obreras

UGT. Unión General de Trabajadores

miércoles, 15 de mayo de 2013

Seminario BUSGICIWYR

Seminario BUSGICIWYR: Búsqueda y Gestión de la Información Científica (uso de WOK y RefWorks).

Google site creado como material de apoyo al "Seminario" impartido el 14 y 16 de Mayo de 2013. 
https://sites.google.com/site/seminariobusgiciwyr/

Dirigido a personal docente de la Facultad de Física y otras Facultades y Escuelas del Campus de Reina Mercedes (Universidad de Sevilla).
Objetivo:
Ofrecer a profesores e investigadores las claves para gestionar la información científica de forma óptima, utilizando la plataforma WOK (Web of Knowledge) y el gestor de referencias bibliográficas RefWorks
.
Impartido por: María José Gómez Fernández, mjosegomez@us.es (Biblioteca de Facultad de Física) y Marta Suárez Samaniego, martas@us.es (Biblioteca de Facultad de Matemáticas)

miércoles, 8 de mayo de 2013

Agua somos

Consiguió trabajo en la presa y compró la casa de sus sueños junto al río. Hacía tiempo que no llovía así. Aquella madrugada mientras dormía la presa reventó y el agua arrasó todo a su paso. El agua que le permitía ganarse el sustento ahora también le arrebataba la vida.

____________________________________________________
Presentado al Concurso de Microrrelatos convocado por La Red de Bibliotecas Municipales de Cartagena, en su 5ª edición de 
El tamaño no importa, léelo.

martes, 30 de abril de 2013

NO TITLE-NO SUBJECT-NO: RECOLECTA, 25 de Febrero, 2004


 
Al lado del silencio
piel que mi piel roza,
manos que me aferran,
embestidas
de tu cuerpo en el mío
me poseen:
siento que vibro
desvanecida
de deseo ardiente,
mi vientre invadido,
mis pechos en vaivén
acelerado;
tú al galope
en mis caderas...
Te miro de soslayo,
los ojos entornados
por el placer inmenso.
No quiero más
salvo saberte amado
como yo me siento.
No puedo amar más
salvo a tí.
Escóndeme en tus brazos,
cállame con tus labios
en los míos.
Destruye mis pensamientos
cuando se atreven
a desvariar que podría perderte.
Amor mío...
no sé cómo decirte
todo lo que te siento,
todo lo que te quiero.

Incluso más allá de la muerte.

lunes, 8 de abril de 2013

Con el alma al aire: Amanece el barrio

Parir las horas de un domingo se vuelve lento y hasta tedioso. Hay que inventar un entramado de ilusiones para avanzar los minutos compaginando con esas obligaciones que te cuelgan por herencia de siglos, por narices. Axi se asoma a la ventana para tomar un respiro: unos pasean a los perros, otros empujan un carrito de bebé, algún niño monta en bicicleta, un matrimonio de abuelos vuelve del parque, el indigente rebusca en los contenedores de la basura sin importarle quién pueda verlo, un grupo de amigos camina hacia el bar de la calle de atrás. Parece que el barrio va cobrando color y forma ahora que está bien entrada la mañana.

-Tendré que ir a comprar pan –piensa Axi con cierta pereza, porque no tiene muchas ganas de pisar la calle-.

 Al otro lado de la plaza la ventana de María parece haber retenido el tiempo en ella, siempre a la misma altura, ni levantada ni bajada, justo a un palmo del alféizar, como si nadie habitara tras ella, pero sí. Axi la mira durante un buen rato mientras se pregunta cómo terminarían ayer las cosas entre Martín y María, o cómo habrán empezado esta mañana. Siente un pellizco por dentro porque no vaticina nada bueno.

 María se retiró temprano, casi al poco de atardecer, aburrida hasta el hastío de estar sola o con algún amigo, pero sola. Martín agrandó la tarde y la estiró como chicle hasta confundirla con la noche y la madrugada, y a la primera oportunidad escabulló el bulto con un par de conocidos de barra para seguir la parranda, pero sin María. Como otras tantas veces agotó un bar y otro hasta cerrarlos, entre risotadas y canturreos, picoteando escasamente un aperitivo compartido, sin mayores consideraciones que sus propios intereses y caprichos. Con el cansancio y la bebida de más a cuestas, como la chaqueta al hombro, finalmente regresó a casa, creyendo que evitaba hacer ruidos que pudieran despertar a María, cayendo en la cama casi sin desvestir, y durmiendo con aplomo entre vapores etílicos que por la mañana le cambiarían el humor hasta la primera cerveza en el bar, con María cerca, aparentando la normalidad de la felicidad estable, pero reviviendo flash a flash los fogonazos de flirteo vacío, los besos de plástico recibidos, las palabras agolpadas que se derraman sin contenido en conversaciones imposibles de recordar.


Partes completas: Con el alma al aire

jueves, 4 de abril de 2013

Con el alma al aire: De vuelta (2)

Se despidieron del grupo de conocidos y subieron a casa mientras el bar empezaba a recoger para cerrar pronto sus puertas. Otros ya se habían retirado un rato antes, y el resto de clientes lo iba haciendo poco a poco.

El silencio de la noche se rompía a intervalos por la sirena de una ambulancia que enfilaba camino al hospital Virgen del Rocío con gran velocidad. Para la gente del barrio un sonido familiar que podía oírse de día y de noche pero que en la noche podía desgarrar y levantar inquietud, clamando desde la oscuridad como el grito del que pide ayuda con desespero. La sirena con su acompasado ritmo fue alejando su reclamo hasta que finalmente dejó de oírse y de nuevo se instauró el silencio, tan sólo roto por algún coche pasando por la avenida, por el eco de la conversación de algún transeúnte.

De los altavoces del ordenador fluía la música suave con volumen adecuado para no distorsionar la magia de la estancia, iluminada por una tenue luz de vela cuya llama cambiaba de forma y tamaño a voluntad. Una copa de licor, un baile lento, miradas cómplices y el lenguaje corporal ponían la guinda al espacio y al momento íntimo. Unas horas después, consumido el licor, apagada la vela, la música susurrando al fondo, el cansancio hizo mella y el sueño los embargó sin preguntar.

Las primeras horas de la mañana los sorprendió acomodados entre sábanas, con las primeras luces filtrándose por los agujeritos de la persiana. Con los ojos llenos de sueño y el cuerpo perezoso se permitieron un rato más.


Partes completas: Con el alma al aire

Con el alma al aire: De vuelta (1)

Tras realizar la llamada prometida comprobó los mensajes en el buzón de voz del teléfono; tan sólo había dos llamadas, nada de interés, una de número no identificado y otra de un móvil que no sabía de quién era; ningún mensaje pendiente de escuchar. Dejó el teléfono en la base y se apresuró a deshacer el equipaje, como tantas veces había hecho y como tantas otras tendría todavía que hacer. Revisó las habitaciones, cerró bien las ventanas, conectó el aire acondicionado para calentar la casa. Miró la hora, buscó el cargador del móvil, lo enchufó, encendió un cigarro, comprobó de cuánto dinero disponía, preguntó a sus hijos:
-¿Queréis que pida unas pizzas a Angelita?
-Bueno... -dijo el mayor dubitativo-, pero si va a tardar mucho, entonces no, porque tengo hambre.
-¡¡¡Síiii!!! -exclamó el pequeño haciendo fiestas a la propuesta- ¡tengo muchas ganas de comer pizza!
-Claro, es que hace ya unos cuantos días que no las comemos -dijo Axi-. Bien pues bajo y en cuanto las tenga preparadas os las traigo. Nosotros igual tomamos algo abajo, ¿no os importa?
-No mamá -respondieron los dos-, pero a ver, porque después dices que estás cansada... -completó el mayor-

Había poca gente por la calle, al menos en el barrio, seguramente a causa de la crisis, pero también porque había partido de fútbol. En el bar sí que había más gente, estaba lleno de forofos que no podían ver ese partido en casa porque no tenían Canal Plus y allí mataban el tiempo del encuentro consumiendo sólo lo que pudieran pagar, que la cosa no estaba para tirar la casa por la ventana.
Veinte minutos después estaban las pizzas listas para llevar y de inmediato Marc las subió a casa, bajó de nuevo y tomaron allí algo para cenar y de paso despejaron la cabeza charlando y riendo con un grupo de gente divertida, habitual del sitio.
-Ya se os echaba de menos -dijo Nadia-
-¡Hombre, menos mal que aparecéis! -añadió Sete-

Casi a punto de dar las diez y media, la noche estaba empezando, y aunque se encontraban junto a casa y volverían pronto, una brisa renovada y fresca se dejó sentir en sus rostros, augurando un rato distendido, de esos que luego gusta recordar.


Partes completas: Con el alma al aire

miércoles, 3 de abril de 2013

Con el alma al aire: La despedida (2)

Llevaba la radio puesta con una buena emisora que al sacudir rock por un tubo contribuía a mitigar la sensación de ahogo e impotencia, de tristeza sublime que le oprime el pecho cada vez que se separa de su madre, tiempo antes también de su padre. La música la transportaba hacia los momentos únicos de esos días que acababan de terminar, ya fueran buenos o malos, divertidos o aburridos, podía revivirlos gracias a la música y éso difuminaba el punto de ruptura de la despedida y lo convertía en un punto de inflexión a partir del cual el tiempo se acortaba camino hacia el próximo reencuentro.
No es fácil decir adiós y menos cuando te despides de alguien de cierta edad o de alguien que no está bien de salud porque nunca se sabe qué puede pasar, y aunque nadie está libre de mal, la ley de la vida se impone. Te duele pensar cómo se las arreglará para hacer sin tu ayuda ciertas cosas, a quién recurrirá, si sentirá la soledad revoloteando a su lado, si tendrá cuidado y no se subirá en aquella escalera para alcanzar un cacharro en la cocina, si no resbalará en el baño, si cerrará bien las puertas por la noche, con quién irá a la cita del médico (y tú sin poder acompañarla). Infinidad de pensamientos recurrentes y cíclicos que se vienen una y otra vez en el transcurso de los días, en el insomnio de las noches, que hacen sentir hasta culpa por no tener el don de la ubicuidad, por no ser superwoman y acudir a todo lo que uno quisiera o debiera.

Entre tanto el paisaje pasa rápido junto a la ventanilla lateral del coche, como si viajáramos dentro de un túnel de acuarelas y suena la música. Le apetece llegar a casa, hacer la llamada que prometió para confirmar su llegada, desdoblar y recoger todo el equipaje que unas horas antes dobló, buscó y guardó, y salir a la calle a respirar hondo mientras se toma una cerveza en compañía de los conocidos del barrio. Después de todo ese ritual, coronado por bromas y risas, comentarios y puesta al día de novedades, todo volverá a algo parecido a la normalidad habitual, y podrá descansar con ganas en su cama, arropándose con sus sueños.
Ahora ya sólo faltan 25 kilómetros para llegar. Un haz de resplandor puede verse a lo lejos: son las luces de Sevilla; las de La Isla las lleva en su pensamiento.


Partes completas: Con el alma al aire

martes, 2 de abril de 2013

Con el alma al aire: La despedida (1)

No podía ver con claridad con las lágrimas asomando al borde de los ojos, como queriendo derramarse sin conseguirlo. Con el revés de la manga se limpió la mucosidad acuosa que bajaba por la nariz hacia la boca. No quiso tocarse los ojos para que ella no se diera cuenta de que estaba llorando, para evitar que el momento se hiciera aún más duro, incluso esbozó una sonrisa que sabía que advertiría desde la distancia que las separaba y al mismo tiempo gesticuló con la mano como simulando un teléfono y le dijo:
-Te llamo cuando llegue.
Sabía que no la volvería a ver en semanas y éso hacía más difícil decir un hasta luego que era la fórmula perfecta para suavizar un adiós, hasta pronto.
Caminó unos pasos sin mirar atrás, abrió la puerta del coche, subió y se acomodó y agitó la mano saludando. El coche arrancó y se puso en marcha y también la cuenta atrás hasta que volvieran a verse. Cada vez era más duro despedirse.
Luego se sumió en un enjambre de pensamientos y sentimientos, recuerdos inmediatos y lejanos, nostalgias y anhelos, risas y bromas que ayudaron a acortar los kilómetros que las ruedas del coche machacaban en el asfalto de la autopista.


Partes completas: Con el alma al aire

miércoles, 13 de marzo de 2013

El Guasa

El Guasa no es el apodo por el que conocemos a nadie, no es uno muy muy gracioso, no, y tampoco es un tío muy bromista; no es nadie del barrio ni del pueblo, y en realidad tampoco es ninguna persona, pero el caso es que todos lo conocen. Bien es verdad que su nombre es otro. Me explico y ya veréis que enseguida sabéis de qué hablo.
El Guasa es una aplicación, o sea, un software para mensajería instantánea, utilizado sobre todo en dispositivos móviles. En muchos sitios de Andalucía, asimilando la pronunciación inglesa del término con su casi homófona castellana, pronunciada en andaluz, se pronuncia y escribe Guasa (de broma, claro está) para referirnos a la aplicación WhatsApp.
Tuve conocimiento de su existencia a través de una amiga, mi querida vecina Cefe, que en cuestión de diez minutos me impartió una clase magistral express, sin tutorial. Al poco rato de recibir esta formación ya teníamos El Guasa instalado en dos teléfonos en casa. Según parece, a muchas personas les ha ocurrido igual que me ocurrió a mí, por lo que deduzco que el uso extensivo de El Guasa se ha debido a la transmisión oral.
De: http://www.kreacion.es
Y todo el mundo se guasea, móvil en ristre, para cualquier cosa: una cita, una conversación, enviar un chiste, la foto de los niños, la foto de la tortilla que acabas de hacer, en fin, cualquier cosa, como digo.

Pero hace unos días empezó a desatarse la alarma: El Guasa se iba a volver de pago, con una cuota insignificante, bueno, pero ya no iba a ser igual, porque lo gratis nos gusta a todos y el pago mucho menos, por no decir nada; y lo peor no es ya el hecho del pago en sí, esa cantidad tan pequeñita, sino el tener que andar dando tus datos bancarios y encima para tan poco dinero.

Ante la inquietud que produjo tal alarma entre los usuarios de El Guasa, entre los que me incluyo, pensé poner en mi muro de facebook una entrada en mi estado para compartir con mis conocidos y seguidores el rumor hecho noticia en nuestros propios móviles, en la radio, en la prensa(1), pero también pensé compartir la noticia para buscar opinión sobre otras alternativas.

AVISO A CHATEANTES DE MÓVIL:

LINE es una buena alternativa a WHATSAPP.

OJO: Whatsapp será de pago a partir del próximo día 22 (marzo)

Gracias a este aviso pude intercambiar opiniones e interrogantes con mis amigos. Había aplicaciones que lo podían sustituir decentemente pero, además del inconveniente de dar los datos bancarios si se continuaba con El Guasa, estaba el de comunicar el cambio a todo el "equipo" de contactos si es que se optaba por cambiar.
Un trastorno por donde quiera que se mire.
De: http://www.latostadora.com
Entre las opciones a El Guasa estuvimos barajando LINE, con chat gratuito pero sms y llamadas por cobro; SKYPE, con sms y chat gratuitos pero llamadas con coste, y VIBER, que en otro momento había sido gratis hasta para llamadas pero que ahora sólo era gratis para chat porque para sms y llamadas tenía coste.

Los comentarios derivados de mi entrada de estado en facebook fueron más allá de la elección de un sustituto a El Guasa y mi prima me pidió que escribiera algo sobre ésto, y yo, obediente, así lo estoy haciendo.

Nada de ésto ocurriría si el móvil no estuviera instalado en nuestras vidas de forma tan poderosa. Cuando el mundo estaba cubierto de árboles no hacían falta los teléfonos ni otros dispositivos portátiles. Hoy en día no sólo queremos tener un teléfono para llevarlo incluso a la cama como despertador sino que queremos que el teléfono se conecte a internet, que nos sirva de radio, que nos permita escuchar música, que nos deje grabar vídeos, hacer fotos, grabar sonido, jugar, ubicarnos con geolocalizadores, etc. Si no tienes un móvil medio qué, pues hasta te miran rarito y todo.Y claro está, de ahí que mi prima saltara, porque según decía, ella tenía un móvil prestado porque a su compañero de trabajo le daba vergüenza verla con el Nokia con celo o fixo que le daba servicio, y por éso le había prestado el suyo antiguo. Mi prima, claro está, quería subirse al carro de los dispositivos de nueva generación pero lo quería que fuera smartphone y como es normal, los que le gustan son caros, y luego hay que tener en cuenta que hay que hacer el contrato, porque a ver, ya que cambias, pues cambias, y el que tenía ahora era de tarjeta (una ruína total). Se preguntaba si es que ella era rácana o es que todo se salía de presupuesto, sobre todo en lo que a teléfonos móviles se refiere. Pero ella misma se respondía, porque decía que igual sí era rácana para asuntos como éste, pero que con otras cosas no lo era, y añadió que los teléfonos son una esclavitud, que además, si te llaman y no lo coges por el motivo que sea, encima la gente se enfada y te dice: "¡es que he estado llamándote!".
Y terminaba diciendo mi prima, que en su casa, los fines de semana pasan de móvil, que lo aparcan, o que al menos lo intentan.
Le respondí dándole la razón respecto a que los teléfonos son una esclavitud y que encima de que te enganchan son carísimos, a no ser que aproveches una oferta de que te lo regalen si cambias de operadora y haces con la nueva la portabilidad, pero claro, hasta que se te "escoñe", y el día que éso ocurra, a ver, a ver, porque con el dineral que cuestan...
Nos hemos acostumbrado a vivir pegados al teléfono, pero al teléfono con internet, fotos, vídeos, grabadora de sonido, mapa, y por supuesto, Guasa o sucedáneo. Si nos desmontan el tinglado tendremos que aprender a reinventar nuestra existencia global y continuamente interconectada.

Terminaré esta reflexión tranquilizando a los forofos de El Guasa y a mí misma, no sin antes recomendar que debemos cuidar nuestros móviles como oro en paño, porque sustituirlos puede suponer una inversión extraordinaria que posiblemente no podamos asumir con la facilidad que suponemos. Bien, y ahora, para terminar, la noticia tranquilizadora: al parecer El Guasa podría seguir siendo gratuito(2) y ésto se sabrá en unos días, así que antes de desinstalarlo y buscar otra aplicación sería apropiado esperar a ver qué ocurre.

¡Ésto sí que tiene Guasa!

martes, 12 de marzo de 2013

Llueve

Llueve sin parar, llueve sin piedad, desde hace días y noches. Llueve de pronto suave, como si rociara y al punto llueve con fuerza, como si diluviara. Tanta lluvia, tanto gris, tanto húmedo y frío que se siente, produce melancolía, aturde.
Si miras hacia algún sitio donde haya un fondo oscuro se ve cómo cae el agua.

De: http://talent.paperblog.com
El viento la enfurece más, la vuelve agresiva, golpea y como pequeños dardos hasta se clava al tocar la piel.
Es necesaria la lluvia pero tal como llueve hasta hace daño.
Una tregua se impone porque las tierras están anegadas, hay carreteras rotas, hay familias sin casa, sí más, y a éstas las desahució el agua. El agua es buena, es fuente de vida, pero también puede quitarla. Hay crecidas en los ríos, los pantanos alivian su peso, y todo va arrastrando cauce abajo haciendo aún mayor la masa de agua que avanza.

Y el frío y el viento... No queremos la sequía ni el calor excesivo pero tampoco queremos respirar agua y más agua. Ni en un extremo ni en el otro. Y llueve y llueve, y muchos pensamos "a ver si para, aunque sea unos días", que la tierra absorba y empape, que no contribuya a crear más miseria de la que ya hay por otros fenómenos que no son los meteorológicos. Ahora que está más que limpio el aire, que vuelva un poco la calma. Que volverá a llover, seguro.
De: http://wwwfaustinolobato52.blogspot.com.es


Cuando el calor hace arder el asfalto y las paredes, nos ahoga con su aliento delirante, y también nos enfurece sin razón aparente, nos quema en nuestro interior, pero cuando llueve tanto y tanto afuera, también sentimos que llueve dentro de nosotros, desatando un pellizco ingrato en un envoltorio biselado de tristeza y ansiedad, de húmeda y extraña soledad.

lunes, 11 de marzo de 2013

Una semana cualquiera: lunes

La noche antes se acostó muerta de risa porque no podía quitarse de la cabeza una serie de diapositivas vistas en facebook en una página que, para colmo y delicia, se llama "Quememeo". Repetía en alto los chistes, las frases, describiendo las viñetas y las imágenes y las lágrimas salían a borbotones, pero de la risa.
Noche de domingo, muerta de risa al acostarse, sin poder coger el sueño, hablando en la cama con la luz ya apagada, en fin, algo bastante normal para el tránsito domingo-lunes.

En algún momento consiguió conciliar el sueño, y lo supo, porque también en algún momento se despertó.

De: http://elegandcia.files.wordpress.com

Tic-tac, tic-tac, tic-tac, tic-tac... Justo ese sonidito la despertó, clavándosele en la sien como balas de una nanoametralladora, y se repetía y se volvía a repetir, tic-tac, tic-tac, tic-tac. Asociaba ese sonido con lo inevitable, y lo inevitable era que tendría que levantarse sí o sí ¡en breve!. Y aunque a duras penas y haciéndose la remolona, se levantó.
A partir de ahí lunes lunero cascabelero, a todo correr, cocina, café, nesquick (no quiero hacer publicidad, pero éso es lo que toman...), bocadillos, calentar comida para guardar en la fiambrera-termo, ir al baño, arreglarse, adecentarse, vocear "vamos, qué estás haciendo, dáte prisita", ir de un lado a otro buscando las gafas, el móvil, las botas, el cinturón.

Siempre pasa igual y siempre que pasa igual ella se dice a sí misma lo mismo de siempre: ¿por qué no lo dejaría todo preparado anoche antes de acostarme?

Cuarenta minutos de infarto que concluyen cuando, después de bajar en el ascensor incluso instando a que el ascensor baje más rápido, abre las puertas del edificio, recorren la distancia entre éste y el coche, lo abre, le vuelve los espejos, abre la puerta, sube, se acomoda, arranca, y, ahora viene lo peor, correr sin cometer imprudencias que puedan lamentarse. Conducir hasta el instituto, esperar a que su hijo cruce la avenida y entre por la puerta (que no se lo vaya a llevar ningún desgraciado por delante en el paso de peatones), volver a reanudar la marcha, ir hacia el trabajo, aparcar, coger todo lo que está desperdigado en el asiento, ir hasta el ordenador para firmar la entrada del trabajo, dar unas caladitas a un cigarro y subir hasta el despacho, saludar, encender el ordenador, encender la estufa (shhhhh, que no se puede tener estufa, pero es que si no la tiene se congela), centrarse en el trabajo y romper el hielo del lunes comenzando a trabajar.

Estoy cansada solo de contarlo.



Hoy en especial voy a volver hacia atrás, hasta el momento en que ella va a volver los espejos al coche, porque hoy, en concreto, ese momento le añadió una dificultad al lunes: ¡joder, han roto un cristal!. Así se tuvo que ir con el coche, lleno de cristales hechos añicos, y así lo aparcó, rogando que nadie le pusiera los ojos encima en el aparcamiento del trabajo y que el daño no fuera peor. Una vez en el trabajo, buscó la tarjeta del taller y llamó. Hasta mediodía no había nada que hacer. La broma serían más de 200 euros, así que tendría que llamar al seguro. Menos mal que se harán cargo, pero éso no lo tuvo claro hasta las seis de la tarde, después de peregrinar por otro taller más, por más teléfonos.

Volviendo a la horrible normalidad del lunes, se puede decir que los lunes son días realmente pesados, pero necesarios. Deben existir porque si no hubiera lunes cualquier otro día tendría que cargar con ese San Benito y ningún otro día ya sería lo que hoy es. Un lunes es como una puerta compacta que te cuesta abrir, como una cuesta larga y empinada, como un amigo pesado que nunca deja de hablar y además te importa un pito lo que te está contando. Un lunes es como una segunda oportunidad. Los lunes son un crudo reencuentro con las obligaciones que igual no son las que más te apetece afrontar. El lunes se siente en el cuerpo como un puñetazo y a la vez es como la anestesia que te inyectan para que el resto de los días de la semana puedan ir pasando sin sentirlos tan duramente.

El lunes te das cuenta que te falta de todo en el frigorífico, que no lavaste esa ropa que justo más necesitabas, que no tienes paracetamol y tienes que ir a la farmacia antes de que te cierren la puerta en la nariz. El lunes deseas que termine cuanto antes y te propones que al día siguiente estarás más integrado en ese rítmo frenético que la vida de hoy día nos marca. Quieres acostarte pronto pero, al final, te acuestas a la hora de siempre porque siempre hay algo más que hacer, hasta que te conciencias de que ya no lo puedes hacer hasta el martes y lo anotas en algún sitio que luego puedas encontrar.

De: http://ruizygonzalez-psicologaclinica.blogspot.com.es




El lunes antes de acostarte revisas mentalmente todo lo que te ha sucedido durante el día, y como seguro que encuentras algún fallo, aprietas fuerte los ojos y los puños y te acuerdas de toda tu familia, te consuelas a tí misma y dices, mañana será otro día, otro día que no caerá como una losa sobre tí, otro día que no te empachará como una pesada comida, otro día que tendrá sus pros y sus contras y su propio nombre.

domingo, 10 de marzo de 2013

Una semana cualquiera: domingo

De: www.zazzle.es
El ritmo de las horas se sucede de continuo, y casi imperceptiblemente, como el movimiento de La Tierra, va  dando paso al transcurrir de los días, y así, de las semanas, los meses y los años. Cuando venimos a querer darnos cuenta, resulta que, de pronto, nos han pasado por la piel algunos años, crueles al espejo, aunque haya gente que te diga éso de "qué bien estás", pero por mucho que oigas esa frase u otra similar, el caso es que el tiempo pasa inexorable, dando alegrías y tristezas, haciendo daño, ofreciendo oportunidades, presentando personas importantes que marcan la vida de cada uno, otorgando triunfos y derrotas.
Sí, los años van besando tus manos como un galán que te corteja, y marcan, dan experiencia, te hacen madurar en todos los sentidos.

Un domingo de una semana cualquiera uno tiene estos pensamientos y otros muchos porque los domingos, por lo general, son días raros, o al menos éso dice la mayoría de la gente. El domingo es un día bisagra entre el descanso y el ocio del fin de semana y el trabajo y las obligaciones que están por venir a lo largo de toda la semana a punto de empezar. Es uno de esos días en que todo da pereza, a pesar de que todos hacemos cosas, preparándonos para el lunes, pero todo tiene una cadencia especial, lenta, sobre todo durante las horas de la tarde, que se precipita inevitable hacia la noche; noche que llega de puntillas y en la que nos resistimos a retirarnos a dormir y descansar, tal vez, porque no queremos que se acabe el fin de semana, no queremos volver a retomar la trepidante remontada hacia el lunes.

Lo mejor del domingo tal vez sea la mañana, que nos permite soñar con todo lo que puede estar por descubrir. La mañana del domingo nos da alas, nos deja trabajar, organizarnos, nos invita a salir a pasear y a tomar un aperitivo, sorprendiéndonos con alguna amistad o conocido a quien encontrar y saludar, con quien charlar y reír un rato.

Los domingos nos levantamos un poco más tarde que otros días, como si quisiéramos exprimirnos entre las sábanas, llevarnos puesto el regusto de desperezarnos sin prisa, para luego recordarlo a lo largo de la semana, desayunar tranquilos y con los tuyos, haciendo del desayuno una fiesta.
Preparar una comida dominguera para comerla pausadamente, sin hora fija, sin importar lo que se tarde, pero sí lo que disfrutes. La sobremesa es aún mejor porque nos permite alargar ese momento de ocio que ya no tendremos lugar de disfrutar durante el día.

Luego, poco a poco, va entrando la tarde, y nos va estrechando cercos, nos hace sentir que estamos dentro de una cuenta atrás, nos hace pensar en muchas cosas, incluso nos hace entristecer. Intentamos de cualquier forma quitarnos el pesar de la tarde de domingo haciendo algo, trabajando en la casa, preparando asuntos pendientes, viendo una buena película, leyendo un rato largo, cocinando para comer el lunes, revisando lo que nos llevaremos al día siguiente en la mochila, bolso, cartera; hacemos alguna llamada de teléfono como si de esa manera dejáramos cerrado un ciclo.

Los domingos de cualquier semana, en general, son como un puente que une el ansiado pero ya pasado fin de semana con el lunes que tanto cuesta empezar, por éso son un día muy especial en el que pasamos de la alegría a la melancolía, en el que nos ponemos trascendentes, echamos en falta cosas, echamos de menos personas, revisamos nuestras vidas, hacemos planes, nos planteamos nuevos propósitos, recordamos lo que hicimos el fin de semana y nos lo guardamos muy adentro para ir sacándolo a la luz y traerlo a la mente a lo largo de la semana, en esos momentos en que puedes tener un poco de margen para soñar, revivir.

Los domingos son imprescindibles, como lo son las zapatillas y el pijama, como lo es un buen libro, como lo son las personas que dan sentido a tus días.

domingo, 3 de marzo de 2013

Nadie como Ella

Le arreglaba la ropa para que la llevara bien puesta, le acariciaba la cabeza, la perfumaba discretamente, le sonreía y gesticulaba para que ella sonriera, y sonreía. Le hablaba con voz suave y se quedaba embobada escuchándola y ponía la boca en forma de O, y sonreía.
La paseaba por las calles explicándole todo lo que iban viendo y a ella le gustaba lo que veía y sabía que no sería igual el paseo sin esas explicaciones y sin ella.
Le preparaba la comida en exclusiva para ella y se la daba poquito a poco, con infinita paciencia, mientras le contaba cualquier historia inventada en el momento, y no se enfadaba mucho si ella le tiraba un poco de comida o le rechazaba alguna cucharada. Le dejaba tocar la comida con los dedos porque según le decía, así aprendería a valorar y amar los alimentos.
De: ladiosaluna.blogspot.com
La bañaba todas las tardes, entre risas y chapoteos, entre charadas y juegos, y al secarle, la acurrucaba y apretaba entre sus brazos y en ese instante aprovechaba para comérsela a besos y piropearla y la hacía sentir importante, querida, afortunada, única.
La acostaba cada noche, y después de contarle un cuento, decirle que fuera buena, le ponía un cuento para escuchar, con voces divertidas y música de fondo, le daba mil besos en la frente, dejaba la habitación con una tenue luz y le deseaba que soñara cosas bonitas… Luego se alejaba poco a poco de ella mientras le enviaba besos volados y le repetía bajito las buenas noches y lo mucho que la quería…

La enseñó a hablar, a caminar, a leer, a levantarse después de caer.
La curaba y consolaba si se caía y se hacía daño.
Le daba su opinión cuando la necesitaba.
La ayudaba con los deberes y todos los días la acompañaba hasta la puerta del colegio y la recogía a la salida.
La aconsejaba sobre qué ropa ponerse para salir con los amigos.
Le pedía que no se metiera en problemas con nadie.
Le decía que debía ser trabajadora, leal, honesta, fiel a sus amigos y a sus ideas.
Le ayudó a construir sus propios principios y a tenerlos siempre presentes.

Se hablaban cada día, porque necesitaba saber de ella, escucharla, o verla, así que bendito teléfono, benditos programas de mensajería en internet y bendito skype. Pero lo mejor era ir a visitarla, porque verla y abrazarla no tenía comparación y ese hecho le insuflaba la sustancia suficiente, la motivación necesaria para seguir, hasta la siguiente visita. Qué bonito verla con sus años a cuesta, ¡años llenos de tanto y tanto amor!

Le seguía haciendo las tartas de cumpleaños, a pesar de que pasaban los años... y cuando no había tarta sí que había canción de feliz cumpleaños.

La cuidó cuando estuvo enferma, y ahora que estaban lejos, necesitaba oír su voz y sus palabras si enfermaba porque para ella formaban parte de la medicación.

Nunca conoció ni encontró a nadie como ella.
Esa importante mujer y sus detalles únicos...
Detalles como esos hicieron de ella una gran persona. Hoy día no sería igual si no fuera por el amor que recibió de su madre. Siempre apoyándola, siempre escuchándola, siempre caminando a su lado, aunque estuvieran a kilómetros de distancia. Su madre, su amiga, su mejor ejemplo, ese faro que siempre brilla y que, pase lo que pase, nunca dejará de brillar.
Nunca podrá existir nadie como ella.

sábado, 2 de marzo de 2013

Mi sur en la retina

Hay un rincón al sur
donde se respira sal,
de claridad plateada,
en calma el mar,
unido en línea al cielo.


De: Acuarelas Joaquín Puertas (con permiso del autor)
(https://fbcdn-sphotos-h-a.akamaihd.net/hphotos-ak-ash3/525153_115448998610854_1298336210_n.jpg)


Tomada por María José Gómez Fernández
Asomada a la Bahía,
Cádiz saluda a Puerto Real,
al Puerto de Santa María,
a Rota y a San Fernando,
y desde allí, desde La Isla,
Tomada por María José Gómez Fernández
otro rincón, más chiquito…
donde soñar se permite,
si te sientas en La Cantina del Titi,
Bar Bartolo que le llaman,
en La Casería…
y ves llegar las barquitas
con la pesca
y ves cómo la descargan
y pruebas los boquerones,
con las papas aliñás
mientras charlas con los pescadores.

De Francisco Tomás Rincón (con permiso del autor):
https://fbcdn-sphotos-b-a.akamaihd.net/hphotos-ak-ash3/547304_453304828043799_883748293_n.jpg


No tiene precio
disfrutar sólo un momento
en ese rincón chiquito
donde el tiempo no existe,
donde se remata el arte,
nublado o despejado,
escuchando el tímido abordaje
del imperceptible oleaje
y entre tanto
un cante se te clava
como una puesta de sol
que nunca acaba...
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