domingo, 5 de abril de 2020

Confinamiento domiciliario #YoMeQuedoEnCasa – Día 21, referido al 4 de abril, “Algunas veces”

Algunas veces no te sale el habla,
la voz guarda silencio y dice el alma,
el alma, la conciencia, el corazón,
o como quieran llamarla.

Algunos días siendo primavera,
el tiempo anda revuelto y nos engaña,
lo mismo parece otoño que invierno,
o como quieran llamarlo.

Algunas noches prefiero el silencio,
silencio por las voces ya calladas,
para digerir tanta masacre,
o como quieran llamarla.

Desde hoy nos faltará una voz,
Aute se fue como otros 809 más,
será terriblemente absurdo estar vivos
y no poder vivir sin sus latidos.

Algunas veces no tiene sentido,
reír, reñir, llorar, o hablar contigo,
porque me falta algo, o me sobra,
o como quieran llamarlo.

Algunas veces la vida te enseña
sus dientes y sus garras como fiera,
igual que este virus y su guerra
o como quieran llamarla.

Algunas noches quiero recostar
en el único hombro de mi almohada,
mi dolor, mi miedo, mi nostalgia,
o como quieran llamarla.

Desde hoy nos faltará una voz,
Aute se fue con otros 11.744 fallecidos,
será terriblemente absurdo estar vivos
y no poder vivir sin sus latidos.

#YoMeQuedoEnCasa #QuédateEnCasa


©María José Gómez Fernández

Publicado originalmente en El Doblao del Arte.

sábado, 4 de abril de 2020

Confinamiento domiciliario #YoMeQuedoEnCasa – Día 20, referido al 3 de abril, “Abril de 2020”

Azahar, llegan aromas a la ventana.
Brillan luces al atardecer.
Renuncias interiorizadas.
Imágenes nunca olvidadas.
Levará anclas el estado de alarma.

#YoMeQuedoEnCasa #QuédateEnCasa


©María José Gómez Fernández

Publicado originalmente en El Doblao del Arte.

viernes, 3 de abril de 2020

Confinamiento domiciliario #YoMeQuedoEnCasa – Día 19, referido al 2 de abril, “Tanta prisa sin pausa”

Tanto correr por los días, alborotados,
llenos de prisas, persiguiendo horarios.
Tanto avanzar cumpliendo objetivos
agazapados en excusas de calidad,
de empleos temporales, inciertos.
Tanto medir, pesar, valorar, informar,
tanto deliberar sobre asuntos banales
hasta que un buen día, se planta delante
algo realmente sustancial y trascendente
y nos vuelca la vida con un soplo.

Tanta burocracia, revestida diplomacia,
protocolos, argucias, entresijos, promesas,
tanta injusticia, pobreza, escasa riqueza
mal repartida entre la humanidad.
Tanto significarse para ser más que otro,
pisando cabezas, piernas, manos,
hundiendo ilusiones, corazones rotos.
Tanta mentira salpicada en papeles,
tanta locura para demostrar qué eres
y qué no eres, tu valía, tus poderes,
lo que sabes hacer y conoces, y ¿para qué?,
para llegar a ser alguien antes que otro alguien.
¿Y qué importa todo eso ahora, esa rutina,
esa prisa, ese desatino por llegar?
¿Qué importa más que la salud y la vida?
Nos rompe todo una pausa repentina,
nos obliga a quedarnos en casa,
a organizar de nuevo el mundo.

Una pausa repentina para reencontrarnos,
con nosotros mismos, y desnudarnos
de temores, sensibilidades, errores.
Y mientras, la gráfica dibuja más cifras al alza,
y no es la bolsa, que esa baja,
son curados, los menos,
son contagiados y muertos,
cifras que son personas, que nos duelen,
que se han ido en soledad, y ya no estarán...
¡Tanto dolor, tantos muertos!
¡Tanta prisa sin pausa!

#YoMeQuedoEnCasa #QuédateEnCasa


©María José Gómez Fernández

Publicado originalmente en El Doblao del Arte.

jueves, 2 de abril de 2020

Confinamiento domiciliario #YoMeQuedoEnCasa – Día 18, referido al 1 de abril, “Al otro lado de la mesa”

Comienza abril de 2020, como si fuera cualquier otro mes, porque quién no tiene la noción del tiempo algo perdida. Si no fuera por los referentes que nos rodean: el calendario del móvil, el de la pared de la cocina -quien lo tenga-, el del ordenador, las noticias en televisión, en periódicos, la campaña de la Declaración de la Renta que hoy empieza...

Comienza abril y no he podido salir a oler el azahar de los naranjos, aunque me consolé pensando cómo olía el año pasado o cualquier otro año. Tampoco el sol acompañaba como merece este día, y sí una fina lluvia, que se colaba tímida, por las rendijas de los visillos. Los pajaritos volaban buscando resguardo, casi sin entonar sus cantos. El cielo hoy se congraciaba con el gris del asfalto, y mimético también se mostraba gris.

Abril comienza y no es posible disfrutarlo más allá del otro lado de la mesa, donde continúa la casa, junto al sofá, enfilando hacia la terraza. Al otro lado de la mesa hay más vida que merece la pena ser explorada y sentida. Los libros duermen en las estanterías del pasillo mientras el puchero cuece en la cocina y las camas se desperezan de su letargo nocturno para mostrarse frescas a la noche. De los grifos de la casa mana el agua cuando se acciona su apertura, y te sientes afortunado por disfrutar de esta comodidad, ¿qué sería de nosotros si los grifos y la canalización del agua no se hubiera inventado?. Igual ocurre con la luz. Al otro lado de la mesa hay un sinfín de posibilidades que observar, objetos que nos traen recuerdos, cacharros que ordenar, ropa que guarda instantes vividos, papeles que archivar, y más, y más, y todo son partículas de uno mismo, en las que hace tanto que no te detenías... y ahora lo haces, y hasta le encuentras un punto en el que poderlas degustar.

Al otro lado de la mesa está todo el resto de la vida: las cosas de cada uno, mis cosas, las puertas y ventanas, los confines de esta inmensidad que nos circunda y, a ratos nos aplasta, y sin embargo nos abraza y nos protege ofreciéndonos sensación de seguridad.

#YoMeQuedoEnCasa #QuédateEnCasa


©María José Gómez Fernández

Publicado originalmente en El Doblao del Arte.

miércoles, 1 de abril de 2020

Confinamiento domiciliario #YoMeQuedoEnCasa – Día 17, referido al 31 de marzo, “Adiós marzo de 2020”

Quedarás en nuestra memoria por siempre, pasarás a la historia por los estragos que causó el innombrable virus: nueva enfermedad a la que se busca trepidante un tratamiento y una vacuna, decretado Estado de Alarma, incertidumbre, desolación, dolor, con lluvias y temporales de invierno, con ciudades desiertas, habitantes confinados, miles de personas muertas en soledad, asalto a supermercados para compras masivas compulsivas, miedo, odio, ruina económica... También pasarás a la historia porque una parte de la humanidad mostró su solidaridad, se volcó voluntariamente en ayudar, cada uno como podía y con lo que podía, unos en primera línea -dándolo todo-, otros en las trincheras -aportando su creatividad para procurar elevar la moral de la tropa ante el enemigo casi invisible-. Pasarás a la historia por muchas cosas más, seguro, y solo espero ser uno de esos que lo pueda recordar en primera persona.

Hoy las calles
volvían a ser
esas lenguas de asfalto
interminables,
solo pobladas
por el silencio
y la soledad,
por las ventanas
con bustos asomando,
escaparates cotidianos
de un encierro
sobrevenido.
¿A quién odiar,
a quién culpar?

Prefiero decir:
¿a quién saludar,
a quién apoyar?,
¿por qué nos robaron
marzo de 2020?
¿cómo hemos
llegado hasta aquí?.
Y como Sabina
preguntarme mañana
"¿quién me ha robado
el mes de abril?,
"cómo pudo
sucederme a mí?

Confinados
continuamos.

Adiós marzo de 2020,
hola y adiós abril.

#YoMeQuedoEnCasa #QuédateEnCasa


©María José Gómez Fernández

Publicado originalmente en El Doblao del Arte.
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