lunes, 9 de enero de 2012

Otro horizonte

Pasó la página, la última página del capítulo, el último capítulo del libro, y tras pasar la página cerró el libro. Quedó un instante con la mirada clavada en la contracubierta, luego en el lomo, en la cubierta, mientras rememoraba los fragmentos que más le habían entusiasmado, que habían llamado más su atención, que le habían provocado una especial reacción.

Tomada de grupos.emagister.com (google images filtro estricto)

Abrió de nuevo el libro y, como si de un zoótropo se tratara, pasando las páginas rápidamente con el pulgar izquierdo tuvo la sensación de releerlo al completo, hasta que volvió a pasar la última página del último capítulo del libro y tras pasarla cerró definitivamente el libro, lo depositó con lentitud sobre la mesa auxiliar, le pasó la yema de los dedos como si lo acariciara y se quedó mirándolo mientras se escuchaban las doce campanadas que indicaban las doce en el reloj, las doce de la noche, de la última noche del año, y miró el reloj cuando dió su última campanada, y una lágrima le bajó tímida por la mejilla, y a la vez que escuchaba el jolgorio de la calle, de otras casas, se limpió la lágrima con la manga, la última lágrima que le brotaría a causa de aquella relación, hermosa pero doliente relación, que terminó unas horas antes que el año que había agonizado, que el libro que acababa de leer.
Recostó la cabeza en la orejera del sillón y en su mejilla aún húmeda comenzó a dibujarse la mueca de una tierna sonrisa, por el año nuevo que empezaba, por la nueva historia que un libro nuevo le traería, por una nueva vida por delante, que se abría ante su horizonte como un sol rasgado y naciente, que en su anaranjada forma alberga la esperanza del deseo aún dormido, latiendo acelerado bajo la piel.

martes, 22 de noviembre de 2011

Excursión: Óptica Pictórica. Redacción

Salimos del colegio a las 9:30. Los alumnos de 5º vinieron. Fuimos por La Palmera hacia el Parque de María Luisa. Este parque era un jardín privado del Palacio de San Telmo y fue donado por la Infanta María Luisa, Duquesa de Montpensier, a la ciudad porque ella quería que Sevilla tuviese un parque.

En este sitio fuimos a ver una estatua de la Infanta María Luisa, y allí nos separaron a mí y a otros tres niños de 6º: Amalia, José María y Raul.
Estos tres niños y yo hicimos con los de 5º una gymkana en la que mi equipo ganó.
Las preguntas de la gymkana eran sobre dibujos y cuadros y fueron muy fáciles.

Después nos comimos el almuerzo y nos fuimos a la exposición en el Pabellón de EE.UU. En la exposición de Arte Contemporáneo Valentín de Madariaga pudimos ver cuadros de varios pintores actuales de distintos países.
Imagen tomada de:
http://www.sevillaguia.com/sevillaguia/Exposiciones/listadoexposiciones.asp

Recuerdo que vimos un cuadro que representa el ojo de Bambi llorando y también recuerdo otro cuadro que era como un puzzle y si se juntaban las piezas formaban una paleta de pintor gigante, aunque si girabas la cabeza parecía un muñeco de los juegos "comecocos".

Casi todos los cuadros eran abstractos, que es un tipo de pintura que no enseña lo que se ve en la realidad sino que te deja que imagines lo que a tí te parezca que es.

Había un cuadro que estaba hecho con veneno y representaba miedo, terror y muerte. Creo que su autor era alemán y quería decir algo sobre la 2ª Guerra Mundial.

En este sitio hicimos nuestra propia obra de arte, visitamos el museo y preguntamos las dudas.

Ésta es mi redacción.

Por Fernando Mateos Gómez, 6º, nº 21, 22/11/2011

En Enwebada, en Coowebando.

Referido en: Web del C.E.I.P. Almotamid.  

viernes, 18 de noviembre de 2011

Un año más...

Cumplí un año más... ahora las emociones me pueden, pero un año más de sentimientos acumulados, de desdichas y dichas, de susurros, de lamentos, de perdición, de vicio, de bendición, de amor, desamor, angustia, indignación, admiración... Un año más, y más cerca poder sentirme de Tutánkamon... no se sabe nunca... Y hubo alguno que me puso en facebook además del felicidades, que os quiero y agradezco... un vídeo... y ahora lo comparto con quien quiera leer éste aparentemente abandonado blog, que no lo está y os abraza y os quiere y os agradece de nuevo a todos los que os acordásteis de mi trágica fecha:


De mi amiga Nena

De mi prima, Luisa: y gracias de nuevo!!!:
Besos y gracias!!!

Y éste me lo pongo yooooo!!!!! ea!

Y añado estos otros dos que me puso Sussy , gracias!!!:


Y según parece, me faltaba un clásico, según me apuntan en un comentario anónimo -gracias!- así que aquí lo pongo también:

martes, 8 de noviembre de 2011

Poema de amor nº 20

(Advertencia: trocha=tonta)

Puedo decir las cosas más trochas estas noches.

Decirte, por ejemplo: “Hoy estás más hermosa
que los perros-salchichas a la luz de la luna”.

El viento de la noche me derrama la copa.

Puedo decirte las cosas más trochas esta noche.
Ya no sé si te quise. Se me olvidan las cosas.

En noches como ésta no recuerdo tu cara.
Te besé tantas veces mientras pensaba en otra.

Tú me dices que sí. Yo no sé si es verdad.
Cómo no estar queriendo arrancarte la ropa.

Puedo decir las cosas más trochas esta noche.
Pensar que lo hago poco. Fingir que no me importa.

Oír la noche intensa, más intensa que tú.
Y el verso se me escapa como baba en la boca.

Qué importa que mi amor dure veinte minutos.
A veces, si me apuras, llegó a la media hora.

Eso es todo. Qué quieres. No puedo darte más.
Mi alma ya está contenta y cansada mi boca.

Como para ignorarte los ojos se me cierran,
Mi corazón se calma y el sueño me amodorra.

Lo mismo que otras noches, ya comienzo a olvidarte.
A mí, como al de entonces, me falla la memoria.

Ya no te quiero, es cierto, pero cómo decirlo.
Espero que mañana te hagas la loca.

De otro. Serás de otro. Ése es buen consuelo.
Aunque a mí ya me aburras, tú no vas a estar sola.

Ya no te quiero, es cierto. Pero igual me apetece.
El amor es muy corto y la noche es más corta.

Porque hace sólo un rato te tuve entre mis brazos
y no sé si tu nombre es María o Rosa.

Aunque ésta sea la última ocasión que tenemos,
y éste el último verso antes de ir a por otra.

(Gran tipo el Dios Nuevo....gracias a él por esta versión de Neruda)

domingo, 6 de noviembre de 2011

Pequeño momento

Rutinariamente intercambio sus pulseras identificativas o tarjetas que los identifican (tenemos diferentes maneras de nombrarlas).
Quise que las cosas cambiaran un poco, cansada de ver repetirse la misma trágica escena una y otra vez: llegar con la lágrima contenida, abrir, mirar y llorar desconsoladamente.
Pensé que, si las intercambiaba, al menos por un momento habría un respiro en sus vidas, un breve instante de felicidad…No está pagado con nada el verles sonreír cuando, tras retirar la sábana para reconocer el cadáver, miran al forense con los ojos alegres para decirle: “¡No es él! ¡No es él!”
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