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miércoles, 20 de enero de 2021

Continuamente, en mi mente, trabajo. N.N. – Día 312, 20 de enero

Continuamente, en mi mente, trabajo en lo que más me gusta, aunque no siempre puedo consolidarlo. Hay tantos momentos, situaciones, experiencias que no puedo captar al instante, por imposibilidad de hacerlo al tiempo que transcurren, cazarlos con mi papel y mi anotador, ya sea la grabadora de voz del móvil, un bolígrafo, un lápiz; y es en ese justo momento cuando tengo la sensación de que la vida se escapa entre los dedos, entre las teclas del teclado que deberían culminar el acto definitivo de mi yo escritor.

©María José Gómez Fernández

Publicado originalmente en El Doblao del Arte.

martes, 19 de enero de 2021

Continuamente trabajo. N.N. – Día 311, 19 de enero

Continuamente trabajo en lo que más me gusta. Me detengo en alguna parte, observo a la gente, observo las cosas, el transcurrir de la vida, el flujo de la calle, y me gusta disecarlo, paladearlo, como si fuera un pajarito que lo mira todo posado en alguna rama, en algún alambre, en alguna ventana.

La vida es puñetera, bien se sabe, no hace falta que venga un observador como yo a contarlo; tiende trampas, te cede el paso solemne, todo depende del caso, del momento y lugar oportuno en que te encuentres. La vida es dura, con sus dos caras, la bonita y sonriente y la puñetera.

©María José Gómez Fernández

Publicado originalmente en El Doblao del Arte.

lunes, 18 de enero de 2021

Un misterio. N.N. – Día 310, 18 de enero

¿Cuántas vueltas da un perro antes de tumbarse? Esto es un misterio. Pues exactamente da las que considera que tiene que dar hasta que encuentra el momento, el rincón, el sitio concreto y secreto para tumbarse y enroscarse, y esa es la última vuelta, ni una más ni una menos. Por lo que leí, no sé ahora dónde, es algo ancestral, lo mismo que escarban en el lugar donde luego terminan tumbándose, aunque sea una mullida camita con mantas y cojines; todos los perros lo hacen; Simeón lo hace, es un perro, por mucho que viva cómodamente instalado en una casa y forme parte de una familia.

©María José Gómez Fernández

domingo, 17 de enero de 2021

Echo de menos tanto… N.N. – Día 309, 17 de enero

Echo de menos tanto... Esos momentos robados para nosotros, robados de la rutina diaria, momentos en los que el alrededor podía parecer que flotara e incluso fuera una ilusión o no existiera, porque no importaba nada, solo éramos nosotros. Esos momentos de miradas cómplices, de conversaciones con proyectos, con debates, con ilusión y chispas en las miradas; momentos de paseos agarrados por la cintura, cogidos de la mano, pequeños momentos, grandes momentos, largos a veces, otros injustamente cortos; momentos robados para un beso, para hacer el amor a deshora, sin pensar ni planear; momentos robados al silencio, al sueño, al trabajo, mágicos e inolvidables momentos en los que podíamos pensar dónde íbamos a pasar las vacaciones o qué arreglos haríamos en la casa, o qué compraríamos para cocinar qué, o el vino que mejor acompañaría, o si veríamos la luna desde la playa de noche, o si nos íbamos a bañar en el mar oscuro; cuándo saldríamos a bailar, cuánto nos íbamos a extrañar en la próxima partida y separación obligada -a veces de horas-, cómo nos comeríamos al regreso esperado, deseado; tanto, tanto, tanto echo de menos...

©María José Gómez Fernández

Publicado originalmente en El Doblao del Arte.

sábado, 16 de enero de 2021

Echo de menos tanto... N.N. – Día 308, 16 de enero

Echo de menos tanto... Lo malo, lo negativo, lo que nos ha hecho sufrir y enfrentarnos, eso no lo echo de menos, eso maldigo no haber sabido gestionarlo, por parte de ninguno de los dos. Hemos sido torpes, egoístas; nos hemos cerrado al entendimiento, a la comunicación, aún cuando intuíamos que esas actitudes mantenidas podían abocarnos al fin, al ¿fracaso?, al inicio de una nueva etapa, tan diferente, tan fuera de lo normal, tal vez necesaria, tan inmanejable, que no supimos ver cuánto íbamos a echar de menos no haber sabido dialogar, condescender, acercar posturas, dejar apartados los egoísmos, los yoísmos. En cualquier otra situación corriente como las hasta ahora conocidas, es posible que ya hubiéramos intentado vernos varias veces y pasar algunos días juntos, volver a encontrarnos para acercar terquedades, limar asperezar, afianzar posturas, pero en este momento marcado por el confinamiento parcial, por el miedo a la posibilidad real del contagio, por la imposibilidad de atravesar municipios, provincias, comunidades autónomas, es una utopía plantearse un reencuentro; en otra situación hasta podríamos cuestionarnos si el encuentro nos convendría, nos haría sufrir cuando llegara a su fin y tuviéramos que despedirnos; en esta situación pensarlo es en sí una utopía.

©María José Gómez Fernández

Publicado originalmente en El Doblao del Arte.

viernes, 15 de enero de 2021

Traigo el dolor. N.N. – Día 307, 15 de enero

Traigo el dolor adentro,
palpita como si tuviera
un corazón propio;
llora para sí,
sin derramar lágrimas,
llora en silencio,
entre la gente,
por la calle,
en las estancias,
privadas y públicas;
llora sin pudor
este dolor que siento,
este extraño dolor
fiel como un perro
que me sigue,
me acompaña
a cualquier parte,
me distrae y me descentra,
y me vuelve
casi antisocial,
este raro dolor
por tenernos sin tenernos.

©María José Gómez Fernández

jueves, 14 de enero de 2021

Diez meses después. N.N. – Día 306, 14 de enero

Diez meses después la gente, en general, está cansada. Algunos continúan comportándose de forma responsable. Los sanitarios están agotados. Falta personal y no se cubre sino que se exprime al que aún continúa. Se pide una y otra vez responsabilidad pero no de manera insistente desde las administraciones -pocas lo hacen-.
Estamos viviendo un acontecimiento histórico pero todos nos estamos viendo afectados en mayor o menor grado, de diversas formas con magnitudes diferentes; tenemos preocupación, angustia -los que seguimos aquí-, nos sentimos raros, muy raros, viviendo el día siguiente como mejor podemos, para no hundirnos ni decaer. Nos asomamos cada día a la ventana antes de salir a enfrentar la bocanada de la fría realidad, pisar el charco de las precauciones, la lluvia de cautelas; puede que nos volvamos antisociales.
Sin duda, estos años veinte del siglo veintiuno son una verdadera locura de década, los auténticos locos años veinte.

©María José Gómez Fernández

Publicado originalmente en El Doblao del Arte.

miércoles, 13 de enero de 2021

Diez meses. N.N. – Día 305, 13 de enero

Diez meses, han transcurrido diez meses desde que la sensatez hizo que se decretara tardíamente en nuestro país el Estado de Alarma, en el que aún continuamos, aunque con mayor permisividad. Tuvo que haberse decretado antes, posiblemente, pero aquí se hacen así las cosas, y se haga lo que se haga siempre hay quien sale a vomitar reproches a la palestra, sin calcular cómo lo habría hecho él, el que vomita reproches, de haber tenido la responsabilidad en sus manos, cuánto habría acertado o errado, cuántos otros habrían criticado cualquier medida y decisión adoptada fruto de su gestión. Esto es así, en más lugares, pero en este país es así desde siempre.
El que protesta ante unas medidas lo hace para levantar a una masa que sabe descontenta, para procurar ganar adeptos, y por ende, futuros votos, pero no protesta de forma constructiva, aportando alternativas coherentes -alguno sí-, lo hace para lucimiento y ensalzamiento propio.
En diez meses hemos visto y oído cómo políticos del gobierno, oposición y grupos minoritarios, de cualquier ralea, decían y se desdecían sin más ambición que desacreditar, sin más ambición que levantar a los descontentos, creando corrientes de descrédito, enjambres de protestas que se saltaban medidas sanitarias y ponían en riesgo la salud pública: concentraciones, manifestaciones; solo importa levantar a la masa, hacer ruido, aunque no se aporte nada.
Todos nos equivocamos, y es por esto que hay y habrá medidas y gestiones no del todo acertadas; si cualquier otro gobierno hubiera tenido que tomar determinaciones, cualquier otro gobierno también habría errado y acertado, con críticas estériles de otros, suma y sigue... Nadie es perfecto, todos nos equivocamos. Pero si todos debemos ser responsables, no todos lo somos, solo algunos, y el resto, políticos, altos cargos, representantes de la ciudadanía no lo son, y lo evidencian con sus acciones, reventando con su ejemplo las medidas establecidas, los acuerdos adoptados; de una y otra y otra ideología, da igual: reuniones a deshora, con más personas de las recomendadas, en locales cerrados, sin mascarillas, con música, baile y alcohol de fondo; vacunas suministradas indebidamente (sin pertenecer a grupos de riesgo), quitándolas a los que iban destinadas. Un desatino. Un pollo sin cabeza. ¡Así cómo se pretende que los demás sean responsables y cumplan si no se predica con el ejemplo!

©María José Gómez Fernández

Publicado originalmente en El Doblao del Arte.

martes, 12 de enero de 2021

Vivir. N.N. – Día 304, 12 de enero

Vivir es un flujo continuo,
un día a día
planeado e imprevisto,
una lista de la compra,
llamadas que hacer,
preguntas con respuestas,
preguntas sin respuestas,
un sinfín de obligaciones
inconclusas,
un río de sucesos
y acontecimientos,
encauzados, desbordados,
fabulosos o tremendos.

Vivir es ese conjunto
de personas del entorno
que te dan apoyos,
con quienes debates
y hasta discutes
y te enfrentas,
pero que añoras
cuando no están,
o no te dicen,
o se van lejos.

Vivir no es un espejismo,
aunque la vida tenga tanto
inexplicable.
Vivir son dos días y muchos años,
dos ratos, tres risas,
dos telediarios
y muchos, muchos años.

©María José Gómez Fernández

lunes, 11 de enero de 2021

Rumores. N.N. – Día 303, 11 de enero

Rumores van rodando
como piedras cuesta abajo,
siempre hay rumores
que salen de bocas
desocupadas, vivarachas,
cotillas, ávidas de lo ajeno.

Rumores que lleva el aire,
que se convierten
en medias verdades,
bolas de nieve que chocan
y se deshacen,
bolas de nieve que dañan
si te arrastran.

Rumores siempre hubo,
hay y habrá siempre,
porque la gente metiche
también existirá siempre.
Más les valiera cuidar
lo que tienen de puerta
para adentro,
entonces verían
que es más prudente
callar y no inventar
lo que imaginan:
rumores,
bolas de nieve,
palabras dañinas.

©María José Gómez Fernández

Publicado originalmente en El Doblao del Arte.

domingo, 10 de enero de 2021

¿Quién saca a quién?. N.N. – Día 302, 10 de enero

He pensado muchas veces que no salgo yo a pasear al perro, sino que Simeón es el que me saca de paseo a mí: paseador de sus humanos, a los que otorga el beneficio de ejercitar mínimamente el cuerpo, las extremidades inferiores, el torso que se dobla y endereza para recoger los excrementos, el vaivén siguiendo su impulso ante un rastro que olfatea vehemente. Un paseo sin sobresaltos, a ser posible, y varias veces al día; rutina de horas y trayectos que conllevan otras rutinas añadidas, como rellenar el agua, la comida, darle algún capricho como el juego o alguna golosina, o permitirle que se tumbe a los pies, en lo alto de alguna cama de sus humanos, así sus olores lo envuelven y le hacen sentir seguro, en casa, con los suyos.

©María José Gómez Fernández

sábado, 9 de enero de 2021

Por mis amigos, lo que haga falta. N.N. – Día 301, 9 de enero

Y yo encantada porque mi amiga Lola, de la Farmacia, me ha hecho trabajar en sábado. Por un amigo lo dejo todo, lo intento todo, lo doy todo, y los que son mis amigos lo saben. La amistad da sentido a nuestra existencia, nos extiende y amplía, nos permite experimentar otras formas de amor diferentes del amor romántico y pasional, el de los enamorados; el valor de la amistad no se aprecia lo suficiente por muchas personas pero quien es tu amigo está ahí sin condiciones. Y yo encantada, le he explicado cómo debe proceder para poder llevarse un libro en préstamo de la biblioteca, en este momento distópico, para que ella se lo explique a otra persona, familiar cercana, y le he escrito todo en un papel, completando la explicación, y al final, y por si hay alguna duda y me pueden necesitar, mi nombre, donde trabajo y mi teléfono particular.
Por mis amigos, lo que haga falta.

©María José Gómez Fernández

Publicado originalmente en El Doblao del Arte.

viernes, 8 de enero de 2021

Viernes de trabajo. N.N. – Día 300, 8 de enero

Siguiendo las divinas enseñanzas de Antonio, el compañero que volverá al trabajo el 1 de septiembre, hoy fuimos a desayunar el cafelito con churros en Casa Félix. Antes habíamos recibido a María, su relevo, en encanto de persona, trabajadora, buena compañera, con una entrega y voluntariedad que ya quisieran muchos; hacía cuatro meses que faltaba del trabajo y ahora, que se acaba de incorporar, parece que nunca hubiera faltado desde finales de agosto.
Si yo pudiera, si por mí fuera, contaría con los dos, Antonio y María, que junto con Rafael son el trío perfecto para dar a nuestra biblioteca la atención y servicio que necesitan por la mañana, en el mostrador, al teléfono, conectando con los usuarios. María y Antonio nos dejarán en un año y medio pero Rafael seguirá al pie del cañón, dando su positividad, con su entrega y su profesionalidad para gestionar las compras que nos sugieren y las que él hace lo posible para que sugieran.
Este cuadro no flamenco se completa con Ana, magnífica profesional, amiga y compañera, con la aquí presente que suscribe, y con los que dan el soporte imprescindible al turno de tarde, colaborando igualmente con profesionalidad: Fran y María.

©María José Gómez Fernández

jueves, 7 de enero de 2021

Como ausente. N.N. – Día 299, 7 de enero

 Voy por la calle como ausente. Si me encuentro con alguien nos saludamos, a veces sonrío. Por un momento levanto la vista y miro cerca, lejos; lo veo todo como si fuera una imagen ajena a mí pero en la que estoy incluida, un vídeo en el que aparezco pero sintiendo que me encuentro dentro de una escena a la que no pertenezco. Vuelvo a saludar levantando la mano apenas, en realidad poco o nada me interesa. ¿Quién me metió en este corto si yo no me presenté a ningún casting?

Sigue el paso lento del transcurrir de cada día y por inercia voy viviéndolo; ahora hay que trabajar, ahora comer... Tan solo degusto los instantes con los míos y aquellos otros en que podemos comunicarnos, tú ya sabes, de este modo especial, virtual, a tanta distancia. Sé que los dos sentimos algo parecido respecto a lo que estoy contando; no, no es consuelo de tontos, es tan solo afinidad, continuidad de lo que nunca debió torcerse ni separarse.
Un consuelo contar con apoyos. Sé que tengo el tuyo y tú el mío. Muy importante el que dan los seres queridos, los padres, los hijos, los pocos parientes cercanos, algún amigo.
Y la rutina sigue, como sigue el frío, y la lluvia, y el viento que te corta las manos y la cara, aunque te protejas, porque la rutina corta, como el viento frío, corta, como cortan las adversidades de la vida.

©María José Gómez Fernández

Publicado originalmente en El Doblao del Arte.

miércoles, 6 de enero de 2021

Mañana de Reyes. N.N. – Día 298, 6 de enero

Descomunal silencio
aplasta mi figura
caminando por la acera.
De buena mañana,
solo mis pasos
y las pisadas del perro
rompen ese denso manto
de silencio.
Más tarde, petardos y cohetes,
ahora tan solo
algunas voces infantiles
escapan por las ventanas,
emoción en exclamaciones,
sorpresas descubiertas,
mañana de Reyes confinada.

©María José Gómez Fernández

martes, 5 de enero de 2021

Así sabréis lo que siento. N.N. – Día 297, 5 de enero

Como Lope de Vega digo:
"A mis soledades voy,
de mis soledades vengo".
No me pregunte nadie
qué siento,
solo se puede imaginar
un hueco,
imaginadlo,
entonces podréis
gritar dentro de él
y así sabréis
lo que siento.

©María José Gómez Fernández

Publicado originalmente en El Doblao del Arte.

lunes, 4 de enero de 2021

Aquí hay poco sitio para un poeta. N.N. – Día 296, 4 de enero

Querido hijo:

Con todo mi AFECTO te escribo estas breves letras para que sepas que me encuentro bien. Me apetece pasar una temporada contigo para coger fuerzas. El médico dice que puedo viajar. Necesito cambiar de aires.
Aunque en este país vivimos en DEMOCRACIA, como sabes, sin embargo, el plantel político se asemeja cada vez más a un circo de vanidades, un coso de insultos donde parece haberse perdido la INTELIGENCIA para dialogar, debatir.
ESPAÑA no se merece esto pero los españoles actúan igual que los políticos.
Cuando abran fronteras iré a verte, aquí hay poco sitio para un POETA.

domingo, 3 de enero de 2021

A todas partes. N.N. – Día 295, 3 de enero

Simeón se sienta a mi lado muy atento, como confirmando cada uno de mis actos y de mis movimientos. Mira mi mano que coge un papel y un bolígrafo y empieza a escribir; levanta el hocico como comprobando si es o no correcto lo que hago. Está sentado sobre sus cuartos traseros y parece una esfinge guardiana de un tesoro -tal vez yo sea algo muy valioso para él-. El tiempo transcurre, y al cabo de un buen rato -no sé cuánto- se sienta delante de mí, apoya su hocico en una de mis rodillas y me observa; es posible que ya sea su hora de volver a salir y esta su forma de recordármelo. Creo que sabe que me estoy dando cuenta. Insiste, su hocico comienza a presionar la rodilla y a empujar la pierna hasta que le digo "¡vamos, Simeón!". Y me levanto, mientras él, moviendo contento el rabo, sigue fiel mis pasos hasta que llegamos a la puerta de la calle.

©María José Gómez Fernández

Publicado originalmente en El Doblao del Arte.

sábado, 2 de enero de 2021

Los huequitos que te cambian. N.N. – Día 294, 2 de enero

Desde la cama miras los pequeños haces de luz que se filtran por las rendijas de la persiana; los sigues, embelesada, hasta la pared donde se unen con nuevas formas, distorsionadas, creando figuras en la imaginación que aún está despertando del sueño. Al instante, una tristeza inmensa se apodera de ti, te encoje, te produce incluso dolor físico; ves tu realidad reflejada en las figuras de luz que se proyectan en la pared, ahí son una ilusión óptica, como si fueran nada, y nada tienen que ver con los óvalos originales de la persiana donde son oquedades de un cuerpo sólido. La tristeza y el desasosiego crecen y provocan que suba una lágrima hasta los ojos y se derrame mejilla abajo. No hay nada más triste que llorar tumbada en la cama, porque las lágrimas no se van, sino que se quedan y te empapan al rozarte el embozo de la sábana. Todo lo que parecía sólido se desmoronó en tu vida, ya no sabes si para bien o para mal, solo tienes la certeza de que ocurrió y de que a partir de ahí nada en tu vida será exactamente igual; todo cambia con un gesto, una brisa, un silencio mantenido o una voz más alta; todo cambia con un simple pensamiento. Las decisiones tomadas todo lo cambian, no se trata de finales ni principios sino de nuevas perspectivas que te arrastran.

©María José Gómez Fernández

Publicado originalmente en El Doblao del Arte.

viernes, 1 de enero de 2021

Enero 2021. N.N. – Día 293, 1 de enero

En ti pongo ilusiones y proyectos.
Nueva vuelta al sol, año nuevo.
Esperanzas, planes, motivaciones,
Renovados propósitos para nuevos tiempos,
Ondas en el aire, en el agua, en cada cuerpo...

©María José Gómez Fernández
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