martes, 26 de enero de 2021

Un límite invisible. N.N. – Día 318, 26 de enero

Un límite invisible,
línea divisoria imaginable,
solo visible por responsables,
marcando diferenciado
lo debido y lo desaconsejable.

Y aún hay tantos
que llegan a saltarlo, cruzarlo,
desafiar el riesgo, el peligro,
por nada.
Sin ver más allá
de su egoísmo,
de su ombligo,
de sus libertades amputadas;
sin ver que son iguales
al resto,
sin pensar en nada,
ni importarles nada.

Así vamos,
las cifras de contagios
y de muertes
siguen subiendo.

©María José Gómez Fernández

Publicado originalmente en El Doblao del Arte.

lunes, 25 de enero de 2021

Deseos, ficción, realidad... N.N. – Día 317, 25 de enero

Cuando empezó el año, le dije a mi abuelo que pidiera un deseo pero que no lo dijera en alto, y él me dijo que esperaba que fuera un año mejor que el anterior. Primero pensé que el año lo tenía fácil para portarse bien pero luego pensé que también lo tenía fácil para portarse mal, porque siempre se puede ser más malo o ponerse las cosas más feas de lo que ya son.
En unos días empezó a ocurrir lo segundo, así lo veía yo desde mis ojos de niño. Unas imágenes en televisión mostraban a una multitud entrando en el Congreso de los Estados Unidos, por las ventanas, por la puerta, trepando por las paredes. Cuando pregunté, mi hermano mayor me mandó callar poniendo su dedo índice en los labios. Luego me explicó que había sido un asalto al Capitolio y un atentado a la democracia y me lo explicó. Parecía grave. Sé que era el día de Reyes. Unos días después tomaron posesión del cargo el nuevo presidente y la vicepresidenta, que vestía como Lisa Simpson en el episodio donde hace exactamente lo mismo. He pensado que a veces la ficción es premonición de la realidad: el presidente muere y Lisa se convierte en la primera presidenta de Estados Unidos, pero es que este hombre es ya muy mayor, así que no sé qué pasará.
Unos días antes, el pronóstico del tiempo anunciaba que se acercaba a España una fuerte borrasca, luego entendí que eso era Filomena. Las vacaciones de navidad han sido más largas que nunca este año. No me costó mucho quedarme encerrado porque ya estaba acostumbrado por el confinamiento del curso pasado. Pude bajar algún día a la calle con mi hermano a comprar pan --"así te da el aire", me dijo--. Lo convencí y jugamos un poco con la nieve. Pero ya no salí más a jugar porque la gente se había concentrado mucho y hasta habían salido con los esquíes, y claro, la policía empezó a llamar la atención. Siguió nevando más fuerte.
Mi abuelo tampoco ha vuelto a la residencia desde el verano y eso me alegra. Mi madre dice que no va a volver, así que ahora su habitación es el antiguo cuarto de invitados. Sé que los contagios están mucho peor.
Terremotos, inundaciones, trenes de borrascas, cultivos perdidos... Le dije al abuelo que no dijera en alto su deseo.

©María José Gómez Fernández

Esta es mi aportación para la convocatoria de enero 2021 de @divagacionistas #relatosNieve




domingo, 24 de enero de 2021

Las reflexiones de Rosa. N.N. – Día 316, 24 de enero

Rosa, tus palabras reflejan lo que muchos de los seres del mañana que te leemos sentimos, que estamos hartos de apocalipsis, diarios, continuos, inciertos, a los que hay que sumar trenes de borrascas -todas con nombre y sin apellidos-, terremotos en varios puntos del planeta, bolas de fuego atravesando los cielos, cifras en alza de la pandemia -en todo el mundo-, esa pandemia que ni imaginábamos que nos iba a atrapar como una bolsa de plástico atrapa en el mar a un pez. Estamos hartos, querida Rosa. Este apocalipsis que ya perdura, que se ha instalado en nuestro día a día, nos está mermando las fuerzas para continuar, nos agota la mente y los recursos para no hundirnos, pero tenemos que ser fuertes, sacar cada cual la inercia y el aliciente de donde pueda, reinventarnos cada día para que esta rutina invalidante no nos limite aún más ni nos aplaste.
Leerte es, para mí, para muchos, un aliciente. Leerte y leer es un aliciente. Escribir es, para mí, para muchos, otro aliciente. Escribir para ser, para vivir, aunque la mayoría no lo hagamos de forma profesional -da igual el motivo-. Crear, ser creativos, es un aliciente, debe serlo, porque nos pone alas y nos deja volar para que otros vuelen al leernos. Pero el mayor aliciente que podemos encontrar en estos tiempos inciertos es contar con salud, sabernos vivos, nosotros, los nuestros, los que nos importan, humanos, perrunos, gatunos, todos aquellos que nos importan, y seguir cuidándonos para seguir estando bien, sobre todo ahora que una parte de la humanidad ha conseguido arrumbar a un peligro como Trump, y eso ya es otro aliciente, asistir al destronamiento de la insensatez y de la locura.
Sigue ahí, sigue escribiendo, Rosa, porque tú eres un aliciente.💜🌹🍀✍️ Besos para ti y lametones para Carlota, con el deseo de que se encuentre mejor.

©María José Gómez Fernández

Publicado originalmente en El Doblao del Arte.

sábado, 23 de enero de 2021

Inevitablemente te pienso. N.N. – Día 315, 23 de enero

Hay tantos momentos al día que entretengo el pensamiento con mis asuntos necesarios, inútiles, cotidianos, laborales, domésticos... Y debo hacerlo para dejar de pensar en ti, en mí contigo, en nosotros, para que no se me arda la razón ni el entendimiento. Pero casi nunca lo consigo porque siempre termino pensando en ti conmigo, en mí sin ti, en nosotros juntos, en los dos por separado, y se me arde el entendimiento, se me nubla el horizonte, se me instala una sonrisa, se me borra, se me congela la expresión y mi rostro queda frío y triste, inexpresivo, se me asoma una lágrima, vuelve la sonrisa, imagino que estás a mi lado, estás, hasta te hablo, mientras sueño con la humedad de nuestros besos más apasionados, nuestros alientos pronunciando nuestros nombres entre susurros, nuestros íntimos y más secretos momentos, esos que ahora no quiero contar para guardarlos para ti, para mí, esos que solo tú y yo sabemos y conocemos, tras una puerta entornada, a la luz tenue de una lámpara o de los latidos de una vela delante del espejo, a los pies de la cama...

©María José Gómez Fernández

viernes, 22 de enero de 2021

Solo pensar agota. N.N. – Día 314, 22 de enero

Vertederos de ilusiones, ahora más vacías de personas, de ruido, de trajín, de vida, en definitiva, las calles se tornan más grises de lo que ya son por el color de las aceras trasegadas y del asfalto desgastado por el paso de las ruedas de los vehículos, por el ir y venir continuo.
Mucha gente está en su casa o vete a saber si en el hospital, o simplemente no están ya; los que seguimos tenemos respeto, miedo a que nos toque ser el siguiente contagiado porque no podemos saber cómo nos afectará el virus, cómo reaccionará nuestro organismo, qué secuelas nos dejará, cómo se organizarán, entre tanto, sin nosotros, los nuestros.
Solo pensar agota, deprime. Mejor sigamos el día a día, cuidándonos, como hasta ahora, sin dejar que el pensamiento vuele a zonas hostiles.

©María José Gómez Fernández

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