termostato natural regulador,
es fina capa de gases.
azul que nos protege,
acuna, mece.
Impresiones, Crítica, Poesía: Saciar emociones, soltar amarras, decir lo que pienso, expresar lo que parece, pisar el firme, derramar silencios...
Ahora que el aire se rompe
como el cristal,
con el roce de la incertidumbre
que nos circunda...
Miro mis manos
y veo lo que tengo,
y lo que no tengo
y me alegro.
Ahora que las ruinas pueden verse
en un horizonte cada vez más cercano,
que los cuentos nos ayudan
a pasar las noches en vela
mitigando el cansancio...
Me asomo al espejo,
veo lo que soy,
y veo que, al menos hoy,
estoy sana y viva
y me alegro.
Ahora que la distancia
nos dio una tregua
a la hostilidad,
que el futuro
se desdibuja
en nuestros lienzos...
Tus ojos siguen siendo
faros en la costa
y los míos
el navegante
que los busca,
y me alegro.
Ahora que la garganta se ahoga
por el llanto contenido,
de tanto callar,
de gritar tanto.
Ahora que seguimos
el trazado del mismo camino
por veredas paralelas.
Ahora que tanto valoro
lo que tengo y no tengo,
solo puedo compartirlo contigo
escribiendo,
escribiendo,
y me alegro,
me alegro por lo que existe
porque podría ni ser ni estar,
ni ser pincelada en un lienzo.
©María José Gómez Fernández
Tu humo se acomoda en el ambiente,
impregnándolo todo de olor
y color amarillento;
insano, letal tabaco,
poco a poco vas
aniquilando células
mientras te haces imprescindible,
creas dependencia.
Otros muchos y yo
luchamos por desprendernos
de ti, de tus garras,
sutil enemigo
de halo amarillento,
en una larga brega,
y aunque no te des cuenta
-aunque no lo parezca-,
vas perdiendo las batallas
para que al final yo gane la guerra.
©María José Gómez Fernández
Publicado originalmente en El Doblao del Arte.
Hoy la vida nos regala
tiempo para detenernos
en las pequeñas cosas
que a diario nos rodean
y casi no vemos.
Hoy la vida nos regala
tiempo para pensarnos,
analizarnos, ser mejores,
para disfrutar de nosotros
y de los nuestros.
Esto que parece un tiempo muerto
es un regalo de la vida
para dejar de correr,
sentirnos y reconocernos.
María José Gómez Fernández
Originalmente publicado en El Doblao del Arte.