Investigador
sin géneros marcados:
Ciencia sin techos.
©María José Gómez Fernández
Con esta aportación me uno a los #polivulgadores de @hypatiacafe #PVLimites
Publicado en Recopilación de relatos #PVLímites de Café Hypatia.
Impresiones, Crítica, Poesía: Saciar emociones, soltar amarras, decir lo que pienso, expresar lo que parece, pisar el firme, derramar silencios...
Investigador
sin géneros marcados:
Ciencia sin techos.
©María José Gómez Fernández
Con esta aportación me uno a los #polivulgadores de @hypatiacafe #PVLimites
Publicado en Recopilación de relatos #PVLímites de Café Hypatia.
Desconocida vecina del otro lado de la plaza:
Mi nombre es Mario. Me atrevo a escribirle aun sin conocerla. Veo cada noche la luz de su torrecita encendida y sentí curiosidad, como los GIRASOLES que se empeñan en mirar al sol. Es difícil TRASPASAR el límite para contactar con un desconocido pero puede que tengamos cosas en común, como que seamos de la misma ÉPOCA o que nos rodee una INEFABLE soledad aunque contamos con alguna compañía y ayuda.
A esta altura de mi vida un HOGAR es sentirme bien conmigo mismo.
¿Aceptaría que nos enviáramos notas?
Mis respetuosos saludos.
©María José Gómez Fernández
Publicado originalmente en El Doblao del Arte.
Publicado en Cinco Palabras. RELATO DEL MES DE SEPTIEMBRE (II): LAURA RIPOLL, @LAURITAKELOKE MODELO Y COOPERANTE
Cada noche antes de dormir, a la tenue luz de la lámpara junto a la cama, mamá empezaba a leer un libro. Entonces yo no sabía leer; ella misma me enseñó dos años después. Me entusiasmaba escuchar sus palabras que, arrancadas del libro con sus ojos, salían elocuentes por sus labios. Imaginaba todo lo que iba escuchando y la habitación se llenaba de todas las cosas que se oían en la lectura. Si era un viaje, me veía también viajando, siempre agarrado a mi almohada. Y los personajes se instalaban en mi cama, unos tumbados, otros sentados, y también escuchaban lo que leía mi madre.
Cuando supe leer -aunque aún no leía muy fluido pero sí claro y se me entendía muy bien-, mamá acudía por la noche a leer para mí, solo que, una vez leídas dos páginas, y cuando ya me había conseguido entusiasmar, me decía "bueno, estoy un poquito cansada de leer, ¿por qué no sigues tú?"
Para mí era todo un reto puesto que ella decía que se quedaría un poco más para ver cómo continuaba la historia.
Me acomodaba un poco en la almohada, sin incorporarme, cogía el libro con mis manos pequeñas y hacía los honores. Ella se quedaba al lado escuchando mi voz y la historia que iba leyendo. Apenas era capaz de leer una página, ya me sentía cansado y el sueño se apoderaba de mí poco a poco. Mamá elogiaba lo bien que lo había hecho y me decía que le estaba gustando mucho el libro. Luego yo ponía el libro en la mesita de noche, con mucho cuidado. Ella me arropaba, me besaba la frente con ternura y me daba las buenas noches apagando la luz.
El sueño me vencía rápido y al poco, se llenaba de todo tipo de cosas y los personajes entraban y salían de él. Una noche soñaba que era un pirata y tenía un barco, otra que era el niño del libro de la selva, y así con tantas y tantas historias de cada libro, de cada cuento. Una vez soñé que la luna podía ser el planeta del Principito y yo la observaba desde La Tierra buscando a ese ser extraordinario y a su flor. Y en el sueño lo veía y hasta hablábamos en la distancia, como el que se habla con un vecino por la ventana.
Con el paso del tiempo me convertí en un lector insaciable, y lo sigo siendo. Los familiares y amigos siempre me regalaban libros en las fechas señaladas, así que a veces, en un mismo día volvía a casa con una bolsa llena de libros. Leía siempre en la cama, sentado en la mesa de escritorio, en el sofá, pero también en la mesa de la cocina. Leía en muchísimos sitios.
Si viajaba en tren leía en el tren, y también en el trayecto del autobús. Mi madre me decía que era aburridísimo ir conmigo en el coche porque me pasaba medio camino leyendo y un cuarto durmiendo. Leía en un banco en el parque, o bajo un árbol si íbamos de campo, o sentado en la toalla sobre la arena si estábamos en la playa. Leía un buen rato en el bar mientras el resto de la familia se la pasaba riendo y charlando.
Pero a pesar de leer en muchos lugares, siempre ha habido sitios en los que no me ha gustado leer, nunca me han invitado a la concentración, me desmotivaban, por ejemplo, el cuarto de baño es uno de esos lugares. Mi abuelo, cuando pasaba al baño para hacer sus necesidades, siempre llevaba un libro, y se quedaba allí más tiempo del necesario, y me resultaba hasta repugnante y poco sano. Él siempre decía, libro en mano, "voy a la escuela de aplicación y tiro".
La calle es otro de esos lugares donde nunca me ha gustado leer. Yo sería incapaz de ir caminando, leyendo y esquivando personas, alcorques de árboles, desniveles y cualquier otro obstáculo. Cualquier lugar en el exterior donde transiten personas tampoco me parece un lugar para leer, por ejemplo un centro comercial o los accesos al metro, sobre todo si estos sitios tienen escaleras, convencionales o mecánicas. Y eso me recuerda algo que le ocurrió a un profesor de la universidad y que me reafirmó en esta convicción. Este señor leía en absolutamente cualquier situación y cualquier parte, y se puede decir que lo mató la lectura. Una tarde que volvía a casa, por supuesto leyendo, no calculó bien donde ponía el pie para bajar las escaleras del metro y accidentalmente cayó a lo bestia, es decir, que bajó las escaleras rodando sobre sí mismo, con algún que otro rebote de su cuerpo, sin soltar el libro en ningún momento, que tan solo soltó involuntariamente al final, cuando en el último rebote, quedó muerto por un golpe en la nuca contra el suelo.
Por cosas como esta es que no me gusta leer por la calle ni en accesos a edificios donde transiten personas o que tengan escaleras, porque hay que leer pero seguro.
©María José Gómez Fernández
Publicado originalmente en El Doblao del Arte.
Para VadeReto Septiembre 2020, del blog Acervo de Letras. Historias de mi otra vida.
En pleno vuelo, el comandante Andrés se dirigió al copiloto Lucio, pero éste no respondía; así se dio cuenta de que había perdido el CONOCIMIENTO. Contactó con la sobrecargo de vuelo cuya REACCIÓN fue acudir de inmediato a colaborar.
Mientras el comandante se comunicaba con tierra, la sobrecargo intentaba averiguar qué le ocurría a Lucio, al que por cierto notó un tanto extraño durante el EMBARQUE.
El comandante entabló COMUNICACIÓN con un médico que le dio instrucciones para reanimar al copiloto, pero nada, seguía inconsciente. Tenía pulso y respiraba.
Las cosas se complicaban, el EMPUJE del avión comenzaba a fallar.
©María José Gómez Fernández
Publicado originalmente en El Doblao del Arte.
Publicado en Cinco Palabras. RELATO DEL MES DE SEPTIEMBRE (I): ANDRÉS DÍEZ, PILOTO DE IBERIA
Recordaba con nostalgia el VERANO anterior, las caminatas pisando la arena mojada al ATARDECER después de un fabuloso baño en el mar, cuando el sol ya no hacía daño y la gente se había retirado. Este año no podía ser porque la playa cerraba a las 9 de la noche.
Se sirvió un CAFÉ para espabilar el día que apuntaba harto caluroso. Con su uniforme de socorrista se encaminó a su puesto de trabajo como SALVAVIDAS. Desde la torreta de vigilancia la gente parecía BRINCAR sobre la arena caliente para no quemarse. Otro día en alerta continua ante cualquier señal.
©María José Gómez Fernández
Publicado originalmente en El Doblao del Arte.
Publicado en Cinco Palabras. RELATO DEL MES DE AGOSTO (IV): OSCAR FURONES @OSCARFURONES PERIODISTA @CMM_ES
No paraba de CRECER, a lo alto y a lo ancho, brazos, piernas y cuello se iban alargando como ramas de un árbol gigantesco; tenía ya la cabeza tan alta que casi no se veía los pies. Entonces DESPERTÓ, con la respiración agitada, empapado en sudor, encendió la LUZ y sintió un gran alivio al comprobar que su cuerpo tenía proporciones normales. Puso un poco de MÚSICA y se preparó un café para entonarse. Tenía que hablarle al médico de esos sueños tan extraños que lo mismo le permitían VIAJAR por el mundo que lo convertían en un ser extraordinario.
©María José Gómez Fernández
Publicado originalmente en El Doblao del Arte.
Publicado en Cinco Palabras. RELATO DEL MES DE AGOSTO (III): FRANCISCO GONZÁLEZ, ESCRITOR.
Correcta función cerebral:
neurotransmisores en equilibrio
liberan las dosis justas.
©María José Gómez Fernández
Mi aportación este mes para los #polivulgadores de @hypatiacafe sobre #PVNeurociencia
©María José Gómez Fernández
Publicado en Cinco Palabras. RELATO DEL MES DE AGOSTO (I): ANA CHÁVARRI, ACTRIZ
Publicado originalmente en El Doblao del Arte.
No sintió la más mínima CURIOSIDAD por saber qué habían hablado su compadre y el policía al otro lado de la reja.
Le importaba más revisar su ánimo, medir sus fuerzas y repasar su conciencia, por lo que quedó como en trance y realizó un viaje hacia la INTROSPECCIÓN.
Al cabo de un rato lo tenía medio claro: el DESEO por poseer las joyas y el ENGAÑO de Lena lo hicieron entrar en bucle y por eso reaccionó atacando al dependiente de la joyería y después a Lena.
No sabía ni quería saber más. Dos pájaros camino de la ETERNIDAD.
©María José Gómez Fernández
Publicado originalmente en El Doblao del Arte.
Publicado en Cinco Palabras. RELATO DEL MES DE JULIO (V): ANA MONZÓN, @ANAMONZON86 ESCRITORA Y PROFESORA IES SEVERO OCHOA DE ALCOBENDAS @IESSEVERO_OCHOA
Imagen libre de derechos, tomada de EveryPixel ©Matryx. |
Antes de cometer ninguna locura irreparable, dejó la cuchilla del afeitado en el lavabo, se miró las manos temblorosas e intentó explicarse a sí mismo el significado del AMOR que sentía por ella, lo único que daba sentido a su VIDA, a su despertar y su anochecer, ahora presente, también ausente.
Soy como la TIERRA, pero nada sería si no girara en torno a ti, mi sol único, mi ESTRELLA que me aporta toda la LUZ y el calor que necesito para seguir girando en mi órbita.
Eso mismo se lo escribió por whatsapp.
En línea.
Escribiendo:
-Te sigo queriendo.
©María José Gómez Fernández
Publicado originalmente en El Doblao del Arte.
Publicado en Cinco Palabras. RELATO DEL MES DE JULIO (III): MÓNICA CRUZ, BAILARINA Y ACTRIZ @MONICACRUZ1977
©María José Gómez Fernández
Publicado originalmente en El Doblao del Arte.
Publicado en Cinco Palabras. RELATO DEL MES DE JULIO (II): CORAL CANTORÍA @CORAL_CANTORIA
Paseaban de nuevo por el MALECÓN de Cádiz, como hicieron antaño, sin un ÁRBOL que diera sombra, aunque no hacía falta por ser noviembre. Cogidos de la mano miraban las olas chocar contra las rocas mientras la fría brisa marina besaba sus rostros. Después de meses de confinamiento, al fin habían podido salir de casa, del pueblo y de la provincia, y viajar a otra comunidad autónoma. Se sentían libres. Por EMPATÍA con las gaviotas, a pesar de sus 66 y 68 años, al no poder volar echaron a CORRER.
No cambiarían ese momento ni por los LIBROS más hermosos.
©María José Gómez Fernández
Publicado originalmente en El Doblao del Arte.
Publicado en Cinco Palabras. RELATO DEL MES DE JULIO (I): JUAN FRANCISCO MONTALBÁN CARRASCO, DIPLOMÁTICO. EX EMBAJADAOR DE ESPAÑA EN CUBA
©María José Gómez Fernández
Publicado originalmente en El Doblao del Arte.
Publicado en Cinco Palabras. RELATO DEL MES DE JUNIO (IV): MARA TORRES, PERIODISTA @MARATORRES_ @ELFAROSER