Egoísmo, intereses, necedades,
rumores ruidosos que corren
vida arriba, río abajo,
ingredientes que no dan tregua
a otros ingredientes constructivos
que pueden quedar solapados,
como la colectividad y solidaridad,
rumores en positivo que corren
con menos ruido,
vida arriba, río abajo.
Los rumores hablan claro,
pon la oreja para oírlos,
pon la intención para combatirlos
porque si nada cambia,
por los rumores humanos
nos iremos al carajo,
río abajo, vida abajo...
©María José Gómez Fernández
Rumores de estupidez,
delirios de enfrentamientos,
ataques gratuitos
a quien piensa diferente,
lanzas, disparos, ofensas
queman el aire
que respiramos,
dejando poca o ninguna tregua
a los rumores sensatos.
©María José Gómez Fernández
El rumor del agua
corre en su lecho
de río encauzado,
corriente que fluye
como fluyen los días
que van pasando,
encauzados,
con los rumores
que todos vamos
generando...
©María José Gómez Fernández
Hay tantos que pueden decir que les duele hasta la MÉDULA todo el daño causado por la pandemia, toda la incongruencia de los políticos, toda la hecatombe en la salud, en la economía, en el futuro de nuestros HIJOS.
Hay tantos que detestan este virus invisible que eligió un modo de transmisión AÉREO, tantos que son responsables y se cuidan, aún al límite de su paciencia.
Llegan las lágrimas por los muertos hasta la orilla de la PLAYA y se confunden con el mar.
La llegada de la vacuna será el PUENTE que nos permita convivir con la nueva enfermedad.
©María José Gómez Fernández
Publicado originalmente en El Doblao del Arte.
Publicado en Cinco Palabras. RELATO DEL MES DE OCTUBRE (II): MARIO MURGUEITIO, PRESIDENTE DE FANAC EN QUITO, ECUADOR
Los hoyuelos de tus mejillas
al sonreír,
tus labios comiéndose
los míos,
la calidez de tu mano
cogida a la mía,
cómo olvidar...
Nuestras risas, paseos, bailes,
las puestas de sol y de luna,
las madrugadas interminables,
cómo olvidar...
Los brindis, los abrazos,
el deseo incontenido,
el amor sin ocaso,
cómo olvidar...
si está en mi piel y en mi mente
tan vivo, tan vivo...
¡cómo olvidar todo eso y más!
¡Cómo olvidar
lo que no es pasto
del olvido!
©María José Gómez Fernández
