martes, 15 de agosto de 2017

Carne sitiada

Años difíciles,
de desconcierto y desorden.
Crisis de identidad humana,
crisis de derechos y dignidad.

Carne que sufre y que muere,
carne que mata y destruye,
carne que huye y emigra,
como puede, o sin poder.
Carne que se desmadra
en interminable carnestolenda.
Carne que busca un líder,
político o espiritual.
Carne que no quiere pasar hambre,
y que vive para trabajar,
mientras otros optan por robar.
Carne despedazada
en atentados cruentos.
Carne sacrificada
por desquicie de un suicida
que no quiere morir solo.
Carne reventada
por desastres naturales.


La ciudad y el país no importan;
puede ser cualquier sitio.
Son años difíciles,
de desconcierto y desorden.
Y pasarán a la historia
como etapa de transición,
como tiempos de incertidumbre,
posible preámbulo de guerra,
mediocridad política,
ideologías convulsas,
injusticia social.

Años que estamos viviendo
en nuestra carne,
carne humana,
carne sitiada.

sábado, 12 de agosto de 2017

Vuela entre las estrellas

Descuelgo cada recuerdo
y lo contemplo
embobada,
reviviendo instantes
con preciso detalle.

Imposible volver atrás
a no ser con recuerdos,
que se irán y vendrán
como las olas del mar.

Me quedo con lo vivido,
con las conversaciones
que mantuvimos.
Me quedo con tus consejos
ofrecidos como opiniones.
Me quedo con tu amor a la vida,
con tu carácter conciliador,
con tu cálida sonrisa
y con el timbre de tu voz.

De día te imagino
en los pájaros
que se posan y vuelan,
observándome inquietos.

Cada noche pienso
que estás flotando
en una de esas estrellas
y cuidando de mí.

Vuela alto y firme,
vuela entre las estrellas.

©María José Gómez Fernández

martes, 8 de agosto de 2017

Aracena

Ese pueblo coqueto,
perfecto, blanco,
con su gente
abierta y amable.


Ese pueblo que llevo dentro,
que me aplaca cuando vuelvo,
que me devuelve
a días pasados,
raíces y sangre.
Aracena, por mis venas,
tus casas y tus calles,
empedradas,
tu antiguo lavadero,
tu paseo y su fuente,
los campos que te rodean,
el castillo que te corona
y la gruta que te late.

Aracena,
ese pueblo,
mi pueblo,
el de mis abuelos
y el de mis padres.


©María José Gómez Fernández

No es indiferencia


Es caprichoso el sentir:
al alejarte te acercas
y si estás cerca
te vas,
parece que no estás.
En ningún caso,
ni se rasga el cielo
ni se abre el mar.
Y el tiempo
continúa escurriéndose
entre los dedos,
como la arena,
como el agua,
sin más.

Photo by Kevin LEE on Unsplash

domingo, 6 de agosto de 2017

Despedida anunciada


Echando de menos
de antemano,
y de más,
por lo que sobra
y estorba.

Sentimientos compartidos.

Letargo e inquietud
en la espera,
contradiciendo
los estados del alma.

Contando las horas
para irte,
hasta que llegue el momento
y te vayas.

Después las contarás
para volver...

Siempre igual.

Sentimientos encontrados,
extraños sin calma...

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