lunes, 20 de noviembre de 2017

Para siempre y más allá

Hasta en las sombras del pasillo despoblado de madrugada; en los silencios que llenan los huecos y rincones de la casa; en los recuerdos que me acompañan como tu sombra hacía al caminar junto a la mía; en el olor que aún flota en el aire y te trae de regreso porque está en las cosas que tocabas y en las tuyas propias que aún están por todas partes, como esos palos que recogíamos en el parque.

En el brillo de tus ojos al reclamar mi atención para que pusiéramos en marcha unos planes inmediatos y efímeros, pero, sin duda, divertidos.

En tu empatía y tu fidelidad incondicional, que, junto con tu amor desinteresado, sabías regalarme en mis peores momentos, permaneciendo a mi lado.

En tu pelo incrustado en mi ropa; en las fotografías y vídeos en los que te tengo, como al natural; en el recuerdo de lo que yo interpretaba como sonrisa, porque los perros también sonríen, y nos hacéis sonreír y reír como los mejores humoristas.



En las marcas de barro que aún conservan los zapatos y pantalones que utilicé aquel día que ninguno sabía que sería el último.

En tu expresión de amor, dolor y sentimiento de impotencia porque sabías que teníamos que dejarnos, despedirnos.

En tus ojos, que entornabas entre lágrimas asomando, mientras las mías brotaban y corrían por mi cara descompuesta en inconsolable llanto. Me mirabas y yo leía un te quiero, el mismo que te repetía una y otra vez hasta el último aliento.

Rotos mi corazón y el tuyo, malherido sin remedio por el ataque de aquel perro, la única opción razonable fue inyectarte para que te quedaras dormido poco a poco y para siempre. El veterinario vino a casa, y hasta le moviste el rabo al reconocerlo.

Ahora te imagino jugando incansable en el parque más grande y más bonito que pueda existir, sin que te moleste ni ataque ningún perro salvaje. Seguro que allí le habrás robado el alma a alguien, como hiciste conmigo, para que te lance la pelota y tú puedas ir, a buscarla, una y otra vez, corriendo, muy lejos, más lejos, corriendo.

Tú y todo lo tuyo, desde aquel día, sois huellas imborrables en mi recuerdo.


Publicado por @María José Gómez Fernández para #relatosHuellas de @divagacionistas

Imagen de Steinchen https://pixabay.com/en/users/steinchen-21981/ de  https://pixabay.com/en/footprint-sand-footprints-beach-261337/

El pasado sábado alguien me refirió que habían tenido que aplicar la eutanasia a su perro.

miércoles, 18 de octubre de 2017

Cuando volvamos a casa - 2

NADA, eso es lo que siento después de aplacarse tu tormenta desatada. El desconcierto, la impotencia, la intención de que nunca vuelva a ocurrir, son en SÍNTESIS la EXPRESIÓN e IMPRESIÓN de mis sentimientos que rebotan en mi sien y en mi pecho, tal como rebotan en mi recuerdo inmediato todos los golpes que de ti he recibido, junto con los tirones de pelo, los atroces insultos, los objetos de la casa rotos.


La casa, la habitación y yo misma quedamos detenidas en el tiempo, hasta que nos vuelvan las fuerzas para remontar; representamos, en una imagen personificada, la ALEGORÍA de la más absoluta felicidad.

Imagen de Isabella Quintana: https://pixabay.com/en/users/isabellaquintana-457900/


Cuando volvamos a casa

No me cantes eso de la CULPA fue del cha-cha-chá porque, por si no te das cuenta, haces el RIDÍCULO como nadie. La gente te mira con CURIOSIDAD, sobre todo cuando te tropiezas y te caes, y cuando hablas en alto, arrastrando las palabras; y ríen, se ríen del lamentable espectáculo que ofreces. Te sentirías orgulloso viendo todo ese público ARREMOLINADO en torno a ti, intercambiando entre ellos gestos y miradas de desaprobadora COMPLICIDAD.

No tienen ni idea, ¿o sí?, de cómo cambiarás cuando traspases el umbral de nuestra casa. Inexplicablemente y de golpe te pondrás agresivo conmigo: me pegarás.

Imagen de Isabella Quintana: https://pixabay.com/en/users/isabellaquintana-457900/


Microrrelato publicado en Cinco Palabras, 3ªsemana de octubre, 2017 

lunes, 16 de octubre de 2017

Amor tres delicias aderezado con envidias y mentiras con emulsión de cítricos y frutos rojos

Y mientras intento sobrevivir al instante que cambió mi vida para siempre, tú te empeñas en hacerme imposible la existencia, perfeccionando tu hazaña, como si se tratara de una burda imitación culinaria que presentas como creación propia.


Precisamente hoy se cumplirían cinco años de nuestro matrimonio, y sin embargo lo que se cumple es el primer aniversario de tu abandono. ¡Oh, no! ¡no lo digo con despecho! aunque sí hay dolor por todo lo que he padecido durante este último año, y deseo que algún día lo puedas experimentar en tu pellejo.


De un día para otro me dejaste en la más absoluta miseria, claro que eso no fue difícil para ti porque, aunque me habías dicho lo contrario, nunca me incluiste en las cuentas bancarias y me dabas el dinero a cuentagotas, previa justificación. Tampoco me diste de alta como empleada de la empresa que creamos juntos, aunque te jactabas de haberla levantado y de llevarla con tu mujer. Conmigo siempre al margen de tus manejos fue fácil deshacerte de mí. Me dijiste “puedes seguir viniendo a comer aquí” pero al tercer día me echaste con gritos y cajas destempladas y con una denuncia por robo, por coger 30 euros para comprar comida a los animalitos que tenemos, que teníamos porque los abandonaste sin piedad, a su suerte, que era la mía. Eso te salió mal, porque ese juicio lo gané.


Imagen de photo-graphe: https://pixabay.com/en/users/photo-graphe-2867425/


Después de verme sin dinero, sin trabajo, sin nada, de un día para otro, recurrí a familia, amigos, a Cáritas, a Asistencia Social, al Instituto de la Mujer, a buscar trabajo deprisa y a la desesperada. Hasta dos meses después de la vista por divorcio no encontré un trabajo a media jornada, lo que me está permitiendo vivir junto con el ingreso de la liquidación de bienes gananciales, la que has dejado de ingresar al sexto mes argumentando excusas sin fundamento para confundir a abogados y entretener al tiempo.


Desde el principio me engañaste, primero con flores, besos, caricias; después con mentiras, mujeres, drogas; tardaste poco en despertarme a codazos en la cabeza hasta que me tirabas de la cama; querías hacerme ver que tenía depresión, como para no tenerla, diciéndome un día que me querías y al otro que era basura, así hasta que me pusiste en manos de un psiquiatra.


Me prometiste la luna pero todo quedó en las estrellas y en tu intento por estrellarme.





jueves, 12 de octubre de 2017

La ronda del pico


No quieres verlo o no puedes. Te lo digo ahora que me miras con esa lánguida y dócil ternura que se te fija cuando te metes la dosis. ¡Que es veneno, joder! Y te vas matando y nos vas matando. En unas horas irás a presumir, a vacilar a los colegas y a las pibas. Después podremos verte como caballo desbocado en la dehesa; ese caballo que va dejando sus improntas en tu cuerpo, en tu vida, en la de todos nosotros, que poco a poco nos siembra desasosiego sin fin, hasta que te apagues. ¡Por favor, deja la droga!.


Microrrelato publicado en Cinco Palabras, 2ª semana de octubre, 2017.

©María José Gómez Fernández

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martes, 3 de octubre de 2017

3 de octubre de 2017, 21:00h.: Mensaje no navideño del Rey

Intervención necesaria, pero tardía, con contenido a medias, poco convincente y natural, y sin tintes conciliadores.




Un mensaje predecible, vacío y claramente insuficiente. Nada podría esperarse del monarca sobrevenido de tapadillo por el agotamiento político de su padre, designado por el dictador. Ese que decía comprender la realidad plurinacional de España pero que, sin embargo, es incapaz de aclarar si la repetida "unidad de España" debe defenderse con porras o con palabras; si en la Europa del siglo XXI es normal que la policía arrastre personas por los suelos para llevarse cuatro urnas de un referéndum ilegal, que la fuerza de la justicia podía tumbar sin problema.
Una oportunidad perdida para condenar esta escalada bilateral de tensión cuya culpa corresponde tanto al radicalismo intransigente de los independistas catalanes como al inmovilismo y cerrazón de la derecha de Madrid y el resto del Estado; de llamar a una salida negociada y racional a este conflicto al que los extremistas de ambos bandos nos han ido empujando en estos diez años.
La derecha, como ocurrió con el divorcio, con el aborto o con el matrimonio homosexual, tardará un milenio en asumir que España es plural y diversa.
Por el fin del régimen fallido del 78, más democracia y la libertad de los pueblos de España.
¡¡SALUD y REPÚBLICA!! 💪💪


Opinar es un derecho y un deber, nunca un delito.

He procurado transcribir lo más fielmente posible la opinión vertida por un amigo en el transcurso de una conversación mantenida esta noche.

martes, 26 de septiembre de 2017

No envíes más flores sin tarjeta, no hay disculpa


Recuerdo el clamor desatado del público, cegado por escuchar un bis de la letra de aquella canción; y tu gesto de desaprobación y descrédito, que en realidad era la tapadera de la envidia perversa que sentías hacia mí y hacia mi trabajo, hacia el cariño manifiesto y el reconocimiento que tú nunca recibiste.

Y sé, desde hacía tiempo, que estabas muy harto de que mis creaciones, mis actuaciones y yo mismo fuéramos objeto de aclamación, en tanto tú, en la sombra te carcomías.


Tu fatal arrebato cercenó mi voz. Y ahora me cantas y me cuidas. ¿Un accidente?. ¡Vaya dislate!


Microrrelato publicado en Cinco Palabras, 4ª semana de septiembre 2017.

©María José Gómez Fernández



Tikkho Maciel@tikkho
o

sábado, 9 de septiembre de 2017

Puesta de sol encarnada

El buque se enredó
en las últimas ráfagas
de la tarde
de pinceladas rojas,
precediendo a la noche,
roja de luna,
sobre estelas de plata,
de tímidos tupés encrespados
que el mar se peinó
para acicalarse
y disfrutar
la madrugada
de rojizos arrullos encarnada.

©María José Gómez Fernández

Fantástica foto de Manuel Sanchez Quijano


viernes, 8 de septiembre de 2017

Despedida definitiva

Evoco tus ojos, me pierdo en la profunda y rotunda acritud de la última mirada que me dedicaron, y los sigo, sin remedio, como un burro sigue, terco, su zanahoria, caminando sin más rumbo que el cebo que me muestran, aunque sea mi perdición, aunque me conduzcan al fuego de la hoguera del desamor que prendiste.


No actúo por despecho, pero necesito despojarme de tus ataduras, sentir que vuelvo a ser dueño de mi vida, y por eso he rescatado todos tus recuerdos, los he metido en una caja y los he dejado en el río a la deriva.

Microrrelato publicado en Cinco palabras, 1ª semana de septiembre 2017.

©María José Gómez Fernández


lunes, 28 de agosto de 2017

Ojalá no nos encuentren


Sentía su vida como un carrusel, siempre girando en torno a las mismas razones por las que luchar, pero con variantes en cada vuelta: luz ambiente, personas, objetos y todo diferentes, incluso ciudades y pueblos distintos, de feria en feria.

Se recolocó las gafas de sol y miró al horizonte, donde un barco de vela,  empujado por el viento, parecía revolotear en la lejanía como una mariposa. Subió al coche, sacó un mapa de carreteras de la guantera, lo extendió y sin mirar puso el dedo en un punto.

Debía irse con sus hijos, alejarse para seguir luchando, para sobrevivir.


Microrrelato publicado en Cinco Palabras, 5ª semana de agosto 2017.

©María José Gómez Fernández


lunes, 21 de agosto de 2017

Hacienda "La Vega"

Tras varios meses de pertinaz sequía, el pueblo ansiaba desesperado que llegaran las lluvias para aliviar las gargantas propias y de la tierra. Agua, tan preciada e imprescindible, valorada como el oro en aquellos parajes; equivalente a vida, todo en el rancho empezaba a marchitar por su ausencia.

-No recuerdo nada igual, ya son casi cinco años sin llover como es debido –masculló Cándido mientras sostenía una brizna de paja entre sus labios-.

Con nostalgia, rememoró la época de esplendor y crecimiento, siendo joven aún. Se humedecieron sus ojos y sintió caer dos lágrimas.

-¡Lástima que no sea lluvia! -exclamó-.


Microrrelato publicado en Cinco palabras, 4ª semana de agosto de 2017.

©María José Gómez Fernández.


jueves, 17 de agosto de 2017

La llamada

Fue inevitable, como también añorarte toda la vida.
Sonó el teléfono a las tres de la madrugada e intuí que no era una equivocación; algo grave había ocurrido.

Al escuchar al interlocutor experimenté un déjà vu: tras la colisión quedabas atrapado en el asiento del copiloto, fallecido en el acto.

Microrrelato publicado en Cincuenta palabras, septiembre de 2017.

©María José Gómez Fernández


martes, 15 de agosto de 2017

Sin razón aparente

Por la mañana pudo ver los restos del naufragio de la noche anterior: los calcetines de él colgando de la chimenea y su minifalda enganchada en los colmillos del jabalí; él se había ido, así que de nuevo estaba sola, y todo eso le produjo tal nostalgia que fue incapaz de permanecer allí por más tiempo.
Se dirigió hacia la playa con el firme propósito de poner fin a todas sus desgracias y desamores, pensando hacerse a la mar como una madera que flota a la deriva hasta ser engullida por el valle inmenso del océano. Y así lo hizo.

Microrrelato publicado en Cinco palabras, 3ª semana de agosto de 2017.

©María José Gómez Fernández


Carne sitiada

Años difíciles,
de desconcierto y desorden.
Crisis de identidad humana,
crisis de derechos y dignidad.

Carne que sufre y que muere,
carne que mata y destruye,
carne que huye y emigra,
como puede, o sin poder.
Carne que se desmadra
en interminable carnestolenda.
Carne que busca un líder,
político o espiritual.
Carne que no quiere pasar hambre,
y que vive para trabajar,
mientras otros optan por robar.
Carne despedazada
en atentados cruentos.
Carne sacrificada
por desquicie de un suicida
que no quiere morir solo.
Carne reventada
por desastres naturales.


La ciudad y el país no importan;
puede ser cualquier sitio.
Son años difíciles,
de desconcierto y desorden.
Y pasarán a la historia
como etapa de transición,
como tiempos de incertidumbre,
posible preámbulo de guerra,
mediocridad política,
ideologías convulsas,
injusticia social.

Años que estamos viviendo
en nuestra carne,
carne humana,
carne sitiada.

sábado, 12 de agosto de 2017

Vuela entre las estrellas

Descuelgo cada recuerdo
y lo contemplo
embobada,
reviviendo instantes
con preciso detalle.

Imposible volver atrás
a no ser con recuerdos,
que se irán y vendrán
como las olas del mar.

Me quedo con lo vivido,
con las conversaciones
que mantuvimos.
Me quedo con tus consejos
ofrecidos como opiniones.
Me quedo con tu amor a la vida,
con tu carácter conciliador,
con tu cálida sonrisa
y con el timbre de tu voz.

De día te imagino
en los pájaros
que se posan y vuelan,
observándome inquietos.

Cada noche pienso
que estás flotando
en una de esas estrellas
y cuidando de mí.

Vuela alto y firme,
vuela entre las estrellas.

©María José Gómez Fernández
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