Marzo de mujer y matemáticas,
Aniversario de tu nacimiento,
Roberto, en el 3'14,
Zumbidos del confinamiento,
Oquedades de los sentimientos...
©María José Gómez Fernández
Impresiones, Crítica, Poesía: Saciar emociones, soltar amarras, decir lo que pienso, expresar lo que parece, pisar el firme, derramar silencios...
Marzo de mujer y matemáticas,
Aniversario de tu nacimiento,
Roberto, en el 3'14,
Zumbidos del confinamiento,
Oquedades de los sentimientos...
©María José Gómez Fernández
Tú sí que eres luz, Rosa, brillas y alumbras e iluminas a otros.
A los trolls, como siempre digo, que les den; lo único bueno es que saben juntar letras, escribirlas como si vociferaran y leerlas en voz alta, pero seguramente, como bien dices, se alteren porque se creen invencibles y les fastidia que la muerte les pueda trolear cuando menos lo esperen.
La vida es eso, vida, con todo lo que conlleva: alegría, sufrimiento, tristeza, emociones, interés, afán de superación, depresión, ilusión, miedo, suerte, latidos, y mucho mucho más, pero sobre todo es amor y desamor...
Aprendemos porque nos gusta, enseñamos porque queremos que otros aprendan lo que sabemos, es como ir dejando un rastro de pequeños legados. Todos tenemos miedo a algo, unos lo tienen a la soledad, otros a la muerte, otros al amor, otros al desamor, otros a la ignorancia.
El que no sabe y se niega a saber, a aprender, a evolucionar, a desarrollarse, es como si se negara a vivir, como si negara la vida.
Para mí, dos momentos muy importantes han sido cuando aprendí a leer, con entre tres y cuatro años, y el otro, cuando enseñé a leer a mis hijos, que hoy son grandes lectores, uno más que otro. Disfruté con la emoción en su mirada cuando descubrían que eran capaces de leer esa historia que noche tras noche primero leía yo y después me leían ellos a mí, porque querían saber cómo continuaba, qué ocurría. Antes de que les enseñaran a leer en el colegio, les abrí la puerta para que fueran autónomos en el aprendizaje, en la curiosidad por el saber. Cuando amas a alguien te sientes orgulloso de ver que puedes hacerlo feliz. La vida es amor, aprender, evolucionar, sentir, y cuando uno se viene abajo, saber trepar, subir, estabilizarte hasta comprobar que de nuevo estás arriba. Tenemos que ser conscientes de que en la vida uno cae y se levanta, y hay que hacer lo posible por no quedarse abajo.
Gracias por estar ahí, por escribir, por ser luz. ¡¡¡Gracias, Rosa!!!
©María José Gómez Fernández
Publicado originalmente en El Doblao del Arte.
Hasta el perro está extraño; se le ve triste, parece que nota el pulso del ambiente que a todos nos tiene sumergidos en una levitación de tristeza rara. Olfatea rincones y roza con su pata algún mueble, como llamando la atención, pero luego no quiere nada, ni jugar, tan solo pasa su cuerpo muy cerca de mi pierna y se roza con ella, y la empuja con su cabeza hasta que acerco mi mano y suavemente la paso por su pelo, y él aprovecha y la lame con suavidad, despacio. Después se tumba en su colchoneta, apoya el hocico en las patas delanteras y desde su posición de vigía en la garita, en su camita estratégicamente situada, otea el pasillo y las puertas, los posibles movimientos que le interesan, y no ladra, no duerme, parece dormitar pero está en guardia, para levantarse cuando alguien se levante y le convenga llamar su atención para salir de paseo. Su reloj biológico manda.
©María José Gómez Fernández
Publicado originalmente en El Doblao del Arte.