lunes, 27 de noviembre de 2023

Cosas que pasan

---No me lo explico, últimamente está fallando muchísimo, todo lo ralentiza como si le costara traspasar cada segundo, cada minuto...

Mi amigo me hablaba con auténtica angustia, pero yo andaba metido en mis cosas, le hacía ver que tenía toda mi atención cuando en realidad solo escuchaba palabras sueltas de lo que me decía.

---Creo que le sobran cosas pero no sabría descartar las más importantes; tal vez así todo iría mejor... 

Lo miraba de soslayo, y en algún instante fijaba la mirada en la suya para que viera que le estaba escuchando como era debido, y es que yo estaba muy enfrascado en revisar el móvil y las notificaciones recibidas durante esa mañana. Él continuaba con su discurso, casi monólogo. Incluso comencé a sentir un cierto cargo de conciencia pensando que el pobre me estaba contando algo realmente importante para él y, sin embargo, yo no estaba a la altura de lo que estaba necesitando de mí, que era solo escuchar, escuchar y responder para constatar que estaba siendo atendido.

---Para mí que es algo de la memoria...

Por naturaleza somos tan egoístas que solo nos miramos y vemos a nosotros mismos hasta que das con el quid de la cuestión: ¿cómo me sentiría yo si me hicieran lo mismo que estoy haciendo ahora? Meditarlo un par de segundos te devuelve la respuesta: mal. Entonces reaccionas y te entregas por entero a las cuitas de tu amigo. ¿Y si es algo muy importante, incluso vital? Con la excusa de empatizar con él, le respondes formulándole una pregunta, aunque la razón verdadera es enterarte de qué narices te está hablando porque te niegas a admitir que no le estabas prestando casi ninguna atención:

---¿Me has dicho que se trataba de tu abuelo, verdad? ---sueltas como para ir atando cabos---.

---¿Pero qué dices, hombre? ¿Mi abuelo, qué tiene que ver mi abuelo con esto? ---responde perplejo, también preguntando---.

---Que piensas que a tu abuelo le está fallando la memoria, ¿no me estabas contando eso? ---me justifico con verdadero apuro---.

---¡Desde luego, estás para que te aten! Claro, como no quitas el ojo del teléfono pues no me estás escuchando. Te estoy hablando de mi móvil, que es nuevo y me está fallando como si tuviera problemas de memoria. Anda, déjalo, sigue enviando tu relato a Divagacionistas...

---Perdona, hombre, no tengo disculpas ---le contesto---.

Cuando levanto la vista se ha marchado.

©Aji ~ ©María José Gómez Fernández

Con este relato participo en la convocatoria #relatosMemoria de Divagacionistas (noviembre, 2023).

Publicado.


sábado, 18 de noviembre de 2023

Principia

El pasado día 15 #polivulgadores de @hypatiacafe publicaron sus aportaciones #PVclaves a la convocatoria mensual.
De nuevo me fue imposible poner la mía en el blog, como hubiera querido, así que la puse en un tuit de X (antes Twitter), y ahora la traigo aquí.

Muy simple mi aportación #PVclaves, y no sé si es acertada, pero ahí va porque ni tiempo de ponerla en el blog. Para #polivulgadores Principia Verificable teoría, método ensayo error

©Aji ~ ©María José Gómez Fernández


jueves, 26 de octubre de 2023

Echo de menos tanto...

Hace dos días recibí un WhatsApp de Diversidad Literaria comunicándome que mi relato se encontraba entre los seleccionados dentro del IX Concurso de Microrrelatos románticos “Porciones del alma”, y que junto con los relatos finalistas y el ganador aparecerá en una antología que han publicado.



Si quieres leer mi relato, puedes hacerlo bajo esta línea:

ECHO DE MENOS TANTO…

Esos momentos robados para nosotros, para un beso, hacer el amor a deshora, momentos robados a la rutina, al silencio, al sueño, al trabajo, mágicos e inolvidables, en los que el alrededor podía flotar e incluso no existir, porque solo éramos tú y yo. Momentos de miradas cómplices, conversaciones, proyectos, planes, debates, ilusión, paseos tomados por la cintura, cogidos de la mano, viendo la luna de noche desde la playa; bailando, extrañando ausencias, comiéndonos de deseo; tanto echo de menos…

©Aji ~ ©María José Gómez Fernández

jueves, 19 de octubre de 2023

Volver a cero

El pasado día 15 de octubre participé en la convocatoria mensual de Café Hypatia, y lo hice con este post de X (antes Twitter), con la esperanza de poder subirlo unos días después al blog, y bueno, pues aquí está:

#PVsostenible #polivulgadores de tal vez sean deseos... Mi pequeña aportación que ya subiré al blog. #sciku Volver a cero, busco en los recuerdos, eso quiero ser. No me desgastes. Doy lo que tengo, no más. Habla La Tierra.

©Aji ~ ©María José Gómez Fernández

lunes, 25 de septiembre de 2023

La rueda que rueda sin fin

No das crédito al avance inexorable del tiempo; segundos, minutos, horas pasan como si fuera arena que cae en un reloj sin fondo, y ahí estás, con algunos retos superados a lo largo del día pero sin tregua, sin descanso, el cuerpo molido, las ganas a medias, y el saco de cosas pendientes muy lleno. A ciertas horas, ya de noche es una auténtica proeza poder llegar con los párpados entreabiertos, mirando casi sin ver, pero llegas, te duele hasta el aire que respiras, hasta el cabello que se cae --será porque es la época de la berenjena--, te duele tu nombre y te compadeces: pobre de mí, no sé ni cómo puedo. Recuerdas que por la tarde, revisando unos cajones encontraste un lorazepam de cuando te operaron hace unos meses, y hasta le das vueltas a la idea de tragarlo con agua para relajarte, pero lo piensas una segunda vez y lo descartas, realmente solo necesito tumbarme, escuchar el sonido de estática del silencio, cerrar los ojos, no pensar, olvidar cualquier conato de problema, no olfatear siquiera, sentir que vas perdiendo peso, que te alejas hasta del colchón que te soporta, solo eso, nada más y nada menos. En la calle la actividad y los ruidos van disminuyendo. La gente debe andar en retirada, la gente igual que tú, sembrada de estrés, cosas pendientes, carreras, angustias, miedos, carencias, dolor; la gente corriente que comparte su inquietud con la gente "no corriente", que también lo pasa mal, aunque puede que les respalde su mejor posición, influencia, dinero.
No sabes en qué preciso instante te dormiste, pero eres consciente cuando el despertador empieza a bramar en las últimas penumbras antes de que el alba tiña el cielo de los colores más hermosos junto con los del atardecer. Extiendes la mano para aplastar el timbre insistente que te avisa para que muevas las caderas, el pie, la tibia y el peroné, pero no para bailar en la pista como dice la canción, sino para bailar en la vida el nuevo día. Abres los ojos, pequeñitos al principio, y oteas con desconfianza a tu alrededor. Sabes que hay que salir a comerse el mundo pero te falta tener hambre, aunque eso ni lo digas, que nadie lo sepa, comerás sin ganas; un día más demostrarás a tu entorno que eres capaz de sobrevivir a las adversidades con las que te ha tocado lidiar.

©Aji ~ ©María José Gómez Fernández

Mi contribución a #relatosSobrevivir de @divagacionistas.

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...