El deseo por tenerte me acompaña:
se acuesta conmigo
cada noche
y da vueltas en la
cama como yo.
El deseo por
amarte camina a mi lado:
a cada paso que
doy,
en cada kilómetro
que hago,
por las calles que
frecuento,
por las esquinas
que doblo.
La necesidad de
verte me urge,
me apremia cada
día con más fuerza,
me coge de las
solapas
y me zarandea y me
amenaza
con su aliento de
amor desesperado.
No es preciso
descifrar cuánto te amo...