y discreto, constante,
incansable, viene a rogar el mar hasta sus muros, y como un amante, a la
reja de su balcón va y viene, pero nunca se despega..
Baluarte al ocaso de esta tarde que recuesta sus horas en tu húmedo abrazo, arrullada a ritmo de sereno oleaje hasta que se duerma en tu fondo...
arrastrando las miradas que se clavaron, los furtivos besos que presenció, las promesas y propósitos, los deseos... siempre inacabados...
nubes esculpidas, en caprichosa conjunción; vuela la imaginación hacia un dragón alado... y mientras sueñe, mientras piense, mientras ame, mientras sienta, mientras imagine y ría y llore... sabré que espero, sabré que vivo y que juego al escondite con el destino...
Me sumerjo en el amor que te tengo, en tu boca y en la risa eterna de tus labios, en la profundidad de tus ojos, en las mareas que nos trajeron y llevaron... Me sumerjo en tu suspiro y me empapo de todo el amor que me tienes y de ahí secuestro la fuerza para salir a la superficie... y nadar, nadar, sentir la sal que me escuece...
la fuerza me mantiene el rumbo y con garra desafía los temporales...